En la costa: los números que deja el fin de semana largo ya generan fuertes expectativas para la temporada

MAR DEL PLATA.- La calificación varía según a quien se consulte, pero los extremos están bien cercanos esta vez. “Excelente”, dicen los más conformes. “Muy bueno”, los que quizás esperaban algo más. No hay margen para caras largas. Lo cierto es que el calor, la omnipresencia del sol, los turistas en volúmenes bien altos y un satisfactorio nivel de consumo dan forma a este fin de semana largo que tiene para varios operadores la impronta de un literal inicio de temporada de verano para los principales destinos de la costa atlántica.

Lo que se vive, para algunos operadores del sector turístico, incluso es superador de lo vivido y logrado hace dos meses, con los feriados de octubre que tienen historia de ser de lo mejor por fuera de los picos de concurrencia y demanda que se dan entre las fiestas de fin de año y fines de febrero.

Quizás las altas temperaturas que se adueñaron de buena parte del país durante la última semana, en particular en la Capital y sus alrededores, contribuyeron a dar el empujón que faltaba para tomar la decisión de armar los bolsos y poner rumbo al mar.

Las playas, como se vio en los últimos dos días, mostraron imágenes propias de principios de enero. Lo mismo sucedió con los hoteles, con ocupación superior al 85%, y las inmobiliarias, que colocaron casi todas unidades que salieron al mercado para alojarse entre la tarde noche del miércoles pasado y las primeras horas de este lunes.

Martilleros consultados por LA NACIÓN afirman que les quedaron muy pocas propiedades sin alquilar durante este fin de semana, en particular aquellas de menor categoría y comodidades. Quizás un indicio de la presencia de un turismo con un piso algo más alto de exigencia.

Reflejado también en la gastronomía, donde referentes del sector destacan que las ventas durante estas dos primeras jornadas del fin de semana largo en curso son más que buenas.

“Podemos decir que arrancó el verano y estos feriados en particular acercan gente que, a diferencia del verano, vienen por poquitos días y gastan mucho más”, explica a LA NACIÓN la secretaria de Turismo de General Alvarado, Eugenia Bove, donde toman esta fecha como el mirador que les permite ver con mayor claridad el horizonte de lo que pueda deparar la inminente temporada. “Enero está casi a pleno y febrero, que venía muy bien, se estancó hace pocos días”, detalla.

Los otros destinos

A diferencia de Mar del Plata, que por volumen siempre tiene un ritmo de cierre de contratos mucho más próximo a la fecha de arribo de los turistas, el grueso de los balnearios más pequeños viene de dos o tres meses de curva de reservas en ascenso.

Cariló tenía, hasta principios del mes pasado, una sostenida demanda de propiedades para alquilar. “Hace un mes que estamos muy escasos de consultas”, comentan a LA NACIÓN desde una de las principales firmas que opera en ese mercado.

Por eso remarcan que “hay disponibilidad para todas las fechas” ya que se ralentizó la demanda cuando el rubro marchaba por momentos de gran optimismo y confirmaciones sobre casi el 90% de las casas disponibles.

¿Motivos? Los consultados coinciden que uno parece ser el Mundial de Fútbol. Varios de los habituales clientes del destino que todavía no cerraron contratos andan por Qatar. “A la vuelta resolvemos”, responden, mucho más expectantes de las posibilidades del seleccionado argentino que de dónde y cómo se instalarán durante este verano.

Otra hipótesis es la especulación. Hay propietarios que esperaron hasta último momento para ofrecer sus unidades. Frente a la gran demanda que se vivía en meses previos, apostaron a que la escasez les diera la chance de lograr valores más altos. “Ahora, con precios por encima de lo aceptable, no consiguen clientes”, comentaron desde otra de las inmobiliarias.

Se trata de una franja social que tiene más de una vivienda de veraneo, en balnearios de argentina o del exterior. “Si no la alquilan, las usan ellos”, confió desde la experiencia una reconocida empresaria del sector inmobiliario. Por eso augura que, más allá de la cantidad de alquileres cerrados, las localidades de la costa más cotizadas igual estarán colmadas desde las fiestas de fin de año y al menos hasta el cierre de enero.

Apartamentos y hoteles

En el segmento de apartamentos, que son unidades con servicios casi similares a los de hotelería, coinciden también en que este último mes la demanda se diluyó. Confían que solo tenga que ver con el “Efecto Qatar” y que, con el final del torneo, la definición del destino vacacional vuelva a estar entre las prioridades.

Como con el actual fin de semana, no hay temor a tropiezos y hay señales suficientes como para dar por seguro que la temporada de verano conformará a la costa. De lo que se mueva la demanda hacia el cierre del año dependerá si será “muy buena” o le alcanza para ser “excelente”.

La hotelería disfruta de este fin de semana largo cargado de turistas y también espera que, a partir de ahora, los futuros veraneantes empiecen a confirmar fecha y período de alojamiento por estas playas.

Mar del Plata tiene, a esta fecha, algo más de 60% de reservas confirmadas para enero en casas y departamentos en alquiler. El número es más o menos similar al del año pasado en la misma fecha, según aseguraron a LA NACIÓN varios referentes del sector.

El detalle saliente en esta previa de verano es una notoria mejoría en los pedidos de propiedades de mayor valor y mejor ubicadas, entendido como una presencia más importante de turismo ABC1, segmento que hace tiempo había perdido afinidad con Mar del Plata.

En las inmobiliarias miran también con optimismo los pedidos que crecen para la última semana de diciembre. Permanencias junto al mar para esperar la Nochebuena y volver a casa ya en Año Nuevo es una tendencia que gana cada vez más protagonismo.

Los precios vuelven a ser determinantes para la elección. La sugerencia de los profesionales del sector a los propietarios es no exigir más de 70% sobre los alquileres logrados hace un año. Pero los dueños miran la inflación que ronda el 100% interanual y están buscando algo más. El juego de oferta y demanda definirá la suerte de esas operaciones que todavía quedan pendientes. “El que aumenta mucho, pierde”, vaticinan los que más saben de este negocio.

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