Estados Unidos: la madre de una niña con cáncer ruega a la gente que no compre más barbijos
LA NACION
La preocupación por la pandemia de coronavirus es fuerte en todos los países del mundo. A veces, se toman medidas concretas para evitarlas y a veces, algunas más exageradas, como la compra compulsiva de barbijos cuando no es imprescindible su uso o para tener stock. En este sentido, en los Estados Unidos, la madre de una niña que padece cáncer rogó a la gente que no compre sin necesidad estas mascarillas porque pueden dejar a su hija sin la existencia de este elemento que para ella es vital.
"Ella odia su barbijo. Pero es extremadamente importante que lo tenga", escribió en un posteo de Facebook que se viralizó Christine Fego Martin. El texto está acompañado por la foto de su hija, sentada en una silla de ruedas y con un barbijo en su rostro. Ella está cumpliendo su tratamiento en el Centro Médico de Dallas. "Ella y otros niños cuyos sistemas inmunes están comprometidos porque están llamados a luchar contra el monstruo más grande que existe: el cáncer", se agrega en el posteo.
A continuación, Martin le hace un pedido a aquellos que exageran en la compra de los barbijos: "Si su miedo al coronavirus ya lo tiene bien abastecido de estos (de los barbijos), por favor, dejen de comprar. Tomen esos miedos y pónganlos en concentrarse en lavarse las manos, desinfectárselas luego de cargar nafta, limpiar su carrito de compras o usar el codo para apretar el botón del ascensor".
Finalmente, el mensaje apela a la solidaridad de la gente: "Sean humanos y más conscientes para que los niños y las familias que necesitan estos molestos barbijos puedan acceder a ellos".
Furor por los barbijos en Estados Unidos
Las autoridades de salud de los Estados Unidos informaron que si una persona está en buen estado de salud, no es imprescindible usar barbijos. La mejor manera de mantener a raya el virus continúa siendo lavarse las manos con agua y jabón o utilizando jabón en gel.
Sin embargo, según lo demuestra un informe de la CNN internacional, el furor por la compra de barbijos de los ciudadanos en el país del norte hace que en poco tiempo se vacíen las góndolas que ofrecen estos implementos en los supermercados.
Contra esto es contra lo que lucha Christine Martin ya que su hija, al ser inmunodeprimida, necesita obligatoriamente el uso del barbijo para evitar contraer diversas infecciones mientras cumple su tratamiento contra el cáncer.
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