En los Martín Fierro, la coyuntura política le ganó al glamour
Las Estrellas se impuso como ficción diaria y Un gallo para Esculapio, como unitario; el apoyo a la legalización del aborto marcó una ceremonia sin sorpresas
Anoche, la entrega de los premios Martín Fierro fue un muestrario de las preocupaciones de la industria televisiva actual, la agenda pública y algo del glamour de siempre. Un gallo para Esculapio se imponía al cierre de esta edición como el gran ganador, con cinco estatuillas, entre las que se contaban mejor unitario, mejor actor de reparto en esa categoría (Luis Luque), revelación (Diego Cremonesi), autor (Bruno Stagnaro y Ariel Staltari) y director (para Bruno Stagnaro).
La ceremonia que organiza Aptra (Asociación de Periodistas de la TV y la Radio Argentina), que este año transmitió Telefé, comenzó con un número musical a cargo de Lali Espósito, que cerró su presentación desde la terraza del hotel de Puerto Madero donde se llevó a cabo la fiesta ondeando el pañuelo verde que representa el apoyo a la despenalización del aborto, que se debatirá esta semana en comisión en Diputados.
Como ya pasó en otras oportunidades en que los temas de actualidad se impusieron a la autocelebración televisiva, la ceremonia que condujo Marley intentó concentrar la atención en la unión de los canales de TV abierta y sus figuras, aunque quedó en claro desde el primer premio cuál sería el foco de muchos de los discursos. "Señores legisladores: no tengan miedo a la libertad de las mujeres. Apuesten a la educación y no a la Inquisición", afirmó Cristina Pérez al aceptar el Martín Fierro por el noticiero de Telefé que conduce junto a Rodolfo Barili.
La apelación a los legisladores sería ampliada por otras ganadoras, como Violeta Urtizberea (mejor actriz protagónica de ficción diaria), que eligió parafrasear el Martín Fierro abogando por la hermandad femenina al recibir la estatuilla por su trabajo en Las Estrellas, que también consiguió el premio a mejor ficción diaria y mejor actor protagonista (Esteban Lamothe). "Las mujeres sean unidas porque esa es la ley primera, porque si se pelean entre ellas se las comen los de afuera", decía la actriz en uno de los tantos momentos de la ceremonia que parecieron desconcertar a su conductor, que insistía en mencionar lo bellas que estaban las invitadas en la platea, sin reflejos para modular los discursos más comprometidos con sus comentarios entre premio y premio. "Aunque no me escuchen voy a seguir con el programa", amenazaba Marley desde el escenario, quien como muchos de sus predecesores volvió a señalar el poco interés que tienen los invitados a la fiesta por lo que sucede cuando no hay un premio que los involucre.
A medida que avanzaba la larga ceremonia -en la que se premió además a Eva De Dominici por su trabajo en La fragilidad de los cuerpos-, que incluyó un homenaje a Mirtha Legrand por los cincuenta años de sus almuerzos y un segmento dedicado a conmemorar el aniversario de la campaña Ni Una Menos con Nancy Dupláa y Carla Peterson mencionando estadísticas sobre la violencia de género desde el Puente de la Mujer, iba quedando claro que el gran favorito de los integrantes de Aptra para el Oro era Un gallo para Esculapio, el programa más nominado y ganador de la noche.