“Excavación profunda del universo primitivo”: el avance logrado por el telescopio Webb, analizado por expertos argentinos
Los astrónomos ya definen las imágenes como una revolución científica
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Las nuevas imágenes de galaxias y estrellas en el cielo profundo que la NASA empezó a difundir ayer están abriendo una ventana al momento histórico más antiguo de nuestro universo con una calidad inesperada. Astrónomos ya definen las imágenes que empezará a proporcionar el Telescopio Espacial James Webb (TEJW) para la investigación en ese campo como una revolución científica a la altura del acelerador de partículas para estudiar el Bing Bang o el hallazgo de restos fósiles que modifiquen el mapa evolutivo.
“Se abre una etapa fascinante para la astronomía”, anticipa Marcelo Colazo, gerente de vinculación tecnológica de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae). Señala que nace un campo único para obtener más información de la historia del universo, ir más en el pasado a las primeras galaxias que se formaron y cómo evolucionaron, analizar la atmósfera de exoplanetas (planetas extrasolares) y determinar si existen condiciones para ser habitables, entre otras posibilidades.
“Pasamos de ser el centro del universo a conocer que estábamos a una galaxia y, después, a que somos una más en miles de millones y que cada galaxia tiene miles de soles y estrellas con sus planetas orbitando, donde también puede darse la vida”, resume el astrónomo.
La primera imagen del TEJW la difundió ayer avanzada la tarde la agencia espacial de Estados Unidos en una presentación que quedó a cargo del presidente de ese país, Joe Biden, junto con la vicepresidenta Kamala Harris. “La primera imagen del telescopio espacial Webb representa un momento histórico para la ciencia y la tecnología. Para la astronomía y la exploración espacial”, dijo el mandatario sobre la fotografía proyectada. Era, en realidad, un pequeño recorte de “una pequeña porción del universo”, según explicó Bill Nelson, director de la NASA. “Un grano de arena sobre la punta de un dedo con el brazo sostenido”, definió sobre el espacio fotografiado.
“Es un salto muy grande con respecto de su predecesor, el telescopio Hubble. [El TEJW] es una gran herramienta para todos los astrónomos del mundo”, continuó Colazo. “Esa primera imagen muestra un cúmulo de galaxias [en primer plano] a unos 4500 millones de años luz de distancia y todavía se veían galaxias más lejanas, a unos 13.000 millones de años luz. Generar esta imagen impresionante del cielo profundo, que aún no está al máximo de la capacidad del telescopio Webb demandó 12 horas”, a diferencia de los días o las semanas que lleva con otros telescopios.
Con peso histórico
Sobre las imágenes que la NASA seguirá difundiendo, Mariano Ribas, coordinador de divulgación científica del Planetario de la Ciudad de Buenos Aires, sostuvo: “Tiene peso histórico porque estamos hablando del telescopio más potente que se haya lanzado al espacio y las expectativas son enormes: se trata de un instrumento más grande que el Hubble, que era la vedette de la astronomía. Y el TEJW cuenta con un espejo de 6,50 metros de diámetro, que es una superficie colectora de luz siete veces más grande. Así, el instrumento que se lanzó el año pasado ya arrancaba con un potencial muy superior y con accesorios, cámaras, sensores, espectómetro con tecnología del siglo XXI”.
Los principales objetivos del telescopio Webb, un observatorio espacial desarrollado en colaboración de 20 países y operado por la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense, es ver el universo profundo, observar sus rincones más distantes y conocer las primeras galaxias que se formaron.
“Es un telescopio que nos permitirá conocer a los testigos de las primeras épocas del universo. La primera imagen que se difundió es la más profunda, antigua y detallada del universo distante, con miles de galaxias y en el centro el cúmulo galáctico SMACS 0723, que actúa como lente gravitacional con respecto a objetos más alejados y, por lo tanto, más distantes. Es como una lupa que nos permite ver con mayor detalle y luminosidad esas pequeñas galaxias que están por detrás, a entre 12.000 y 13.000 millones de años luz”, continuó el especialista.
El telescopio Hubble había logrado imágenes similares hace algunos años, pero ahora son más nítidas y brillantes. “Es como hacer una excavación profunda del universo más distante, primitivo, porque cuanto más lejos está algo en el espacio, más antiguo es en su historia. Cuando se ve tan lejos, nos está diciendo que es una imagen absolutamente arcaica: es como ver el amanecer del universo”, describe Ribas.
Estas primeras imágenes que la NASA continuó presentando esta mañana son un adelanto apenas de lo que se espera que capte el TEJW. Uno de sus objetivos es la Nebulosa de Carina en la Vía Láctea, mucho más cerca de nuestro planeta, que es una zona de formación estelar de alto interés científico. “Es un caso emblemático porque se forman estrellas a 6500 años luz y eso, captado con el alto nivel de detalle que permite el telescopio Webb, será revolucionario para la astronomía”, anticipa Ribas.
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