En medio de las quejas y el dolor, despidieron a los 42 gendarmes
Ayer, en el velatorio, los familiares de las víctimas exigieron al Gobierno que se aclare cuál fue la causa del accidente y cuestionaron el régimen de trabajo de los oficiales
SANTIAGO DEL ESTERO.- "Gendarmería Nacional está quebrada, dolida y conmovida", dijo anteanoche el director nacional de la Gendarmería Nacional, comandante general Omar Kannemann, fuerza que aún hoy llora a sus 42 oficiales muertos anteayer cuando viajaban desde esta provincia hasta Jujuy.
El velatorio de las víctimas se realizó en el Centro de Convenciones Forum, de esta ciudad, y ayer, cerca del mediodía, con cerrados aplausos, comenzaban a retirarse los últimos féretros.
LA NACION dialogó con un alto mando de la fuerza que pidió reserva de su nombre. Se lo veía acongojado y con la mirada perdida en ese mar de 42 ataúdes. "El gendarme, el movilero [nominación que se da a los que son parte de uno de los seis destacamentos «móviles» que la fuerza tiene en todo el país], está para arreglar quilombos, pero deja un quilombo en la casa", dijo. Y luego agregó con una sonrisa: "Los que quedan en la casa crean anticuerpos y después ya no te necesitan".
La vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, junto al senador nacional por Santiago del Estero Gerardo Zamora, recorrió ayer la sala principal del centro de convenciones para dar el pésame a los familiares.
Exigencias
En la recorrida se vivieron momentos tensos, reproches, reclamos y pedidos de justicia. "He llegado a estar hasta ocho meses sin ver a mi marido, y ahora lo tengo acá adentro", decía una viuda mientras golpeaba, con la palma de la mano, el ataúd donde estaba el cuerpo del gendarme Félix Ahumada.
"Queremos justicia, queremos saber qué pasó, queremos la verdad, queremos que alguien dé la cara y nos diga por qué los llevaron así, de un momento a otro", indicó un familiar del cabo 1° Eugenio Pineda. "No me pude despedir, en la morgue me lo entregaron prácticamente en una bolsa, irreconocible", le reprochó a Michetti.
Las prolongadas ausencias fue ron una de las preguntas que LA NACION le hizo al alto mando de la fuerza. Y en este punto se diferenció de los familiares de las víctimas. "Es la vida que elegimos. Si te ponés a preguntar, la mayoría de los comandantes generales han pasado años fuera del país. No meses, años. Es lindo cuando el sueldo viene con un importante incremento por los viáticos, pero eso tiene su otro costado, la ausencia, pero repito, es nuestra vida", respondió.
Uno de los momentos más tensos que les tocó vivir a la vicepresidenta y a su comitiva fue cuando la viuda del sargento Mario Alejandro Barcos le habló con la voz quebrada: "Los mandaron en medio de la oscuridad y me dejaron sin mi compañero. Los vemos muy poco, viven meses enteros afuera. Piensen un poco más antes de tomar estas decisiones de mandarlos así de un momento a otro, ellos también son seres humanos; sabemos que es su trabajo, pero piensen en los que quedamos, porque a mi esposo no me lo devuelve nadie", le dijo.
Ayer, cuatro gendarmes heridos en el accidente fueron dados de alta. Sin embargo, aún quedan internados tres en Salta y uno enTucumán. Este último es el que presenta un cuadro de gravedad: traumatismo encéfalo craneano, una contusión hemorrágica frontal derecha y una lesión en el bazo.
Los operativos
Muchos de los efectivos están desperdigados en los seis destacamentos móviles: Campo de Mayo y Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires; Colonia Caroya, en Córdoba; Rosario; La Pampa, y Santiago del Estero. En esos destacamentos conviven entre 500 y 1000 efectivos que dan apoyo a los fijos que hay en cada provincia.
Los destacamentos móviles tienen dos funciones. Por un lado, actuar como una fuerza antidisturbios y de seguridad ciudadana en villas, asentamientos y lugares con altos niveles de inseguridad. También entran en acción ante desastres naturales.
Uno de los operativos más importantes es el denominado Cinturón Sur, que atiende la emergencia de seguridad en los barrios de la zona sur de la ciudad de Buenos Aires, que tiene zonas calientes, como las villas 1-11-14, en el Bajo Flores, y Zavaleta, en el límite entre Barracas y Nueva Pompeya.
"En este operativo, hay un número importante de uniformados que, sumados a las tres terminales más importantes de colectivos (Retiro, Córdoba y Rosario), llegan casi los 10.000 efectivos", aseguró la fuente de Gendarmería. A esto hay que sumarle el operativo Escudo Norte, en toda la frontera del NOA y NEA, con casi 2500 efectivos adicionales que combaten el narcotráfico.
"Un gendarme apenas raso se lleva 12.000 pesos de bolsillo. Los descuentos no son muchos y los viáticos suelen ser importantes", dijo la autoridad de Gendarmería. "Estamos equilibrados con el resto de las fuerzas nacionales mientras estamos con actividad, el problema sobreviene en el retiro o en la pensión de las viudas", agregó. Según explicó el 60% del sueldo, "son sumas en negro, suplementos disfrazados en decretos con distintos números que no son remunerativos y que al pasar al retiro se los siente, ya que se cobra, con suerte, el 50%, y en el caso de las pensiones, menos aún".
Del editor: cómo sigue.