Faltan más de 500 maestros en las escuelas porteñas
El déficit de docentes es del 3%, sin incluir los reemplazos para las licencias; acuerdo gremial para que trabajen los estudiantes de magisterio
Una vez comenzado el ciclo lectivo vuelve a surgir entre los directivos, sobre todo de las escuelas primarias, el temor de que dos docentes se enfermen o pidan licencia al mismo tiempo. Los maestros son cada vez menos, por lo que cada año es más difícil encontrar suplentes.
Entonces, los colegios recurren a los estudiantes de magisterio. Se dice que hay establecimientos que estarían llamando a maestros jubilados para que vuelvan al aula. Las autoridades del Ministerio de Educación porteño estiman que el déficit de docentes para designar al frente de un grado es de unos 500 profesionales. Es decir, cerca del 3% de los 16.000 que hay en actividad.
Pero para tener un panorama más realista habría que sumarle a esa suma un número sin estimar de docentes necesarios para cubrir las eventuales licencias por enfermedad, embarazo u otras causas.
Uno de los motivos del déficit docente es el volumen de jóvenes que eligen la docencia como profesión y los que realmente se gradúan y se insertan en el mercado educativo. El año pasado, los alumnos de los 21 institutos de formación docente porteños sólo eran 14 más que en 2010 (7085 versus 7071). En 2011, la cifra había disminuido a 6834 jóvenes.
"Si esto se profundiza, en pocos años colapsará el sistema educativo porteño", dijo una supervisora de la Dirección de Educación de Gestión Privada de la Ciudad, que pidió reserva de su nombre. "Los directivos están desesperados. Si se les enferman varios docentes a la vez, no saben qué hacer", comentó.
La escasez de docentes sumó a los directivos una tarea que antes sólo debían asumir cada tanto: hacerse cargo de la clase del maestro ausente. "Como directores, ésa también es nuestra función, pero el tiempo que estamos frente a un aula se lo quitamos a la gestión y no es recomendable", indicó María Carmen Giménez Obelar, directora primaria del colegio Nuestra Señora de Luján, de Parque Patricios. Dijo haber advertido más problemas para conseguir docentes desde hace unos tres años.
"No se puede negar este problema porque en unos años, si se tiene el 30% sin cubrir, será tarde para empezar a trabajar -dijo Alejandro Finocchiaro, subsecretario de Políticas Educativas y Carrera Docente-. Además, el sistema ha crecido porque entre 2008 y 2012 creamos unos 5000 cargos docentes. Esto es más del doble de los creados en los 10 años anteriores."
Las medidas que el ministerio porteño dice haber tomado para intentar reducir el impacto de una profundización del problema son el acuerdo con los gremios para que trabajen los estudiantes y la recomposición del salario docente. "Un maestro recién recibido gana $4100 si trabaja jornada simple y $8200 si es jornada completa. Muchos otros profesionales recién recibidos no tienen esos sueldos", dijo Finocchiaro. Aseguró que con estas medidas se busca combatir "el mito urbano" de que quien se dedica a la docencia está condenado a pasar hambre. "Eso ya no es así", indicó.
"Estaba cansada de trabajar y estudiar cuando obtuve el título", cuenta Daniela Noguera, de 25 años, titular de segundo grado y auxiliar de la secretaría de un colegio privado. Ella se recibió en 2010, pero comenzó a ejercer como docente desde el primer año del magisterio porque debía mantenerse. "Fue agotador porque eran muchas horas de cursada. Estudiaba de noche. No dormía. Pero es lo que me gusta y preferí hacer eso y no trabajar en otra cosa", dijo.
Daniela recordó que fue contratada por un colegio privado para atender a los alumnos de segundo grado que optaban por jornada extendida. "Allí aprendí el manejo de grupos", dijo. En el segundo año de su carrera, en 2009, reemplazó a una maestra de primer grado que había quedado embarazada y recibió licencia preventiva por la epidemia de gripe A. "Fue muy difícil porque aún no había terminado de estudiar y los chicos tienen que terminar primer grado alfabetizados", recordó. El tercer año, asumió otra suplencia de doble turno y a su término tomó otra.
Trayectorias laborales como las de Daniela evidencian que "conseguir trabajo para un maestro es fácil, la cuestión es la calidad del trabajo y la estabilidad", dijo Cecilia Sánchez Rey, de 27 años, maestra de tercer grado y flamante licenciada en Ciencias de la Educación. "Es difícil obtener la titularidad. A mí se me dio tres años después de graduarme, pero varias chicas que se recibieron conmigo siguen trabajando como suplentes", comentó.
Un suplente no puede proyectar su trabajo en el largo plazo y puede pasar los meses de verano sin cobrar sueldo hasta conseguir una nueva suplencia el año siguiente. Por estos días, Cecilia comenzó su segundo año al frente de un grado. Pero, en realidad, trabaja en el aula desde hace siete años, cuando comenzó como auxiliar. Para ella "la clave" para optar por la docencia fue empezar a trabajar: "Odiaba ser maestra y pensaba como todos, que un maestro no está bien formado y que nadie te reconoce. Pero empecé a trabajar y me di cuenta de que me gustaba un montón y que, contrariamente a lo que creía, les tengo paciencia a los chicos".
El sistema, en riesgo de colapso
La falta de docentes alarma a directivos y autoridades
- 5000
Cargos nuevos
El crecimiento del sistema educativo llevó a las autoridades porteñas a designar entre 2008 y 2012 nuevos cargos docentes para intentar reducir el déficit.
- 7085
Graduados
El año pasado, se recibieron del magisterio apenas 14 jóvenes más que hace tres años. La cantidad de estudiantes de magisterio que se gradúa es mucho más baja que los que ingresan al magisterio.
- 30%
Déficit proyectado
Desde la Subsecretaría de Políticas Educativas y Carrera Docente porteña estiman que si en los próximos años se alcanza esa proyección, "será tarde para empezar a trabajar". Los directivos de las escuelas advierten más problemas que hace tres años para conseguir docentes.