Las plazas de la ciudad de Buenos Aires se convirtieron en una especie de gimnasio a cielo abierto: hay 151 espacios al aire libre que cuentan con postas aeróbicas de uso gratuito, que funcionan como una opción verde al encierro de los gimnasios. Las 15 comunas porteñas cuentan con al menos un lugar donde mejorar el estado físico.
Creados en 2013, el número de puntos para ejercitarse aumentó exponencialmente durante el último año. Solamente en 2018, el gobierno de la Ciudad, a través de la Secretaría de Atención y Gestión Ciudadana y el Municipio de Ambiente y Espacio Público, puso en valor 45 espacios verdes. De ese total hay 22 plazas y parques con postas aérobicas, canchas de ping pong, de fútbol o de básquet. Cada posta aeróbica ocupa 155 metros cuadrados, y las más completas poseen varios aparatos para hacer una práctica integral.
"Las plazas de la Ciudad, además de ser un punto de encuentro, recreación, participación e integración social, son espacios que los vecinos utilizan para mantener una vida saludable y activa a través del deporte", dice Facundo Carrillo, a cargo del área que impulsa la transformación de los espacios verdes conjuntamente con las Comunas de la Ciudad. "Las postas aeróbicas brindan un espacio de recreación y de disfrute del espacio público", agrega el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Eduardo Macchiavelli.
El Parque Centenario, uno de los lugares más populares de la ciudad, es una de las alternativas más elegidas por los porteños para entrenarse. Cuando el sol empieza a caer, sus alrededores se convierten en una pista de atletismo: decenas de personas caminan, trotan, corren. Adentro hay instalaciones preparadas para el ejercicio aeróbico: uno de los puestos está fabricado con plástico reciclado.
Allí entrenan Cristina Belén Rojo, de 22 años, y Pamela Moya, de 23. Son amigas, viven en Almagro, y hace un mes que asisten todos los días a uno de los pulmones más grandes de Buenos Aires. "Está buenísimo ejercitarse acá, al aire libre. Las máquinas están muy bien, y lo mejor es poder disfrutar del sol", dice Moya, mientras se recupera de una serie de abdominales. "Los gimnasios subieron mucho de precio, y el Parque se transformó en una opción más que interesante para entrenar", agrega Rojo. "Los aparatos están en buen estado: las alfombras para recostarse, por ejemplo, están nuevas", agrega Moya.
El buen mantenimiento de las máquinas no es un denominador común de todos los puestos. Maximiliano, de 44 años, usa las paralelas de la Plaza de la Unidad Latinoamericana, en Costa Rica y Medrano, en el barrio de Palermo. Vive a media cuadra de allí, y asiste cinco veces a la semana desde hace dos años. Dice que prefiere el aire libre al encierro y gentío de los gimnasios. Sin embargo, se queja del estado de los aparatos: "La mayoría son muy obsoletos. Lo ideal sería que pongan más puestos para hacer calistenia, un entrenamiento de peso corporal, porque la gente entrena mucho en las barras", apunta. Las postas se ven frágiles: uno de los puestos tiene las barras quebradas, y en efecto, quedó inhabilitado para el uso. "A veces termino haciendo brazos en los arcos de la cancha de fútbol, pero suelen estar ocupados", cierra, lamentándose.
"Lo ideal sería que haya más barras y paralelas, que son lo que generalmente más se usa", coincide Santiago Viera. Viera sabe de lo que habla. Para él, de 22 años, las estaciones saludables también son un espacio laboral. Es personal trainer, y entrena a diferentes grupos en el Rosedal de Palermo. Arma rutinas donde combina ejercicios aeróbicos con trabajos de fuerza. "Las postas aeróbicas me ayudan a complementar porque puedo agregar otra actividad física más allá de caminar o correr", dice quien desde hace siete años hace calistenia en las plazas de la ciudad. Aunque también trabaja como instructor en un gimnasio, elige el aire fresco de los parques: "Más allá de que las plazas te dan la posibilidad de hacer trabajos más aeróbicas, lo impagable es la conexión con la naturaleza: estás rodeado de árboles, de verde, y eso hace muy bien tanto en lo respiratorio como en lo psicológico", asegura.
La práctica saludable es también, de algún modo, una forma de integración social entre los vecinos. Desde 2015 que Olga Guillén Espinoza, de 57 años, se ejercita dos horas al día en la Plaza Monseñor de Andrea, en la esquina de Córdoba y Jean Jaures, en el barrio de Recoleta. A veces va por la mañana, antes de entrar al trabajo, y a veces por la noche, cuando termina la jornada laboral. Por convertirse en una habitué conoció a Marcela, y ahora entrenan juntas: "Nos hicimos amigas. Empezamos a charlar, y cada vez que puede nos encontramos", cuenta. Olga les saca provecho a los tres aparatos disponibles: hace brazos, piernas, cadera. "Pero lo que más disfruto es entrenar al aire libre", dice.
Como una política de Estado contra el sedentarismo, la hipertensión, el sobrepeso y otras afecciones características de la vida urbana, las postas aeróbicas se expanden por Buenos Aires como una variante sana y accesible para todos los vecinos de la ciudad.
Préstamo de artículos deportivos
Los porteños cuentan con dos nuevos servicios para realizar más ejercicios en el espacio público. Se trata de Puro Movimiento y Asesoría en Actividad física, dos iniciativas impulsadas por la Vicejefatura de Gobierno de la Ciudad para fomentar la práctica deportiva a través de préstamos de equipos deportivos y asesoramiento sobre cómo y dónde hacer ejercicio.
El primero de los programas promueve el deporte mediante el préstamo de materiales deportivos como pelotas de fútbol, vóley, rugby, básquet, y elementos para jugar al tenis de mesa. El servicio funciona en las Estaciones Saludables fijas, y los artículos se pueden usar gratuitamente por turnos de 45 minutos.
La Asesoría en Actividad Física, por su parte, ayuda a que los vecinos que visitan las Estaciones Saludables puedan planificar y mejorar los ejercicios físicos. Hay profesionales que explican a hacer correctamente los ejercicios y aconsejan sobre las frecuencias de uso según las necesidades particulares de cada vecino. Los horarios y las estaciones disponibles se encuentran en la página oficial del Gobierno de la Ciudad.