¿Es verdad que el azúcar pone más activos a los chicos?
Cumpleaños, recreos y hasta el postre de la noche fueron ocasión para que esta pregunta se le planteara a Cecilia Baston, médica pediatra y neonatóloga del Sanatorio Otamendi. Sin embargo, la descarta de plano. Para la especialista, es un mito: "Lo que se creía era que la glucosa elevada podía generar más hiperactividad o trastornos conductuales en los niños, pero en realidad eso no se demostró, hay estudios y evidencias científicas de que no los altera".
Sin embargo, Baston subraya que en los últimos años se elevó la tasa de menores que consumen demasiada azúcar: "Hay una epidemia mundial de obesidad que tiene que ver con la mala alimentación y que se ve en etapas cada vez más tempranas. Estamos notando un aumento de hiperglucemia e insulinorresistencia por malos hábitos alimentarios en chicos cada vez más pequeños".
Ya en 1995 se publicó en el Journal of the American Medical Association un metaanálisis en el que se revisaron varios estudios sobre el tema, pero no se pudo mostrar que el azúcar afectara la conducta o el desempeño cognitivo.
"Hay que tener en cuenta que la glucosa es el principal combustible de las células y que el cerebro es el primer órgano por su consumo de glucosa -enfatiza Baston-; lo que es perjudicial es la ingesta excesiva de azúcar refinado. Esto puede favorecer la hiperglucemia o malos hábitos que a largo plazo son perjudiciales".