En detalle: cómo fue el complicado operativo para encontrar a Benjamín en San Juan
Las veinticuatro horas más largas en la vida de la familia Quiroga-Sánchez se vivieron entre las 17 horas del domingo y las 16:30 del lunes tras la desaparición de Benjamín, de seis años, quien estuvo perdido durante ese lapso de tiempo en una zona semidesértica ubicada en el departamento Albardón.
Todo comenzó cuando el domingo, en una salida familiar, el chico salió corriendo a campo traviesa, pero no está del todo claro por qué esa corrida terminó en horas de angustiante espera. Una hermana del chico contó que jugaba con una piedra y desapareció. También la joven de 17 años desmintió que el chico fuese autista. La familia había ido a pescar a la zona del río Salado.
Inmediatamente, la madre del menor dio aviso a las autoridades policiales y se comenzó una búsqueda que terminó de reunir a más de mil personas entre deportistas extremos, fuerzas de seguridad, agrupaciones gauchas y hasta efectivos de ejército.
La zona donde se perdió Benjamín presenta terreno pedregoso –es zona de río- y también zonas con barro y pequeños arbustos. En cuanto a la fauna del lugar, hay jaurías de perros cimarrones, y aunque en algún momento era zona de pumas, como en el terreno entrenan enduristas, cuatriciclos y camionetas 4x4, estos felinos ya no son habitués del lugar. El chico fue encontrado a unos 21 kilómetros del lugar donde estaba la familia al momento de la desaparición.
Un operativo de película
Al principio el operativo de búsqueda comenzó a ser ejecutado por personal de la Seccional 18 del departamento Albardón –donde se radicó la denuncia por parte del abuelo del menos- también se sumó Bomberos, Grupo Geras y la División Montada y Canes de la policía de San Juan.
Con el correr de las horas la desesperación y la angustia fue ganando los ánimos, es que esa zona de noche se convierte en una trampa mortal. Es tan difícil el acceso que solamente en el lugar donde fue encontrado Benjamín puede accederse en moto enduro, ni siquiera las 4x4 pueden llegar.
Esta fue la razón por la cual la solidaridad de los sanjuaninos se puso a flor de piel. Primero fue Alberto "Puchi" Ontiveros, que con seis Dakar sobre sus espaldas comandó un grupo de unos veinte enduristas que empezaron a rastrillar la zona siempre bajo la atenta mirada de la policía de San Juan, tarea que fue supervisada por el secretario de Seguridad, Gustavo Fariña y el Director de Protección Civil, Alfredo Nardi. Mientras esto ocurría, en las redes sociales y a través de cadenas de whatsapp los fanáticos del deporte aventura se sumaban y llegaban hasta el lugar.
De esta forma, grupos de trek, agrupaciones gauchas, instituciones como el Club Andino Mercedario también llegaron para aportar su granito de arena. Si bien no era para nada aconsejable, hubo personas que corrieron el riesgo y no suspendieron la búsqueda en la cerrada noche en medio del campo sanjuanino. Integrantes del Andino Mercedario, enduristas, entre otros, siguieron buscando. Mientras tanto continuaba la llegada de voluntarios para sumarse, pero se les pedía que necesitaban gente descansada para reiniciar la búsqueda con todas las fuerzas apenas empezara a amanecer.
Las huellas de la esperanza
Mientras baqueanos, enduristas, fuerzas de seguridad, ejército y un dron más el helicóptero de la provincia buscaban incesantemente, aparecían huellas en el lugar que encendían la esperanza, pero al poco tiempo las huellas se perdían pero no cesaba el entusiasmo.
Fue un joven en un cuatriciclo, Sergio Lliteras, el que encontró unas huellas de zapatillas en el sentido contrario al que se realizaba la búsqueda y decidieron seguirlas. Fue así que un baqueano y un puestero que cría cabras en la zona –Peko Elizondo y Juan Reinoso- siguieron atentamente esas huellas que los llevaron hasta una zona de arbustos pequeños, precisamente debajo de uno de ellos esta Benjamín, sano en apariencia, luego se corroboraría que solo tenía una deshidratación leve, y algunos rasguños.
En ese momento en que apareció "Puchi" Ontiveros y, según su propio relato, ni siquiera se detuvo solo pegó la vuelta y fue a avisar para que rápidamente el helicóptero lo sacara del lugar.
La noticia se celebró por parte de todos los rescatistas a medida que se iban enterando, a punto tal que la frase "lo encontramos" confundió a muchos y circularon versiones erróneas de quienes eran los héroes de la jornada.
El chico fue trasladado hasta el Servicio de Urgencias del Hospital de Niños, donde fue sometido a distintos estudios. Tras comprobarse su estado de salud y recuperarse algunas horas en internación, ayer martes fue dado de alta sobre las 14 horas. Durante la mañana fue visitado por el gobernador de la provincia, Sergio Uñac, información que fue transmitida por prensa de casa de gobierno ya que no se dio aviso previo al periodismo.
La versión del padre
Marcelo Sánchez, papá de Benjamín, atendió a LA NACIÓN y contó que se enteró recién sobre las 21 horas del día domingo de lo que estaba ocurriendo, razón por la cual inmediatamente se trasladó hasta el lugar. Consultado sobre cómo se produjo el extravío del chico, dijo no saber porque él no estaba.
Sobre cómo es Benjamín, contó que "es inquieto, como todos los niños, rebelde, revoltoso, como todo niño normal". También relató que en el hospital le dijo "llamen a mi mamá para que se disculpe conmigo por haberme dejado solo y yo le voy a pedir disculpas porque no pude volver, había muchas piedras", agregando que "es lo único que me dijo".
Sobre qué hizo el chico, el papá reveló que "me contó que anduvo escalando, caminando, corriendo y que le dio mucha sed porque tenía muchos calor, encontró agua en el piso y tomó de allí. Cuando se hizo de noche le dio miedo, no quería dormirse porque se lo iba a llevar el viejo de la bolsa, pero en algún momento se durmió".
Visiblemente emocionado, Marcelo contó que "verdaderamente fue un milagro, so tengo palabras para agradecer a todas las personas que colaboraron y que no permitieron que mi hijo tuviera otro final".