En la Patagonia: temor por una ola de violentos ataques y destrozos en Villa Mascardi
SAN CARLOS DE BARILOCHE.– Constantes apedreadas a los autos que circulan por la ruta nacional 40, incendios de máquinas viales e incluso de propiedades, robos en viviendas y reiteradas amenazas a pobladores y turistas. Este tipo de ataques se suceden desde 2018 en Villa Mascardi, a solo 30 kilómetros de Bariloche, y se intensificaron, según señalan los vecinos, en las últimas semanas con el aislamiento obligatorio por la pandemia del nuevo coronavirus y la ausencia de fuerzas policiales en la zona. Anoche, se registró el último incidente cuando un grupo de personas con el rostro cubierto arrojó piedras contra las instalaciones del Automóvil Club Argentino, ubicado sobre la ruta que conduce a El Bolsón
"Esto es tierra de nadie", coinciden los pobladores del paraje que no supera los 60 habitantes. Ante el temor y la sensación de abandono por parte de las autoridades, muchos piden no revelar sus identidades y apuntan a un grupo mapuche que ocupó un predio de la localidad.
La zona estuvo en el foco de la atención cuando en septiembre de 2017, la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu se estableció en un predio, a la altura del kilómetro 2006 de la ruta nacional 40. El argumento fue que una machi (una referente médica y religiosa mapuche) había designado ese lugar como espacio sagrado. Ante una denuncia de la Administración de Parques Nacionales por usurpación, el entonces juez federal Gustavo Villanueva dispuso el desalojo. Gendarmería Nacional llevó a cabo el procedimiento, sin éxito. El 25 de noviembre de ese año, el grupo Albatros de Prefectura Naval recorrió el sector y durante el operativo, murió por un disparo el joven Rafael Nahuel. La comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu permanece en el lugar hasta el día de hoy.
Gabriel Fuks, secretario de Articulación Federal de Seguridad del Ministerio de Seguridad de la Nación dijo que el "Gobierno sigue el problema en Villa Mascardi" y que "la idea es generar una mesa de abordaje donde se discutan todos los temas de propiedad de la tierra. No es solo un tema de seguridad". Señaló que hoy hubo una reunión sobre el tema entre la ministra Sabina Frederic, referentes del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y de la Administración de Parques Nacionales.
Testimonios
"Vamos a Villa Mascardi desde hace 20 años porque tenemos una cabaña. De 2017 hasta acá la situación se ha puesto cada vez más tensa. Esto deriva de la ocupación del predio en Mascardi. Se vive con mucha angustia y preocupación", reconoció el abogado Luis Dates a LA NACIÓN.
"La comunidad –describió– está muy asustada por la escalada de violencia. Nosotros no residimos en el lugar. Vamos habitualmente. Pero los pobladores que viven todo el año tienen temor de hacer la denuncia".
Su madre es propietaria de la cabaña Los Radales que fue blanco de dos incidentes en los últimos 40 días. "Primero hubo un robo y un tiroteo con la policía. El último episodio, el 11 de mayo, hubo un intento de incendio intencional y gracias al accionar de la fuerza policial, la propiedad no llegó a destruirse totalmente", refirió Dates. En el lugar se encontraron bombas molotov.
"No se puede comprobar la autoría. No hay elementos que permitan identificar a los culpables, pero por los antecedentes en la zona, hay presunciones fuertes de que se trata de los mismos delincuentes que usurpan la tierra de jurisdicción federal", concluyó Dates.
El abogado también hizo una presentación ante la Administración de Parques Nacionales y el Ministerio de Seguridad de la Nación denunciando los hechos y pidiendo que se tomen medidas ya que "el gobierno nacional dispuso el retiro de las fuerzas federales" del lugar.
El fiscal Guillermo Lista tiene a su cargo varias denuncias en Villa Mascardi. "Hay vandalismo, saqueos, intentos de robo. La presunción está en los grupos instalados ahí porque ya hay una usurpación, pero sería apresurado hacer conjeturas. Actúan en forma clandestina y encapuchados. No han agarrado a nadie in fraganti. Entonces, sería desprolijo decir que son ellos", señaló.
Consideró que Villa Mascardi se convirtió en "una zona vulnerable" que atraviesa "un fenómeno grave y alarmante". "Es como una zona gris: ¿quién se hace cargo del problema? Es jurisdicción de un parque nacional, hay un asentamiento ilegal y las fuerzas federales ya no están en la zona. El Destacamento Policial de Mascardi es mínimo y tiene muy pocos efectivos. Hay que encarar la situación en forma integral. hay varias causas", agregó.
Episodios violentos
Las denuncias de episodios violentos en el paraje se sucedieron ininterrumpidamente en los últimos dos años.
Juan Grehan fue otro de los tantos afectados. En enero de 2018, luego de la ocupación del predio de Parques Nacionales, la comunidad mapuche avanzó hacia su predio contiguo de cinco hectáreas. "El problema son las instituciones que no funcionan", resumió. "Esta gente –planteó– dijo en primer lugar, que era el lugar indicado. Después, que no tenían territorio suficiente para desarrollarse y decidieron tomar mi propiedad. Hubo incendios, atentados, saqueos, piedrazos a los turistas y a la gente que circula por el lugar, a la policía. Y todo eso es consecuencia de esa usurpación".
En julio de 2018, el parque nacional Nahuel Huapi volvió a denunciar ante la Fiscalía Federal la ocupación del hotel de Villa Mascardi. Cuatro meses después, un grupo de encapuchados incendió tres máquinas viales y un obrador de la empresa Hidraco que, en ese momento, realizaba obras en la ruta 40.
En el verano, varios turistas que se encontraban en la costa del lago Mascardi denunciaron haber sido sorprendidos por un grupo de personas con el rostro cubierto que, portando piedras, palos y armas de fabricación casera, los obligaron a abandonar el lugar.
En agosto del año pasado, un incendio destrozó tres cabañas del camping Ruca Lauquen, que la Asociación de Colegios San José usaba para campamentos educativos desde 1957. El peritaje de la Policía Federal concluyó que el episodio fue intencional.
"Fue devastador. Ahora, volvieron al lugar en cuarentena y desarmaron por completo un alero de 6 por 5 metros. Era una estructura de hierro para la cual necesitás herramientas, varias personas para cargarla y sacarla por el camino. Es imposible trasladarla por el bosque", relató Julián Cunha Ferré, el administrador de las cabañas, a LA NACIÓN.
Admitió que tras este último incidente, se comunicó con otros vecinos que señalaron haber sufrido robos y destrozos en sus casas. "Es imposible usar este lugar porque no sabés cuándo vuelven y de qué son capaces. La metodología de incendiar y destruir es causar terror. Mucha gente que vive en Mascardi no quiere hacer la denuncia porque tiene miedo que les prendan fuego la casa con ellos adentro", advirtió Cunha Ferré.
Otros incidentes
La presidenta de la Comisión de Fomento de Villa Mascardi, Inés Marabolis, también hizo una denuncia por amenazas y destrozos a un vehículo oficial por parte de un grupo de encapuchados. El hecho ocurrió en octubre del año pasado. "Nos corrieron con boleadoras y nos arrojaron piedras. Nací en Mascardi y jamás viví este tipo de cosas", declaró la funcionaria en ese momento.
En diciembre, la comunidad mapuche informó que extendería el "control territorial" a la costa del lago Mascardi, denunciando el abandono del espacio público y la falta de limpieza.
Semanas después, la huerquen Clarisa Montenegro, de la comunidad mapuche Lof Wiritray que administra un área de acampe en la cabecera norte del lago Mascardi, denunció al grupo Lafken Winkul Mapu. Dijo que habían sufrido amenazas. "Nos dijeron que nos iban a matar uno a uno, que nos iban a abrir y a comer el corazón. Eso no es el pueblo mapuche", denunció.
También esta temporada de verano, un grupo de jóvenes denunció, a través de las redes sociales, el ataque de personas encapuchadas y armadas, mientras descansaban a orillas del lago. Relataron que los agresores les arrojaron combustible y aceite a su ropa y su carpa.
Dates consideró: "La reiteración de hechos aislados deja de ser una mera secuencia de hechos. Tiene que ver con una situación de fondo que es la usurpación de tierras de Parques. Una cosa es el reclamo de los pueblos originarios en el marco de la Constitución y la ley y, otra la usurpación de predios con hechos de violencia".
Posición oficial
"La Justicia debe identificar si hay algún nivel de agresión y decir con precisión quiénes agreden y no acusando a una comunidad entera. Hay quienes señalan a la comunidad. La comunidad, a su vez, habla de infiltrados", indicó Fuks. Y completó: "Hay reclamos que dicen que nosotros sacamos la Gendarmería del lugar. Cuando nosotros llegamos al gobierno, la Gendarmería ya no estaba. La sacó la gestión anterior en 2018. Es una decisión de la Justicia. La militarización solo generó muertos y heridas con la muerte de Nahuel que siguen abiertas. La crisis sigue ahí".