Falleció el médico clínico Alberto Agrest

Días atrás, a los 88 años, falleció el doctor Alberto Agrest. reconocido médico clínico que llegó a ser miembro de la Academia Nacional de Medicina.

Nacido en Buenos Aires el 7 de marzo de 1923, se doctoró en Medicina con tesis sobresaliente en la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1952, para luego completar su formación en Estados Unidos -en el Hospital Universitario de Ann Arbor de la Universidad de Michigan- y en Francia -en el Hospital Claude Bernard de París-.

El Hospital de Clínicas y el hospital Rawson fueron ámbitos en los que el doctor Agrest se desempeñó antes de partir al exterior, y a su vuelta se incorporó al Instituto de Investigaciones Médicas de la UBA, en donde llegaría a ser jefe de Clínica y de Hipertensión. También trabajó en el hospital Tornú, el Instituto Ferrer y el Hospital Güemes, entre otras instituciones médicas.

Premio Maestro de la Medicina de La Prensa Médica Argentina, Agrest fue miembro del Comité de Etica de la Sociedad Argentina de Investigación Clínica; miembro del Grupo de Trabajo para la modificación curricular de la Facultad de Medicina de Buenos Aires; asesor académico del decano de la Facultad de Medicina de Buenos Aires; miembro honorario nacional de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial; miembro del Consejo de Administración de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires; miembro Correspondiente de la Academia de Medicina de Córdoba. En 1995 fue designado miembro titular de la Academia Nacional de Medicina.

En 2002, recibió el Premio Arco de Triunfo del Hospital Francés, y más tarde el Premio Konex 2003: Medicina Interna.

Agrest escribió los libros Nuevas reflexiones inexactas de un observador médico (2002); Ser médico ayer, hoy y mañana (2008); En busca de la sensatez en medicina (2011).

En este último puede leerse: "¿Qué es la sensatez? Podríamos definirla como una sabiduría práctica: hacer bien lo que hay que hacer, y no hacer -ni bien ni mal- lo que no hay que hacer. Hasta hace apenas décadas, las insensateces eran resultado de la ignorancia y de las creencias; en los últimos tiempos, el conocimiento científico ha ido reduciendo las insensateces de la ignorancia, y sin embargo no ha sido tan exitoso en reducir las de las creencias".