Un trabajo del Conicet relevó las opiniones de más de 4500 argentinos sobre la pandemia
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El 84,3% de los argentinos considera que la vacunación masiva evita la propagación del Covid-19. Así lo reveló un estudio del Conicet, a través de una encuesta a 4537 residentes en el país, usuarios de internet y de telefonía móvil, entre diciembre del año pasado y el actual. Se trata del primer informe del relevamiento Ciencia, salud, creencias y sociedad en contexto de pandemia.
“Está muy instalada esta creencia. Los usuarios sienten que ya están protegidos con la vacuna y que se evita la propagación de la enfermedad. La convicción, de alguna manera, no es errónea, pero no es la función técnica [del fármaco]. Es algo positivo, porque demuestra que hay confianza en la vacunación. Sin embargo, esto puede llevar a que haya algún tipo de relajación de las medidas de cuidado, como el distanciamiento, el contacto con familiares y amigos o los aislamientos preventivos. Habría que matizar en la información y mandar un mensaje más claro y específico”, afirmó a LA NACIÓN Gabriela Irrazábal, investigadora del Conicet y autora del informe, que fue financiado por la International Research Network For The Study Of Science and Belief, en conjunto con la Universidad de Birmingham y la Fundación Templeton.
Además, el 70% de los encuestados manifestó estar en favor de la inoculación obligatoria. Martín Stryjewski, jefe de Internación del Cemic y miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), enfatizó: “La vacunación masiva disminuye la circulación del coronavirus, ya que reduce la infección sintomática y, en menor medida, la asintomática”. Y agregó: “Algunos estudios inclusive sugieren que los familiares de los vacunados también tienen menos afección sintomática. Por lo tanto, la vacunación no solo protege al que se vacuna; también indirectamente a su círculo de convivientes”.
Mientras, el 20% considera que la vacunación debe ser recomendada y, en el caso de los niños, debe ser una decisión de cada familia. Pero también aparecen aquellos que se niegan a administrarse alguna dosis: un 6,1% manifestó que no se vacunaría contra el Covid-19, principalmente por la falta de confianza en la vacuna (58%), por la creencia de que “te contagiás igual” (40,3%) o por miedo a los efectos adversos (37%). Además, un 11,2% considera que es suficiente con el uso del barbijo y mantener la distancia social.
Stryjewski destacó: “Es clave resaltar que las vacunas, aun aquellas consideradas menos efectivas como las inactivas [Sinopharm], disminuyen claramente las hospitalizaciones y muertes por Covid-19. Incluso en cepas como ómicron, que parecen más esquivas a la inmunidad, las vacunas podrían causar los mismos efectos”.
"La vacunación no solo protege al que se vacuna, también indirectamente a su círculo de convivientes"
Martín Stryjewski
En cuanto a los efectos adversos, el experto explicó: “Los Eventos Supuestamente Atribuibles a Vacunación e Inmunizaciones (Esavi) de tipo graves son extremadamente infrecuentes con las vacunas disponibles. En la Argentina, sobre 43 millones de dosis aplicadas, solo se han descripto Esavi graves en 0,36 de cada 100.000 dosis aplicadas [según un informe de octubre pasado elaborado por el Ministerio de Salud de la Nación]. Por lo tanto, a nivel poblacional, el beneficio de las vacunas supera ampliamente su muy bajo riesgo”.
Por otro lado, un 20% mostró dudas sobre si las vacunas modifican el ADN de las personas que se las aplican o si tienen una conexión con el autismo. “No hay evidencia científica alguna que relacione las vacunas en general con el autismo. Eso surgió de una publicación fraudulenta en 1998, cuyos autores finalmente reconocieron tal estafa académica”, destacó Stryjewski.
Salud mental
El estudio también mostró que los argentinos evidenciaron tres principales problemas sanitarios en el último año: afecciones vinculadas a la salud mental (un 47,2% afirmó sufrir ansiedad y un 36,8%, depresión), alergias y problemas en la piel (42,3% y 34,7%, respectivamente), y el Covid-19 (25,7%). Cuatro de cada 10 encuestados revelaron que una persona cercana falleció durante este año. Pero el 30% de los que padecieron un problema de salud mental no acudieron a ningún especialista: el 50% realizó cuidados complementarios, como ingerir plantas medicinales e infusiones o rezar.
“Todas estas cuestiones, sumadas al aislamiento, generaron una gran repercusión en la salud mental. Estas situaciones, en su conjunto, han sido un esfuerzo muy importante para las personas y fue un porcentaje muy reducido aquel que pudo acceder al sistema de salud por diversas cuestiones”, indicó la autora.
Además, el 18% reconoció sufrir situaciones de violencia: el 76,3% por maltrato y hostigamiento psicológico; el 18,1% por agresiones físicas; y el 5,6% por violencia sexual. La mitad de los afectados no recurrió a nadie ante este tipo de situaciones. “El resto se arregló solo, consultó a sus amigos y familiares o se autogestionó con comida y plantas medicinales, recurrió a la homeopatía o al reiki”, señaló Irrazábal.
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