En fotos: libertad y adrenalina en los acantilados de Mar del Plata a bordo de un parapente
Mauro V. Rizzi - LA NACION
Actualizado el 24 de enero de 2021
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Vuelos desde los acantilados en la escuela de "Marcelo Parapente MDQ" Mauro V. Rizzi - LA NACION
Se acercan personas de todas las edades para realizar vuelos de bautismo en parapenteMauro V. Rizzi - LA NACION
El deporte del parapente nació por impulso de montañistas que buscaban descender con rapidez de las cimas que habían alcanzadoMauro V. Rizzi - LA NACION
El piloto debe conocer la geografía y la zona de despegue para garantizar un vuelo agradable y seguroMauro V. Rizzi - LA NACION
El instructor marplatense, Marcelo Laise, comenzó con la actividad a finales de la década del 90Mauro V. Rizzi - LA NACION
La duración del vuelo es de 15 a 20 minutosMauro V. Rizzi - LA NACION
En la zona de los acantilados hay viento la mayoría de las jornadas. En caso de no haber brisas, se opta por el vuelo con motorMauro V. Rizzi - LA NACION
Se puede filmar el vuelo a pedido de los clientesMauro V. Rizzi - LA NACION
El principio de vuelo del parapente es aerodinámico, similar al de los aviones y planeadores. Vuela por la fuerza de sustentación que se crea al circular el aire alrededor del perfil del alaMauro V. Rizzi - LA NACION
Mar del Plata desde el aire. Vuelos en parapente desde los acantiladosMauro V. Rizzi - LA NACION
En la zona de los acantilados hay viento la mayoría de las jornadas. En caso de no haber brisas, se opta por el vuelo con motorMauro V. Rizzi - LA NACION
La práctica del parapente cuenta con miles de aficionados en todo el mundoMauro V. Rizzi - LA NACION
Un vuelo rasante sobre la costaMauro V. Rizzi - LA NACION
La duración del vuelo es de 15 a 20 minutosMauro V. Rizzi - LA NACION
Mar del Plata desde el aire. Vuelos en parapente desde los acantiladosMauro V. Rizzi - LA NACION
El piloto debe conocer la geografía y la zona de despegue para garantizar un vuelo agradable y seguroMauro V. Rizzi - LA NACION
El momento de recoger y guardar el equipo de vueloMauro V. Rizzi - LA NACION