Estudiar en pandemia: de la excepción a la norma, cómo se adaptó la universidad a la virtualidad
Un estudio de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación de la Nación indagó en cómo se dio este pasaje durante la pandemia de coronavirus
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Cuando se desató la pandemia en el país, en marzo del año pasado, el 93% de la oferta universitaria de la Argentina era de educación presencial. El mínimo restante de virtualidad se concentraba en las instituciones privadas. En cuanto comenzaron las restricciones, casi de la noche a la mañana, más de dos millones de estudiantes tuvieron que cambiar su forma habitual de cursar.
A un año y medio de que la educación superior cambió radicalmente —al menos en las formas— un estudio de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación de la Nación indagó en cómo se dio este pasaje.
Pese a las dificultades iniciales, cuatro de cada 10 docentes reportó problemas con recursos tecnológicos o conectividad, la gran mayoría de los encuestados (75%) dijo estar satisfecho con las acciones que tomó la universidad en respuesta a las condiciones impuestas por la pandemia de Covid-19. Esta apreciación varía un poco según se le consulte a los cuatro grandes grupos entrevistados: autoridades, personal docente, personal no docente y estudiantes. Por ejemplo, el 86.5% de los rectores estuvieron entre “algo satisfechos” y “muy satisfechos”. En cambio esta cifra baja a 67% para los docentes.
Prácticamente todos los profesores entrevistados, que fueron más de 6000, indicaron que tuvieron que transformar el dictado de sus materias a la modalidad virtual para poder continuar con las actividades académicas. El 87% consideró que se pudo cumplir con los objetivos propuestos.
Desde el punto de vista de los estudiantes, el 82% consideró que le fueron dictadas de manera online todas las materias que debía cursar en el primer semestre del 2020. Un 10% dijo que le fueron dictadas “algunas materias”. Clases sí; contenido, no tanto: solo el 30% de ellos cree que la modalidad de dictado a distancia cubrió entre el 80 y el 100% de los contenidos. Otro 29% estima esta cifra entre el 60 y 80%, y un 20% lo ubica entre solo el 20 y 40%.
¿Hubo evaluaciones en la modalidad virtual durante el 2020? El 63% de los estudiantes dijo que fue evaluado por los docentes de sus materias. Para el 29% de los alumnos esto sucedió solo en algunas materias y solo un 3,5% dijo que no sucedió en absoluto. Prácticamente todos los docentes afirman haber hecho evaluaciones de algún tipo: son el 96%. Si se le consulta a los rectores, más del 75% afirma que se tomaron evaluaciones en todas las materias de su universidad.
Permanecer en la facultad
Rodolfo Tecchi, presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) considera que hay entre un 10 y 15% de alumnos que tuvieron situaciones de conectividad “insalvables”. “Pero también está el alumno que escribió el trabajo práctico a mano en una hoja de cuaderno, le sacó una foto y lo mandó por teléfono”, describe.
Según las cifras, la mayoría (38%) de los docentes cree que entre el 80 y el 100% de quienes se inscribieron en su materia terminaron la cursada. Otro 31% de los profesores sitúa este número entre el 60 y el 80%. Un 17% lo ubica entre el 40 y 60%. ¿Los estudiantes pudieron cursar las materias a distancia de acuerdo con los objetivos planteados? El 53% cree que sí. Otro 34% indicó que no siempre y más del 10% dice directamente que no.
Desde el Ministerio de Educación nacional afirman que en el 2021 hubo muchos más inscriptos para universidades que en el 2020. Aún no se conocen estas cifras, sin embargo.
Para Jaime Perczyk, Secretario de Políticas Universitarias, las universidades argentinas “demostraron que estuvieron a la altura de las circunstancias” al adaptarse a la modalidad virtual. En el Ministerio de Educación consideran que lograron dar una respuesta integral y veloz: cerca del 80% de las universidades se adaptaron a la enseñanza virtual en un mes.
Inversión en aulas híbridas
El Ministerio de Educación presentó hoy el segundo Plan de Virtualización de la Educación Superior (PlanVES II), una iniciativa de la Secretaría de Políticas Universitarias para darle a las instituciones universitarias recursos que permitan poner en marcha las llamadas “aulas híbridas”: aquellas que permiten el dictado de clases presenciales y virtuales al mismo tiempo y facilitan el material grabado para su consulta permanente.
La propuesta prevé una inversión de 1500 millones de pesos que serán destinados a 62 instituciones de gestión pública del sistema educativo nacional, que deberán invertirlos para fortalecer el software y hardware para adecuarse a la enseñanza virtual.
Por ejemplo, en la edición anterior, la Universidad Nacional de Salta (UNSA) entregó 2200 becas de conectividad para alumnos y 70 notebooks a profesores que no contaban con una computadora para dictar clases. También se contrató 150 licencias de la plataforma profesional de Zoom para ser utilizadas por las distintas unidades académicas.
En cambio en la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ), donde ya había un campus virtual, se sumaron dos servidores para darle acceso a todos los estudiantes, que allí pasaron de ser 300 a 30 mil.
Durante la presentación, Nicolás Trotta, Ministro de Educación, refirió que el presupuesto educativo ha tenido el incremento interanual más importante de su historia.
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