En peligro de extinción: el ingenioso plan para que el ciervo de la Patagonia vuelva al Parque Nacional Lanín
La pérdida de su hábitat, la presión de la caza y la creciente actividad agrícola en la zona empujaron a la especie hacia otras tierras
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SAN CARLOS DE BARILOCHE.- El huemul –una de las dos especies de ciervos nativos de los bosques andino-patagónicos– dejó de habitar en el territorio del Parque Nacional Lanín hace más de 30 años. Diversos factores como la pérdida de su hábitat, la presión de la caza y la creciente actividad agrícola en la zona empujaron a la especie a otras tierras.
Hace algunos años, en ese área protegida comenzaron a trabajar fuertemente para favorecer su retorno a través de un proyecto que busca complementar lo que desde 2005 se viene realizando en la Reserva Biológica Huilo Huilo de Chile. Allí lograron criar y reinsertar huemules en la Región de los Ríos, donde se había extinguido.
Para su conservación, la Fundación Huilo Huilo capturó inicialmente a dos ejemplares de huemul (Hippocamelus bisulcus) y los liberó en 70 hectáreas de bosque y matorral nativo dentro de esa reserva. Ya a fines de 2005 consiguieron que naciera la primera cría en un ambiente controlado. Y en 2016, la fundación consiguió otro hito: lograr la primera reintroducción de la especie. Ese año el huemul volvió a habitar en vida silvestre en la Región de los Ríos tras 30 años de su extinción en la zona.
Con esa experiencia como faro, en el Parque Nacional Lanín intensificaron en los últimos dos años uno de los objetivos prioritarios, que es la erradicación de ganado bagual, es decir, animales sin caravanas ni marcas que se volvieron salvajes. Y esos trabajos ya parecen mostrar resultados positivos en la recuperación del ambiente en la zona del lago Queñi.
Un equipo de guardaparques recolecta por estos meses información obtenida por las cámaras trampa que se encuentran dispuestas en puntos específicos. Esas cámaras fotográficas que trabajan de forma autónoma y realizan registros cuando detectan movimiento fueron colocadas en sendas por las que los animales se desplazan dentro del bosque.
Los técnicos a cargo del proyecto sostienen que, una vez liberado el ambiente de la presión ejercida por los bovinos –que, entre otras cosas, compiten por el alimento y pisotean el estrato inferior del bosque–, se abrirá el camino para que el huemul y otras especies nativas recuperen sus territorios.
“Especies que, por escasez de alimento, se vieron forzadas a migrar, hoy regresan a sus antiguas áreas de invernada en las proximidades del lago, y junto a ellas, sus predadores naturales, dejando indicios de su presencia con cada vez más frecuencia”, indicaron desde el parque Lanín.
Avances
Además, los especialistas de ese área protegida comparten información permanentemente con sus pares de la Reserva Biológica Huilo Huilo. Hace dos años, desde Chile comenzaron a observar que los huemules se dispersan cada vez más hacia la frontera. A partir de esa evidencia y con los avances en la recuperación del hábitat en tierras argentinas, el regreso de la especie podría ser inminente.
A partir de esa evidencia, en el área de lago Queñi, se intensifican los esfuerzos a través de la planificación e integración de acciones binacionales entre la Administración de Parques Nacionales (APN) y la Reserva Biológica Huilo Huilo.
Debido a su disminución numérica y a la retracción de su área de distribución, el huemul ha sido clasificado como una especie en peligro de extinción. En la Argentina, el Congreso de la Nación lo declaró “Monumento Natural”, máxima figura de protección legal que se le puede dar a una especie en nuestro país.
Además de lo que sucede actualmente en el Parque Nacional Lanín, la experiencia de la Fundación Huilo Huilo es replicada desde agosto de 2022 en la Estación de Rehabilitación y Recría de Huemules Shoonem, el primer centro de cría de estos animales de la Argentina, ubicado en la localidad chubutense de Alto Río Senguer, unos 320 kilómetros al sur de Esquel.
El proyecto tiene como objetivo trabajar en la recuperación, reproducción y reintroducción del ciervo patagónico en ambientes adecuados para su desarrollo. Se estima que de los 2500 huemules que quedan en la Patagonia unos 500 viven en la Argentina y el resto, en Chile.
Al hablar de las amenazas que llevaron al animal al borde de la desaparición, los expertos mencionan principalmente la introducción de ganado: eso produjo amplias e intensas modificaciones del ambiente arbustivo y boscoso natural que utilizaba el huemul. Por un lado, el pastoreo del ganado afecta la composición y estructura de la vegetación y, en los lugares de alta carga ganadera, disminuye drásticamente la regeneración del bosque nativo. Por otro lado, la acción del ser humano al crear o aumentar áreas de pasturas para el ganado elimina zonas arbustivas y boscosas.
A esto se suman la división y parcelamiento de la tierra, la construcción de caminos y rutas, así como la competencia alimenticia y los riesgos de transmisión de nuevas enfermedades a partir de la introducción y liberación de ciervos exóticos.
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