En diez años, mejoró 13% la finalización del secundario a los 17

Parece poco, pero es un dato relevante. En los últimos 10 años, la cantidad de adolescentes que a los 17 años lograron alcanzar el último año de la secundaria pasó de 32 a 45 de cada 100, y lo hicieron sin haber repetido ni abandonado la escuela . La mejora, de un 13%, representa uno de los principales resultados del informe del Observatorio Argentinos por la Educación.

"Es como un nudo que se desata muy lentamente -grafica Irene Kit, una de las autoras del estudio y presidenta de la Asociación Civil Educación Para Todos-. El ciclo básico de la educación secundaria es un paso muy complejo para muchos estudiantes. Y si bien hay más indicadores que muestran mejoras, también están los que reflejan los problemas que persisten. En la última década, casi el 30% de los estudiantes del secundario reprobaron o no llegaron a terminar la cursada del año. En 2016, por ejemplo, fueron 505.855 los que no lograron promover algún grado del ciclo básico".

De un par de maestros durante todo el año a una docena de profesores y asignaturas desde el primer día de clases. De la llegada tarde que se refleja con un sellito en el cuaderno de comunicaciones a un estricto régimen de asistencia. Y de evaluaciones esporádicas entre semanas a lidiar con hasta tres en un día. El paso de la primaria a la secundaria enfrenta a los adolescentes a un gran desafío, y a veces a un gran problema.

Para Kit es necesario tener en cuenta la evidencia científica demostrada en los últimos años sobre la complejidad en la reestructuración y reorganización cerebral que ocurre desde el inicio de la pubertad hasta entrada la adolescencia: "Es una etapa donde están en proceso de maduración distintas estructuras involucradas en funciones como planificar, organizar, anticipar, asumir las consecuencias de las acciones o postergar las recompensas en función de un bien posterior. Y en la combinación de este proceso con la nueva vida de la secundaria hay un alto riesgo de hacer fracasar el esfuerzo de profesores y estudiantes".

También son cada vez más los estudiantes que asisten a primer año en edad oportuna -con un aumento del 8% entre 2007 y 2017- sin haber experimentado situaciones de fracaso previas. Junto a esa mejora visible hay otra que ocurre más lentamente. La de aquellos estudiantes que ya cursaron primer año pero que reprobaron o abandonaron durante el año y deben reinscribirse. Ellos también son más, aunque apenas reflejado en un 4%.

En un contexto de estabilidad poblacional -la cifra de estudiantes se mantuvo en torno a los 700.000 durante el período analizado-, creció la cantidad de los que alcanzaron el último nivel, y los egresados acompañan la tendencia, con un aumento del 33% durante estos 10 años. En 2007, 251.451 obtenían su título; en 2017 fueron 335.399.

Esta mejora no oculta un problema persistente: "Una cuarta parte de quienes acceden al último año de la secundaria no logran acreditar el nivel; no obtienen su título, por adeudar materias previas o por reprobar materias de ese último año de estudio".

En las provincias con estructura de 6 años de primaria y 6 de secundaria, por cada 10 alumnos inscriptos en 1er. año en 2016 dos finalizaron el año escolar habiendo repetido o abandonado. En los distritos con estructura 7/5, esta proporción es mayor, y en 2016 alcanzó a 3 de cada 10. "Es llamativo que la estructura 6/6 sea mejor en términos de trayectorias regulares que la de 7/5 -agrega Sandra Ziegler, investigadora y coordinadora de Flacso-. Y eso conduce a cuidar la situación de las provincias que han adoptado el último esquema".

El informe también constata un problema de vieja data: muchos de los estudiantes que reprueban no vuelven a inscribirse al año siguiente. Como ejemplo, 1 de cada 3 repetidores del último año del ciclo básico no vuelve a la escuela al año siguiente. Desiste.

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