Coronavirus: entretener a los chicos, uno de los grandes desafíos en tiempos de aislamiento
¿Cómo ser madre, maestra, ama de casa, pasar tiempo de pareja, llevar tranquilidad a mi madre, atender a tiempo al home office y preservar la calma?", se preguntó Iliana Javiansky en el momento en que las madres del colegio de su hija Ema, de 8 años, anunciaban por WhatsApp que ya tenían lista la tarea y ella todavía estaba intentando descifrar la plataforma digital.
"La frustración fue inevitable. Al mismo tiempo, mi marido quería ir al gimnasio del complejo y mi hija adolescente lo quería acompañar. Lo consulté con amigas y decidí tomármelo más relajada y dedicar el primer día de aislamiento a actividades de ocio como cocinar con las chicas, acomodar el placard y ver series", explica esta madre, de 53 años, tras haber atravesado los primeros días de cuarentena, juntos a su esposo y sus dos hijas en un departamento del centro de Rosario.
El contexto inédito de cuarentena en medio de un escenario de incertidumbre, alteró la rutina de los hogares del país. De un día para el otro, a la responsabilidad de cuidado, se le sumó el reto de asistir a los chicos en la continuidad pedagógica por Internet, la necesidad de atender las tareas domésticas, a cumplir con los desafíos del teletrabajo, llevar tranquilidad a los abuelos de la familia y la odisea de entretener a los hijos para bajar su nivel de exposición en las pantallas.
En ese escenario, muchos padres se preguntan: ¿Cómo preservar la calma ante tantas responsabilidades? ¿De qué manera evitar los roces de la convivencia forzada y de horario completo? ¿Cómo gestionar las emociones? ¿Cómo administrar las rutinas de ocio? Para los especialistas, es inevitable que en una situación excepcional como esta aparezcan angustia, miedo y frustración en los miembros de la familia. Para mitigar estos momentos, la psicoanalista especializada en niños y adolescentes, Nora Vinacur, sugiere apelar al diálogo. "Es un contexto muy diferente al clima de las vacaciones. Los chicos perciben la tensión en los adultos. Es importante explicarles las razones por las que tienen que estar en casa, transmitirles hábitos de higiene y hacerlos comprender que tienen la responsabilidad de colaborar en las tareas del hogar".
En la familia Tauzi Pereyra, los dos más chicos se encargaron de cocinar el almuerzo. "Bernardo, de 11 años, siempre busca estar entretenido. Ayer me pidió de hacer coquitos y hoy lo dejé hacer las milanesas. Nunca tenemos la oportunidad de estar todos en casa y me conmoví mucho al descubrir a mis cuatro hijos matándose de la risa jugando una tocata. Eso sí, tenemos que negociar el uso de las computadoras porque solo hay dos y somos seis", explica Victoria, madre de cuatro hijos varones de Rosario.
"¡Tengo que hacer una llamada!", anuncia Michael, marido de Mara. Esa es la señal para que todos dejen de usar Internet. "Fue importante organizarnos para mantener un clima armónico. El momento más agradable sucedió a la noche: proyectamos una película en la pantalla de la terraza e invitamos a los vecinos a sumarse desde sus balcones", dice Mara Rodríguez, de 53 años, que vive en una casona antigua en el barrio porteño de Barracas.
Aun en una situación excepcional como ésta, los especialistas destacan que establecer rutinas con horarios predecibles es clave para preservar la calma. "Cuando el ser humano se encuentra en un momento de crisis e incertidumbre, es fundamental establecer una estructura, una rutina, horarios y nuevos hábitos. En este momento de aislamiento preventivo, el diseño de actividades que permitan predecir lo que va a suceder, proporciona cierta autonomía y control. Los chicos aprenden por repetición y como adultos, la manera de responder de forma responsable es controlando aquello que está a nuestro alcance", explica María Laura Petruzzi, psicóloga y docente de la UBA.
Los deberes y los papeles de trabajo, reposan sobre la mesa de la casa de Mara Rodríguez de 9 a 13, como el horario escolar de sus hijos. "Cualquiera que nos hubiese visto ayer a los cuatro moviendo el cuerpo, al son de una música, se hubiese conmovido. Era una consigna del instituto de danza al que asiste Sofi. Esta noche tenemos cita con Michael. Ya ansiamos un rato a solas como adultos", contó ayer esta docente.
En un escenario de aislamiento, donde la única conexión con el mundo es a través de las pantallas, los especialistas sugieren administrar su uso para disminuir sus efectos nocivos. "Las redes y las pantallas son hoy, por un lado, la herramienta de supervivencia que nos permite estar comunicados con la familia, los amigos, los compañeros de trabajo y por otra parte un peligro porque nos pasiviza por completo", explica Susana Kuras Mauer, psicoanalista especializada en niñez.
Sobre la posibilidad de que aparezcan roces, Petruzzi señala: "Es fundamental desarrollar la paciencia y entender que cada uno va a poder actuar conforme a sus herramientas emocionales y psicológicas. El respeto de la privacidad dentro del hogar es muy importante".
Como el resto de los chicos de su edad, Álvaro, de 12, podría pasarse horas jugando con consolas. Buscando otra opción, Jorgelina le trajo una propuesta: pintar las puertas de la casa y acompañarlo a su padre en la actividad física. "Verlo lavar los platos sin quejarse fue inusual. No puedo evitar preocuparme por mis padres y es Álvaro quien me tranquiliza con sus consejos", concluye Jorgelina Catellano.
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