Coronavirus en la Argentina: escuelas privadas, en riesgo por la alta morosidad de pago de las cuotas
"Algunas instituciones debieron cerrar sus puertas, esto ya sucedió en Chacabuco, Bahía Blanca, Quilmes, Villa Urquiza, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos y otras provincias, en principio jardines maternales y de infantes que son la primera línea de afectación de esta crisis. Queremos que esto no se extienda a otros niveles ni a otras escuelas", señala a LA NACIÓN Martín Zurita, secretario ejecutivo de la Asociación de Instituto de Enseñanza Privada de Buenos Aires (Aiepba) al describir la difícil situación que atraviesan las escuelas privadas afectadas directamente por las medidas adoptadas desde que comenzó la lucha contra la pandemia de Covid-19.
Algunos se refieren a esta crisis del sector privado de la educación como la más grave de su historia, superando a la de 2002 y encaminándose a ser letal si no se atiende el problema de fondo, que hoy tiene como ejes centrales una morosidad que va entre un 65 y un 70% en las cuotas que abonan las familias, retrasos en subvenciones en algunos distritos y muchas dificultades para cobrar la Asignación para el Trabajo y la Producción (ATP) que hace que muchos docentes cobren su salario en cuotas o no lo hagan desde abril.
Según un relevamiento preliminar, solo en la provincia de Buenos Aires hay 250 instituciones privadas que están a punto de cerrar sus puertas definitivamente. Los más golpeados son los jardines maternales que, al no estár incluidos en el sistema de educación formal, no reciben ningún tipo de subsidio. Hay casos chequeados en Malvinas Argentinas, Quilmes, La Plata, Bahía Blanca, Chacabuco, San Isidro y Vicente López, entre otros municipios.
Pero también cerraron, o analizan hacerlo, algunas escuelas primarias y secundarias. "Hoy muchas escuelas están en una situación delicada. Algunas no pudieron pagar la totalidad de los sueldos, otras están muy comprometidas en los próximos meses, ni hablar con el pago de aguinaldo o con un nuevo aumento docente que está pautado para el mes que viene por ejemplo en la provincia de Buenos Aires", confirma Zurita.
"Estamos en una situación crítica. De un total de 360 alumnos en el mes de abril solo abonaron 88 padres la cuota. Nuestra escuela no tiene aporte y el arancel mensual es de 3500 pesos. Tenemos muchos alumnos de sala de tres años que se dieron de baja y otros pidieron el pase a escuela estatal", señala a LA NACIÓN Vanina Escuadra, directora de la Escuela Sol de Los Polvorines, que tiene dos turnos en los niveles inicial y primario.
"Este mes nos llegó el ATP, que sería sueldo de abril, de 15 empleados cuando tenemos un total de 32. No podemos pagar la totalidad de los sueldos y mucho menos otros gastos", señala Escuadra. Y agrega: "La posibilidad de cerrar existe. Estamos peleando contra viento y marea para no tener que llegar a eso".
"Si no hay cambios, lamentablemente tendremos que cerrar en julio o agosto", dice a LA NACIÓN una directiva de una escuela primaria de Lanús, que no quiere identificarse para no alarmar a la comunidad educativa. "Haremos lo posible, pero solo un 15% de las familias pagaron abril y la subvención no llegó en tiempo y forma", resalta.
En el Instituto René Favaloro, que pertenece a la Cooperativa Telefónica de Grand Bourg, llegó a anunciar su cierre, despidieron y reincorporaron docentes en 15 días, finalmente aclararon que seguirán con las actividades. "Para que funcione todo correctamente, cada parte tiene que hacer lo que le toca, por eso les pedimos compromiso también para el pago de cuotas y que el que no pueda se comunique con la administración y juntos busquen una solución", señalaron los directivos a las familias.
Retrasos en los ATP: retrasos en los salarios
"No hubo retrasos -aclaran desde el gobierno nacional- sino que en sectores como enseñanza privada el Ministerio de Educación solicitó intervenir dado que se trata de una actividad subsidiada y eso insumió tiempos distintos al resto de las actividades." Esta intervención está dada porque los ATP deberían compensar la diferencia entre las subvenciones, que hacen los distritos, hasta cubrir el gasto salarial. Por lo tanto, hay que realizar un relevamiento escuela por escuela. Las subvenciones estatales oscilan en porcentajes que van entre el 20 y el 100%, que es destinado enteramente a pagar salarios docentes.
"Por gestiones del Ministerio de Educación nacional el sector pudo acceder al Programa ATP, pero por cuestiones burocráticas recién se está pagando el mes de abril, estamos relevando la llegada que tuvo la medida, de los aprobados hoy el 70% de las escuelas accedió a este beneficio en su mayoría en forma parcial no total, un 30% no tuvo respuestas todavía. Y hay muchas escuelas que no fueron admitidas a pesar de necesitar la ayuda", resalta Zurita.
Días atrás el sindicato que nuclea a los docentes privados, Sadop, exigió el pago de los salarios atrasado de abril para 10.000 maestros bonaerenses.
En la Ciudad de Buenos Aires, de las unidades educativas privadas incorporadas a la enseñanza oficial, aproximadamente un 65% recibe aportes por parte del gobierno porteño. "Los aportes por parte de la ciudad se están transfiriendo en tiempo y forma", señalan desde el Ministerio de Educación de ese distrito. Y aclaran: "Con respecto a las instituciones que están solicitando, los ATP lo gestionan ante el gobierno nacional".
Según informaron algunas instituciones durante el fin de semana, la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) publicó que los empleados comenzarán a tener depositado el subsidio de abril durante este mes. "Desde la ciudad hemos cumplido con toda la información de rigor requerida", afirman desde el gobierno porteño.
Más complicaciones en un futuro inmediato
El futuro no es muy promisorio para el sector y tiene a todos preocupados por aquellos que tienen una gran necesidad y no pudieron acceder a ningún beneficio. "Hoy lo créditos no son una solución. Primero por las vueltas que dan los bancos, a pesar de la garantía Fogar, dificultan el acceso, y luego porque es una deuda que hay que pagar y no se puede sacar créditos todos los meses para abonar salarios", reclaman.
El sistema educativo argentino cuenta en educación básica con más de 10,5 millones de alumnos. Entre ellos, unos tres millones estudian en escuelas de gestión privada con 2,3 millones matriculados en establecimientos privados de la ciudad de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires.
"Tengamos en cuenta que el sector educación será el último en integrarse a las actividades, y cuando lo haga no será en forma normal ni con la totalidad del alumnado. A esto sumemos la realidad del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que es crítica y, por lo tanto, geográficamente también será la última zona en incorporarse. Necesitamos que por estas características especiales de nuestro sector se mantengan las ayudas del programa ATP o similar mientras dure este proceso en su totalidad", reclama Zurita. Y sentencia: "Queremos volver a clases cuando todo se normalice, pero con escuelas privadas que existan".
"La situación es extremadamente grave. Nosotros estamos frente a una escuela, a la que asisten niños que todos los días nos esperan, no tenemos un negocio de ropa o una fábrica", sentencia Vanina Escuadra.
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