Coronavirus en la Argentina. Cortafuegos: ¿Cómo es el procedimiento para aislar a los casos sospechosos en las villas porteñas?
Contener el virus y evitar la segunda y tercera ola de contagios. A eso apunta la estrategia sanitaria en la ciudad de Buenos Aires para evitar que el coronavirus tengo un efecto aún mayor en las villas porteñas donde ya se registran 15 muertes y 1551 casos. Fueron consideradas dentro de los subgrupos de riesgo en los que la enfermedad tiene un mayor impacto, junto a los barrios vulnerables, los geriátricos y los paradores para personas sin techo. Las medidas para combatirla en esos conglomerados son diferentes al resto de la ciudad y se aplican acciones más directas.
Ante la sucesión de casos desde que se conoció el paciente cero en la villa 31 comenzaron los testeos casa por casa, a los que luego se sumaron otros en las villas 1-11-14 y 21-24. El operativo no se detiene al detectar casos sospechosos o positivos de covid-19, sino que continúa con los contactos estrechos de la persona, aislados en hoteles y capillas cercanas a los barrios para realizar un seguimiento más específico.
Esa es la opción más conveniente que se ofrece a los convivientes aunque no es la más elegida. Cuando el aislamiento se realiza en la misma vivienda donde vive la persona contagiada, que es derivada a un hospital de la ciudad, se aplica otra técnica novedosa que consiste en realizar un hisopado a todos los convivientes al séptimo día de haber comenzado la cuarentena, presenten o no síntomas. De esta forma, se gana tiempo.
Con esas dos variantes se intenta combatir, además del coronavirus, un aislamiento poco efectivo en los 29 barrios vulnerables, entre villas, asentamientos y núcleos habitacionales transitorios, por el hacinamiento que se da en la mayoría de los 52.000 hogares que los componen. Además las condiciones de edificación en altura, como en la 31, dificultó aún más la cuarentena. A eso se le sumó la escasez de agua potable durante varios días, un servicio básico esencial para la higiene personal y la prevención del contagio.
Capillas, parroquias, centros barriales y hogares para abuelos son los que se dispusieron como centros de resguardos en una medida consensuada entre las organizaciones barriales y los curas villeros, que ayer se reunieron a desayunar con el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, en una señal del buen diálogo que existe.
En total son 28 sitios donde también se aconseja a los adultos mayores permanecer en aislamiento. Según los últimos datos oficiales, en los barrios vulnerables hay 4700 personas mayores de 70 años. Para este grupo de riesgo ya están en funcionamiento cuatro espacios: dos en la villa 15 o Ciudad Oculta (Capilla Caacupé y Capilla San Cayetano) y dos en la 21-24 (Casa Augusto Conte y Capilla San Blas).
Los centros de resguardos cuentan con unas 340 camas que se suman a las 150 disponibles en hoteles. Los convivientes de la villa 31 fueron derivados a los hoteles Sarmiento Palace (62 personas), Ayacucho (6), Grand Hotel (1) y Sheltown (3). Los contactos estrechos de la 1-11-14 fueron al Sarmiento (33 personas) y al Kerr (2); mientras los de la 21-24 al Sarmiento (una persona), Nontue (4), Ayacucho (1) y Sarum (2).
"Cuando detectamos un caso positivo ofrecemos el distanciamiento en hoteles y capillas, lugares que fueron estipulados con los curas villeros, pero la mayoría de las personas no quiere salir de sus casas. Entonces se resuelve de otra forma", explican fuentes del Gobierno. En esos casos se aplica la técnica del hisopado familiar al séptimo día, una semana antes de lo que se realiza habitualmente.
En los barrios que no son villas o asentamientos se efectúa un seguimiento de los contactos estrechos durante 14 días y, si la persona presenta síntomas, se realiza un test. En los aislamientos hogareños en los barrios vulnerables el testeo PCR se efectúa en todos los casos. Ayer, por ejemplo, en la villa 31 se realizaron 60 hisopados y se espera que entre 20 y 30 sean positivos. "Al separar esos casos se actúa como un corta fuego estratégico para evitar una segunda y tercera ola de contagio", dicen en el Ministerio de Salud de la ciudad.
Los aislamientos preventivos en capillas, hoteles o en las propias viviendas de las familias son la consecuencia de los testeos preventivos que comenzaron en la villa 31 el 5 de mayo y luego se extendieron a la 1-11-14 y a la 21-24. El operativo consiste en ir a buscar a los posibles contagiados para asistir a los casos sospechosos y aislar a los contactos estrechos. Hasta ayer en la villa 31 hubo 1134 personas testeadas de las cuales 669 resultaron positivos (el 59% de los casos), en la 1-11-14 se testearon 463 y 172 fueron positivos (37%) y en la 21-24, 91 personas testeadas y 12 positivos (13%).
Hasta el momento los testeos PCR corresponden al operativo Detectar aunque en los próximos días podrían comenzar a utilizarse los desarrollados por el Conicet y que fueron presentados el viernes pasado por el presidente, Alberto Fernández. Además de los testeos preventivos el Ministerio de Salud trabaja con un nuevo concepto, el del caso sospechoso sensibilizado para ajustar aún más la búsqueda de casos positivos.
Un caso sospechoso sensibilizado es aquella persona que tiene solo un síntoma (fiebre, tos seca, dolor de garganta o malestar físico) y vive en una villa o barrio vulnerable, o está alojada en un geriátrico o parador para personas en situación de calle. Desde que comenzó la pandemia la recomendación general indicaba que si se padecía fiebre combinada con otro síntoma se debía realizar la consulta por posible covid-19.
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