“En los grupos de WhatsApp hay peleas”: la grieta por las tomas de los colegios también enfrenta a los padres
Los adultos que están a favor de la protesta creen que sus hijos tienen derecho a manifestarse; los que están en contra argumentan que la medida atenta contra el derecho de los chicos a estudiar
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Las tomas en los colegios porteños, que ya llevan cuatro días, acentuaron las diferencias entre las familias que están a favor y en contra de la medida de fuerza. Quienes se muestran de acuerdo hacen hincapié en que los alumnos tienen derecho a manifestarse, y que es la única manera en que los escuchan; mientras que aquellos padres que adoptaron una posición contraria hablan de una violación al derecho de la educación.
“El conflicto está recrudeciendo día a día. En los grupos de padres hay peleas, así como hay insultos entre los chicos. La grieta está totalmente instalada y sin disimulo en las escuelas”, señaló Elizabeth Márquez a LA NACIÓN, madre de un alumno de cuarto año de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía E. Broquen de Spangenberg (conocida como Lengüitas).
Si bien Márquez opinó que entiende que la toma es un reclamo y que “debe ser atendido”, recalcó “el derecho humano inalienable a la educación” que los alumnos de diferentes niveles “ven vulnerado, y a nadie parece importarle’'.
En la misma línea, el padre de un alumno que cursa el 1° año en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, que prefirió no dar su nombre, manifestó su desacuerdo con las tomas, y precisó que ha decidido no opinar al respecto dentro del círculo de familiares de alumnos: “En el grupo de WhatsApp de padres solo se expresaron algunas mamás preocupadas por la intervención de la policía en las escuelas. Y reconozco que como padre que está en contra de la toma, prefiero reservar mi opinión en ese grupo para no generar discordia”.
Por su parte, Valeria Llobet, integrante del colectivo “Familias por la Escuela Pública”, remarcó en diálogo con LA NACIÓN la razón por la que los alumnos decidieron sumarse a las protestas: “No hay instancias de diálogo con el Ministerio de Educación sobre temas importantes”. En ese sentido, indicó los reclamos: “El conflicto por la cantidad y calidad de las viandas, así como las trabas administrativas para solicitar las becas de comedor, están instalados desde hace un tiempo. Se le ha planteado muchas veces esto al Ministerio de Educación de la ciudad, y no ha habido una respuesta. La misma falta de respuesta se da en relación a la infraestructura escolar y a las suplencias frente al ausentismo”.
Respecto de las demandas penales y civiles, por parte del gobierno porteño, a las familias de los alumnos que participan de las tomas, Llobet dijo que son “un delirio jurídico”. “No tienen ninguna consistencia, primero porque no hay delito, y segundo porque la Constitución Nacional y el Código Penal garantizan que no se persiga penalmente a una persona por el supuesto delito o contravención que causó otra”. Y concluyó: “Las tomas son parte del ejercicio democrático”.
Derechos
“El nivel de diálogo entre padres es prácticamente nulo”, sentenció Paola Galgani, madre de una alumna de 4° año del Lengüitas, que, además, enfatizó que su posición no tiene que ver con lo que los chicos reclaman, sino con la manera en que lo hacen. “Ellos [los padres a favor de las tomas] dicen que sus hijos tienen derecho a expresarse y manifestarse. Sin embargo, el derecho de sus hijos no puede pisar el derecho de asistir a la escuela de mi hija”, determinó.
Además, Galgani se refirió a las medidas adoptadas por el Ministerio de Educación porteño en relación a las “consecuencias” de las tomas, entre las que se determinó que todos los alumnos, independientemente si participaron o no de las medidas, les contarán esos días como inasistencias. “A mi hija le quedan cuatro faltas. Si persiste la toma, puede quedar libre. Por esto, elevamos una carta al ministerio y tuvimos el martes una reunión por Zoom en la que expresamos el desacuerdo rotundo de que las consecuencias sean iguales para todos. No es lo mismo hacer que no hacer”, indicó.
En tanto, Florencia Piriz, madre de un alumno de 2° año del Colegio N°3 Mariano Moreno defendió en diálogo con LA NACION las tomas y argumentó: “La juventud es la que defiende la educación pública hasta el final. Se ponen al hombro la educación porque son ellos quienes viven las condiciones en las cuales tienen que estudiar. Hay murciélagos en la sala de cine, ratas por todos lados, y las viandas no son nutricionales ni alcanzan para todos”.
Además, Piriz adelantó que considera que las tomas “no van a durar mucho porque los chicos quieren volver a estudiar”, al tiempo que indicó que no está preocupada por la pérdida de clases porque, según precisó, “ya les terminaron de tomar todos los exámenes”.
Respecto de las sanciones adoptadas por la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, consideró: “Es un fogoneo a posturas de derecha. Critican al docente como trabajador estatal y estigmatizan a los chicos como si fueran demonios”.
Al respecto, la madre de una alumna de 1° año del Lengüitas explicó que tiene “opiniones encontradas” sobre las medidas adoptadas por el gobierno porteño. “Creo que las acciones deben tener consecuencias, pero, por otro lado, me parece que atenta contra la negociación, y aleja el objetivo, que es que los chicos vuelvan al aula. Lo importante es que vuelvan a clases todos los niveles mañana mismo”, señaló.
Omar Ugarte, padre de un alumno de 1° año del Colegio Mariano Moreno, dijo al respecto que “Acuña tendría que dejar el cargo a alguien que sepa de educación”. Y agregó: “Confronta a toda la comunidad educativa, los maltrata todo el tiempo y después les pide apoyo. Un espanto”.
Sobre los pedidos de los estudiantes, Ugarte opinó que “son totalmente genuinos”. “Las condiciones de estudio son deplorables. Las viandas, los edificios y el mantenimiento. Los chicos se ven sumergidos en una realidad que no les pertenece y nadie escucha sus reclamos”, señaló.
Alumnos de jardín y primaria
Con la consigna “en defensa al derecho a estudiar y de la educación pública”, los padres y madres de los niveles inicial y primario del Lengüitas lanzaron una convocatoria para reunirse en la puerta de la escuela este viernes a las 13 para pedir por el retorno de sus hijos a las aulas.
“Tengo dos hijos en el nivel primario en el Lengüitas. Una que está en cuarto grado y el más chico que está en primero y desde el lunes no tienen clases”, indicó Virginia Frangi, quien manifestó su desacuerdo con las tomas: “Es una medida violenta y extorsiva, además de prohibir el derecho a estudiar a los demás alumnos. No desconocemos los reclamos, pero no estamos de acuerdo con el modo de hacerse escuchar”.
El caso del Lengüitas es similar al de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas N°2 Mariano Acosta, que tiene en sus instalaciones varios niveles educativos. Así, las tomas perjudican a los niveles inicial, primario, terciario y al comercial nocturno, además de los alumnos que están en la secundaria. El Acosta fue la primera en iniciar la toma, aunque el martes a la mañana los jóvenes decidieron levantarla “para que los otros niveles puedan tener clases”.
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