Hospitales públicos: los residentes volvieron a rechazar la propuesta de la Ciudad y se profundiza el conflicto

El paro de residentes de medicina de los hospitales porteños ya lleva seis semanas sin resolverse. Reclaman poner un freno a las jornadas laborales que describen como interminables, mejorar las condiciones de trabajo –que califican como precarias– y las de las guardias que no se pagan extra. Aunque, el corazón de esta medida de fuerza tiene que ver con un pedido de aumento salarial. El problema que surge es que, mientras dure el conflicto, los hospitales públicos de la ciudad deben afrontar la falta de personal y los médicos de planta tienen que hacer malabares para absorber todo el flujo de pacientes que tenían un turno reservado o que llegan por una urgencia a la guardia. En tanto, voceros del gobierno porteño sostuvieron que la situación en los centros médicos es “aún manejable”.

Esta tarde concluyó una reunión entre Daniel Ferrante, subsecretario de Planificación Sanitaria de la ciudad, y un grupo de residentes. Allí, la propuesta por parte del gobierno porteño fue otorgarles una remuneración mínima bruta de $197.281 a partir de este mes para los residentes de primer año, solteros y sin hijos. Al mismo tiempo, se ofreció abrir una nueva mesa de diálogo para continuar la revisión paritaria que aún queda pendiente para el mes de diciembre.

Sin embargo, Carina Goya, de 32 años, una de las representantes de los residentes en la reunión, sostiene que ese aumento no es suficiente porque sus colegas de primer año trabajan, en promedio, 360 horas al mes y con ese salario cobrarían solo 440 la hora.

Las residencias son las especializaciones que, al terminar la carrera de medicina –en la Universidad de Buenos Aires (UBA) son ocho años, entre el CBC, los seis de carrera y otro de internado no rotatorio–, algunos profesionales de la salud deciden emprender. Duran por lo menos cuatro años. De este modo, estos jóvenes deben atravesar, luego de ocho años de estudio, un tramo complejo en los hospitales por las condiciones en las que –denuncian– trabajan.

“Vamos a seguir con la lucha y las medidas de fuerza. Nosotros tenemos un reclamo bien concreto: estamos exigiendo un aumento del salario básico a $250.000. Esta es nuestra sexta semana de lucha. Por supuesto, estamos muy cansados y con ganas e volver al hospital. El gobierno porteño apuesta al desgaste, pero nosotros hacemos guardias de 48 horas, así que nos sobra energía para seguir luchando por un salario digno”, afirma Goya, que estudió medicina en la UBA y hace tres años que hace su residencia especializada en pediatría en el Hospital Pedro de Elizalde. Finalmente, tras la reunión, en asamblea, los residentes decidieron continuar con el paro por tiempo indeterminado.

“Hoy no nos atendió el ministro, Fernán Quirós. El descontento es muy marcado. Esta oferta es totalmente insuficiente, de hecho ya nos habían propuesto esto en cuotas y ahora nos lo ofrecen en un pago. Esto no alcanza para llegar a fin de mes, seguimos estando por abajo de la canasta básica. Por otro lado, tienen que cesar los aprietes y los pedidos de listas en los hospitales”, reclama Sebastián Goin, de 31 años, que es otro de los residentes que adhirieren a la medida de fuerza. Él está en el cuarto año de su residencia en medicina general y familiar en el Hospital General de Agudos Cosme Argerich.

Voceros de la Asociación de Médicos Municipales sostienen que la problemática por la que reclaman los residentes también abarca a la totalidad de los profesionales: “Nosotros hoy no participamos de la reunión, sino que acudieron los delegados de la asamblea de residentes y concurrentes. Pero les dejamos en claro que vamos a defender las residencias médicas. Hoy el tema candente es el salarial. Estamos con una paritaria abierta en la cual nos volveremos a sentar en los próximos días para recomponer el salario de todos los médicos y los residentes. Pediremos un salario que mínimamente cubra las expectativas”.

LA NACIÓN consultó a la Asociación de Profesionales de Servicio Social para preguntarle sobre la propuesta del gobierno porteño, pero aún no dieron respuesta.

Los médicos de planta, “sobrepasados”

Julieta Rodríguez es pediatra del Hospital General de Niños Pedro de Elizalde. Ella es una entre tantos otros profesionales de planta de la institución que hace semanas realizan grandes esfuerzos para cubrir todos los turnos que estaban asignados y que iban a ser atendidos por residentes que ahora están de paro. Por otro lado, más allá de las consultas agendadas en los consultorios externos, la guardia del hospital también, como indicó, quedó con muy poco personal.

“La falta de personal impactó muchísimo en el hospital. Los residentes del Elizalde están participando de manera masiva en la huelga. En nuestro hospital, cada especialidad tiene su residencia, por eso esto afecta a todas las áreas. En los consultorios externos hay muchísimos turnos que iban a ser atendidos por residentes y ahora los estamos absorbiendo nosotros. Pero la situación más grave se da en la guardia, porque ahí además de hacernos cargo de los pacientes que llegan tenemos que cubrir las salas de internación. Estamos sobrepasados”, describe Rodríguez.

“Estamos sobrecargados y la problemática de los residentes no es ajena lo que nos pasa a nosotros. Acá hay médicos con 30 años de experiencia que ganan 160.000 por mes. Por eso se normalizó que todos tengan tres empleos. La verdad que el atraso de los salarios es tremenda y afecta a todo el sistema de salud”, agrega Rodríguez.

Sobre la falta de personal en los hospitales, desde la cartera sanitaria porteña explicaron que, en primer lugar, habrá que ver si el conflicto continúa. De ser así, esperan que la ausencia de los residentes siga impactando en las guardias, pero destacan que, por ahora, la situación es “manejable”.

Verónica Baletta es médica de planta del área de cirugía del Hospital General de Agudos José María Penna. Describe que allí el director de la institución mandó un comunicado solicitándole a exresidentes para que cubran guardias porque los de planta no llegan a cubrir todo el trabajo.

“Es muy difícil sin los residentes. Ellos son pilares fundamentales para la salud pública. Ellos tienen una gran carga horaria con una remuneración que es un chiste. Algo muy parecido nos pasa a los médicos de planta y a todo el personal, es lamentable. Es admirable como ellos llevan el peso de la lucha por un salario digno, sobre todo porque no cuentan con el apoyo de médicos Municipales, que es el gremio que cerró unas paritarias de manera inconsulta”, indica Baletta.

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