Desde finales de 2020, con la imposibilidad de viajar al exterior por las restricciones de la pandemia, Mendoza comenzó a ser elegida por los argentinos de alto poder adquisitivo; la tendencia sigue consolidándose
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MENDOZA.- La pandemia de coronavirus le abrió una puerta de lujo al turismo premium en la provincia. Las flexibilizaciones que anticipó el distrito con el sector en medio de la estricta cuarentena nacional se transformaron en una oportunidad no solo para la industria, sino para los visitantes de alto poder adquisitivo que no podían viajar al exterior.
Ahora, según contaron a LA NACION los referentes del sector, los turistas argentinos “se quitaron el velo” y se sorprenden con lo que viven y descubren en Mendoza. “Estaban compenetrados con Miami o Europa; ahora no dudan en visitarnos, y también en volver”, afirmaron.
Desde el Observatorio de Turismo de la provincia indicaron a este medio que la ocupación hotelera superó a los niveles prepandemia y que los visitantes premium tienen un gasto diario promedio de 700 dólares y se hospedan entre tres y cuatro noches. Así, durante la estadía en los complejos de alta gama aprovechan, no solo para disfrutar de la gastronomía exclusiva, maridada con los mejores vinos, sino para contratar actividades en distintas zonas de la geografía local, por lo que realizan desde visitas a bodegas para degustaciones privadas o sunsets, cabalgatas, bicicleteadas hasta vuelos en globo, en el este provincial, o en helicóptero, principalmente en el Valle de Uco, donde ya existen 11 helipoints para tomar una excursión.
De hecho, el crecimiento es notable, con altos y permanentes niveles de ocupación, según explicaron a LA NACION desde el Ministerio de Cultura y Turismo de Mendoza. Así, con barbijos y alcohol en mano, luego de la primera apertura para los locales en julio de 2020, desde fines de ese año comenzaron, tímidamente, a llegar cada vez más argentinos de las distintas provincias, sobre todo porteños, quienes finalmente se apoderaron con fuerza de las propuestas de alojamientos exclusivos, de la mano del vino. Así, ahora, más allá de la creciente presencia de visitantes internacionales, principalmente brasileños y estadounidenses, por la recuperación de la conectividad aérea, los nacionales pisan con fuerza en la provincia.
Huéspedes top
Por eso, ahora, de cara a las vacaciones de invierno, aunque en realidad ya es una constante durante todo el año por la “repitencia” de los viajes, Mendoza se prepara para recibir a un vendaval de huéspedes top. Así, no dudan en desembolsar entre 500 y 1000 dólares diarios, a precio oficial, para pasar una noche en una suite de lujo, que, según el hospedaje, puede tener desde chimenea, cava, terraza con jacuzzi hasta servicio de spa, además de la alta cocina.
En este escenario hay grandes jugadores, que consolidan su posición en la actividad. Entre ellos, aparecen en primer plano Rosell Boher Lodge, Cavas Wine Lodge, Entre Cielos, Susana Balbo Winemaker´s House & Spa, The Vines, Casa de Uco, La Morada, Salentein, Casa Petrini, La Gaia Lodge, Hotel del Cielo, Al Pasión, Estancia Atamisque, Villa Mansa y La Galeana.
Los movimientos por estos sitios ubicados en diversas zonas de la geografía provincial ya están a la orden día, y en las próximas semanas, serán mayores. “Viajamos con dos amigas, a disfrutar de la vida. Mendoza nos recibió con un rayo de sol. Paramos en el hotel The Vines, y luego fuimos a bodegas Salentein, ejemplo de orden y producción, con un guía muy docente. Por ahora, una hermosa experiencia”, contó a LA NACION, Gilda Arougetti, quien llegó de la ciudad de Buenos Aires para disfrutar al máximo, minuto a minuto.
“Es una experiencia increíble hospedarse en estos sitios soñados. Mendoza sorprende siempre, y volver es un placer”, indicó Mariana, que también llegó a la provincia desde Buenos Aires, junto a su pareja para aprovechar de unas jornadas de relax, de la mano de experiencias top en otro alojamiento de excelencia.
Rosell Boher Lodge, un exclusivo complejo de villas de alta gama, ubicado en la zona de Alto Agrelo, en Luján de Cuyo, donde también funciona el “mejor restaurante de bodega del mundo 2020″, elegido por el jurado de las Great Wine Capitals, es uno de los sitios más demandado por los turistas. “La estamos pasando de diez. Venimos siempre a Mendoza, es la conjunción perfecta de paisaje, clima, gastronomía y, por supuesto, vino. Mendoza es el todo, nos encanta. Somos visitantes asiduos y vamos a seguir viniendo. Para escapadas de fines de semana es increíble”, contó a LA NACION Martín Fiorito, de 42 años, oriundo de la ciudad de Buenos Aires, quien llegó ayer, junto con su mujer Andrea, y estarán hasta el domingo en el hotel, recorriendo bodegas y disfrutando de los mejores platos.
“Años anteriores en Rosell Boher Lodge nos pasábamos hablando en portugués porque la mayoría de nuestros clientes venían de Brasil. Ahora estamos por encima del 54% con visitantes argentinos, principalmente de Buenos Aires. Tuvimos un 35% de crecimiento en la ocupación en lo que va del año, comparado con 2021″, señaló a LA NACION Alejandra Gil Posleman, gerenta del alojamiento. Para más detalles, al observar las estadísticas del complejo, en mayo de este año triplicaron los números de ocupación, al comparar con el mismo mes de 2021, con un 80% de turistas argentinos; primero, de Buenos Aires, luego de Mendoza, Córdoba y Santa Fe.
Experiencias innovadoras
“Mendoza es un destino moderno, dinámico, de vanguardia, con una gestión pública que trabajó, en coordinación con el sector privado, para generar confianza en épocas críticas de pandemia, cuando se cuidaron la salud y la economía. Esa visión que lideró el gobernador Rodolfo Suarez dio el marco para generar inversiones y un fuerte desarrollo de experiencias innovadores, nuevas bodegas, más hoteles, más gastronomía, nuevos ejes comerciales, así como también obra pública afectada al turismo”, explicó Nora Vicario, ministra de Cultura y Turismo de Mendoza. Y agregó: “Hemos recuperado todas las rutas aéreas internacionales y nacionales y tenemos buena conectividad terrestre con cualquier sitio de la Argentina. Hospitalidad, diversidad, naturaleza, nieve, vino, gastronomía, paisajes imponentes y una gran oferta cultural hacen de Mendoza un destino único”.
En el horizonte de las villas deluxe, también con las habitaciones enclavadas en medio de los viñedos, asoma con gran peso Cavas Wine Lodge, el primer hotel del vino en Mendoza. Este lugar, que lleva dos décadas de actividad, también está ubicado en Luján de Cuyo, en el corazón de la región vitivinícola más importante del país, por lo que ofrece bicicletas para realizar visitas a reconocidas bodegas de la zona. En este sitio también se hacen degustaciones exclusivas con sommeliers en la cava y cuenta con un spa. “Cavas era un sueño, y nos decían que difícilmente un cliente pagaría la tarifa que cobramos. Pero, nuestro producto de calidad siempre fue muy bien recibido. Y nos encantan los huéspedes argentinos. En este nivel de hotel, gasta, agradece, se divierte; y el boca a boca se ha hecho muy grande. Hoy, la gente quiere premiarse más, quiere disfrutar más la plata”, señaló Cecilia Díaz Chuit, creadora del emprendimiento. “En la pandemia fue clave que Mendoza haya abierto más temprano. Fue una jugada fuerte, que podría haber salido mal, pero ese músculo de ponernos en campaña y movernos rápido, que no pasó en el resto del país, nos permitió prepararnos para perder el miedo y estar hoy más consolidados. A todo este sector le está yendo muy bien”, agregó la empresaria, quien puso en valor un dato: antes de la pandemia, el 8% de los visitantes era argentino, mientras que en 2021, esa cifra trepó al 50%. Hoy, alojarse en Cavas, en una habitación doble, con desayuno incluido, ronda los 500 dólares.
Otro sitio que impactó a los turistas es el hotel de la reconocida empresaria bodeguera y primera enóloga del país, Susana Balbo. “La pandemia permitió al argentino redescubrir a la Argentina como destino de lujo, dándose cuenta que existe una gran cantidad de propuestas de nivel internacional en el interior del país y en las distintas estaciones del año, siendo Mendoza un excelente destino para disfrutar de estas experiencias de alta gama”, explicó a LA NACION la hija de Susana, Ana Lovaglio Balbo, propietaria y coanfitriona de SB Winemaker’s House & Spa Suites, que abrió sus puertas en abril de este año. “En nuestro caso en particular, si bien la propuesta fue pensada para un mercado principalmente extranjero, la respuesta del público argentino nos ha sorprendido gratamente, hemos recibido ya importantes personalidades del segmento, y contamos aún hoy con una importante cantidad de reservas y consultas de cara a la temporada invernal”, agregó Lovaglio, quien comentó que para esta estación esperan recibirescapadas de parejas y adultos que buscan relajarse y desconectarse. Además, para aquellos amantes de la aventura y el esquí ofrecen un plan exclusivo de Ski-Week & Spa en conjunto con el centro invernal El Azufre.
También, como opción diferencial están los safaris aéreos que ofrece el hotel de Balbo en un exclusivo avión anfibio, único en América Latina, operado por Vision Air VIP. Sin dudas, por estos días, y pensando en las vacaciones de invierno, otra opción que suelen combinar los huéspedes es la escapada al complejo de esquí Las Leñas, en Malargüe, el sur provincial, que ya cuenta con reservas por encima del 80%.
“El turismo en Mendoza es un cluster de servicio, donde se busca la excelencia. Hoy, con todo lo que pasa en el mundo, somos un destino en paz y en contacto con la naturaleza, con el vino como hilo conductor, con un visitante, sobre todo porteño e internacional, que se enamoró de nuestra tierra. Sostener el turismo de alta gama es fundamental porque genera mucho trabajo”, expresó a LA NACION, Claudia Yanzón, directora de Promoción Turística de la provincia, que afirmó que el Ministerio de Cultura y Turismo pondrá ahora el foco en cursos de capacitación para dar más apoyo al sector privado en la incorporación de personal. También, contó que en los últimos meses en la provincia abrieron cinco bodegas, de las más de 150 abiertas al enoturismo, con excelentes propuestas gastronómicas, además del rápido desarrollo del glamping, con más de 20 sitios autorizados a prestar el servicio.
Mariana Juri, actual senadora nacional por Mendoza y ministra de Turismo durante la pandemia, es una de las principales artífices de las medidas que tomó la provincia en el peor momento de la crisis sanitaria, evaluó: “Mendoza ha desarrollado experiencias lo suficientemente atractivas, innovadoras y de calidad para atraer a un segmento de alta gama. La apertura anticipada del turismo fue una medida sumamente acertada. Se recibieron vuelos nacionales desde el primer día que se habilitaron sin pedir ningún requisito adicional. Todo ello sumado a la gran cantidad de hoteles, bodegas, restaurants abiertos en aquellos momentos con ofertas atractivas, y a la imposibilidad de los viajeros argentinos de alta gama de viajar al extranjero, hicieron que ese tipo de turismo ´descubriera Mendoza´”.
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