Los humedales son ecosistemas donde el agua está presente de manera temporal o permanente lo que genera ambientes únicos que albergan una gran biodiversidad. Cumplen funciones clave, como la regulación del ciclo del agua, la mitigación de inundaciones y la absorción de carbono, además de ser refugios para muchas especies. Su conservación es fundamental para el equilibrio ambiental y el bienestar humano.