Es profesional, maneja un Cabify y un pasajero se burló de él: “Se bajó y me largué a llorar”
Mauro Ezequiel Grande vivió una incómoda experiencia en Palermo; en las redes sociales descargó su tristeza: “Se burlaron de mi”; en diálogo con LA NACION contó los detalles del mal momento
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En ocasiones, el trato de los clientes hacia los empleados de una empresa o institución no suele ser el más agradable. Ya sea por la falta de educación o por cuestiones de toda índole, es frecuente que vivan situaciones insólitas en sus respectivos horarios laborales. Este fue el caso de Mauro Ezequiel Grande, periodista y actual trabajador de la aplicación Cabify, quien conmocionó a los usuarios de las redes sociales tras revelar el momento incómodo que vivió con dos pasajeros. “Me invadió un fuerte dolor”, expresó el hombre en diálogo con LA NACION.
La historia tuvo lugar el viernes 3 de junio. Mauro se encontraba en el barrio porteño de Palermo, cuando dos jóvenes pidieron un vehículo. Con todo su carisma y energía de todos los días, aceptó el viaje a través de la aplicación. Si bien en un primer momento todo se llevó a cabo con total normalidad, el recorrido dio un giro 180 grados cuando comenzó a conversar con ambos. “Me preguntaron si había estudiado y qué, porque les llamó la atención mi juventud, pese a estar a meses de tener 30. Después de decir mi profesión, fue ese tajante ‘¿y estás manejando Cabify?’, mientras ambos largaron la carcajada”, relató el joven en su cuenta de LinkedIn.
Tras ese primer contacto, el joven dejó de responderles y se mantuvo todo el viaje con una gran tristeza que envolvía todo su cuerpo. No podía entender el maltrato verbal de dos personas que, sin conocerlo, se burlaron de él solo por el hecho de estar recibido de una carrera y ejercer como conductor de una app. No obstante, las risas y los comentarios no terminaron ahí.
“Me banqué los 20 minutos restantes de viaje con un nudo en la garganta y sin escuchar si siguieron o no burlándose de mí. Me negué a escuchar o ver por el espejo algo. Cuando llegué al destino, con pago en efectivo, escuché ‘son $1000, y toma $10 de propina así seguís así, periodista’”, explicó en su conmovedor relato.
Luego de este momento, el hombre se acercó hasta una estación de servicio y escribió el relato que compartió en las redes sociales. Allí, comenzó a replantearse un sinfín de cuestiones y le puso palabras a todo lo que sentía. “Decidí salir a hacer viajes para ganarme la guita dignamente, hasta que aparezca algo de lo que me recibí. No sé si estos dos pibes estudiaron o estudiarán, no me interesa tampoco, pero el menosprecio hacia el otro por una profesión o por no poder ejercer es dañino”, aseguró y terminó con sus palabras con una reflexión sobre el trato de las personas.
Días después de este hecho, y en declaraciones con LA NACION, Mauro aportó más detalles de lo sucedido. En principio, aclaró lo primero que hizo tras la pésima experiencia que vivió. “Completé esa jornada, el sábado me quedé en mi casa y me recuperé, miré la televisión, acomodé unas cosas y volví a trabajar el domingo. Desde ese día no paré. Ya me sentía mejor, me llegaron mensajes de compañeros y profesores de jornada. Esa sensación horrible ya pasó y hoy estoy bien”, argumentó.
En cuanto a los sentimientos encontrados que vive en la actualidad, sostuvo: “Me invadió un dolor porque las risas fueron muy burlonas. No solo por mi trabajo, que en este caso que es estar manejando en Cabify, lo cual parece totalmente digno, sino también se burlaron de la profesión que elegí y que amo desde que soy chico. No es que me surgió de un día para el otro el querer ser periodista. Yo perdí a mi mamá cuando tenía 11 años de cáncer y siempre en charlas con mi papá, él me contaba que ella siempre me imaginaba dentro del periodismo. El sentimiento fue muy feo”.
Asimismo, Mauro habló sobre sus experiencias con el bullying que vivió en su adolescencia. “Yo después de la muerte de mi mamá lo sufrí. Entonces lo que me pasa es que por ahí a veces en ciertas cosas soy muy sensible y también vengo luchando con mi cabeza, porque realmente amo la profesión”, precisó.
Respecto del momento que tomó la decisión de trabajar en Cabify, explicó: “Desde que me recibí de periodista en diciembre de 2021, en TEA, hasta que apliqué en la aplicación, escribí en muchos lugares y también envié mi currículum. Encontré la mejor opción, que es salir a la calle a hacer viajes”. De esa forma, y gracias a una herencia que recibió por parte de su abuela fallecida, y pilar en su vida, el joven se compró un auto marca Toyota Etios y es su herramienta de trabajo al día de hoy.
Asimismo, Mauro mencionó que la aplicación tiene una opción para cancelar el viaje por diversas cuestiones. Sin embargo, ante el momento incómodo, no lo tomó en cuenta: “Sé que yo puedo solicitar en la aplicación de que los pasajeros se bajen y decir por qué, pero en el momento en que empezaron las burlas y las risas, la verdad que quedé helado. Seguí con un nudo en la garganta y cuando se bajaron me largué a llorar”.
Por último, y sobre lo que le diría en la actualidad a aquellos pasajeros que le hicieron vivir un mal momento, concluyó: “A veces las palabras pueden ser muy dolorosas y hay que tratar de, por más que uno piensa o siente, no burlar. Deberíamos evitar esas confrontaciones, no está bueno hacer estas cosas porque no sabés la dimensión y no sabés cómo puede afectar a esa persona, como me pasó a mi de llorar y de llegar a descreer de mi”.
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