Evitar las interferencias
El legítimo reclamo de familiares para el retiro del sostén vital en casos de personas con diagnóstico de estado vegetativo definitivo generó la reavivación de proyectos legislativos. Parte del debate se centra en la necesidad de contar con un respaldo legal para retirar el soporte vital; algunos médicos, abrumados por el síndrome judicial, reclaman la ley, mientras que otros reconocen que las decisiones en el final de la vida son el resultado del encuentro entre "una conciencia y una confianza".
Las familias, además de padecer el "encarnizamiento terapéutico" del familiar querido, en muchos casos son víctimas de la condena moral por sus deseos auténticos de encontrar un límite humanizado al empecinamiento médico.
Los médicos con trabajo en unidades de terapia intensiva saben que en innumerable cantidad de casos la irrupción de la muerte acontece en forma liberadora cuando se reconoce el límite del esfuerzo terapéutico.
En el ámbito del derecho un sector destacado de la doctrina nacional entiende que una adecuada interpretación de las garantías constitucionales es suficiente para legitimar el retiro del soporte vital, ya que se trata de conductas autorreferentes que no lesionan derechos ajenos, pero también es cierto que distintos pronunciamientos judiciales han rechazado peticiones encaminadas a obtener esa autorización en pacientes incompetentes.
El debate parlamentario debe evitar referencias inadecuadas como el "hacer" o el "dejar" morir y orientarse a consolidar legalmente las decisiones que se tomen en el final de la vida que "permitan" morir sin pretendidas interferencias médicas, morales o jurídicas.
El autor es jefe de Riesgo Médico-Legal del hospital Muñiz
Ignacio Maglio