¿Es posible despertar durante una cirugía? Qué dicen los expertos sobre este y otros temores frecuentes con la anestesia
Las principales inquietudes de los pacientes y el pormenorizado trabajo de los médicos para evitar complicaciones
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Hay películas que se convierten en un éxito por exponer, por ejemplo, temores universales, tales como la posibilidad de que un avión falle en pleno vuelo o, en el caso de Bajo Anestesia (Awake), el film que se estrenó en 2007 en Estados Unidos, el miedo a despertar en medio de una cirugía. En ese caso, el protagonista, Clay Beresford, debía someterse a un trasplante de corazón. Durante el procedimiento, recobra la conciencia de su situación, pero sin poder moverse e incapacitado para avisarle al equipo quirúrgico lo que le ocurre.
La anestesia –que, tal como describe Alejandro Andersson, director del Instituto de Neurología de Buenos Aires, es un estado reversible de la pérdida de sensibilidad y, a veces, también de la conciencia mediante la administración de anestésicos– siempre estuvo cruzada por mitos y temores que no siempre se corresponden con la realidad. ¿Es posible despertar durante una cirugía? ¿Una persona puede no volver jamás del estado de inconciencia provocado por los anestésicos? ¿Podría la anestesia generar efectos secundarios de largo plazo?
En primer lugar, hay dos tipos de anestesia. Por un lado, la anestesia local, que se administra en una ubicación específica para adormecer solo una parte particular del cuerpo o una región localizada. Este tipo de anestesia, explica Andersson, bloquea temporalmente la conducción de señales nerviosas en los nervios periféricos cercanos al área de aplicación, impidiendo que los impulsos de dolor lleguen al cerebro.
En cambio, en la anestesia general los anestésicos se administran de forma sistémica, generalmente a través de la inhalación o la administración intravenosa. Suelen tener efectos en todo el cerebro y el sistema nervioso central, produciendo una pérdida completa de la conciencia y la capacidad de respuesta al dolor.
“El mecanismo de acción de los anestésicos generales no se comprende completamente, seguramente hay interacciones químicas complejas con múltiples receptores y circuitos de neuronas en el cerebro. Se cree que los anestésicos generales actúan principalmente en los neurotransmisores y los receptores asociados en el sistema nervioso central. Una teoría muy aceptada sugiere que se unen a los receptores específicos en las células nerviosas, lo que afecta la función de estos receptores y altera la transmisión de señales”, detalla Andersson.
Los anestésicos generales actúan sobre los receptores del ácido gamma-aminobutírico (GABA), que son responsables de inhibir la actividad neuronal. Es decir, potencia la actividad del GABA, lo que lleva a una inhibición más fuerte de las señales neuronales y a una disminución generalizada de la actividad cerebral. Sin embargo, Andersson señala que si la dosis no es suficiente, el paciente eventualmente podría despertar, pero en la medicina actual es prácticamente imposible que eso suceda.
“Esta es una inquietud muy frecuente en los pacientes”, resalta Martín Dómina, miembro de la Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación de Córdoba (Adaarc).
“Ante esa inquietud, les respondemos que es muy improbable que un paciente despierte debido a que se utilizan tres tipos de medicación. Una que lo va a mantener relajado, otra que lo va a mantener dormido y una que lo va a tener sin dolor. Estos medicamentos se calculan para cada paciente de manera específica. Además, previamente a la intervención los especialistas realizan unas pruebas que permiten elegir el fármaco adecuado para cada paciente en función del peso, la edad y el estado físico de la persona, y se determina la dosis precisa. Por todo esto, más toda la tecnología de la que se dispone en el campo en el que trabajamos, es casi imposible que un paciente se despierte durante la anestesia”, subraya Dómina.
¿Es posible soñar?
Durante el estado anestésico se espera que los pacientes estén sin conciencia ni sueños. “Los anestésicos te inhiben el sueño. Durante la anestesia general, se busca evitar cualquier actividad cerebral que pueda interferir con la cirugía y la respuesta al dolor, por lo que se administra una combinación de medicamentos que inhiben los estados de sueño REM. La anestesia general se caracteriza por producir un estado de pérdida de conciencia, lo que implica una supresión profunda de la actividad cerebral, y no se espera que los pacientes sueñen”, relata Andersson.
Algunos pacientes, agrega el especialista, pueden tener experiencias mentales o fragmentos de sueños al despertar de la anestesia general. Estas experiencias pueden ser confusas, fragmentarias y poco claras, y pueden variar de una persona a otra. Mientras que los casos de anestesia general “no despertable”, es decir, cuando los profesionales no logran despertar al paciente y este permanece en estado de inconsciencia, son extremadamente infrecuentes y suelen estar asociados con complicaciones médicas graves.
La recuperación
Francisco Dadic, toxicólogo del Hospital General de Agudos Carlos Durand, apunta que luego de una cirugía el estado del paciente va a depender del tipo de anestésico y la concentración que se haya utilizado. “Hay un montón de drogas que se pueden utilizar. Va a depender de la experiencia del médico, del paciente y del tipo de cirugía qué anestesia se utilizará. Si la concentración es baja, la recuperación es rápida y buena. Pero si la anestesia es mayor, la recuperación va a ser más lenta. El posoperatorio también estará ligado a las condiciones de cada persona. No es lo mismo un paciente sano que otro con insuficiencia renal, por ejemplo”, argumenta Dadic.
Otra de las creencias respecto de la anestesia es que siempre genera vómitos al despertar, algo que, según los especialistas consultados, no siempre debería suceder.
“La anestesia no deja secuelas. Por supuesto uno trata de evitar las anestesias generales y la tendencia es hacer anestesias locales para evitar en algunos casos la intubación. De cualquier manera, la anestesia no debería generar efectos adversos a largo plazo. Y respecto del temor a las alergias, siempre se hacen pruebas de sensibilidad. Se suministran pequeñas dosis y se evalúa la respuesta. Y si hubiera una reacción alérgica, se le aplicarían medicamentos para contrarrestar el cuadro”, concluye Dadic.
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