En Columbine aún buscan respuestas a la matanza de 1999
WASHINGTON.- "Cinco años y medio después nos seguimos preguntando por qué y no encontramos las respuestas", dice Rick Kaufman, que en 1999 fue el líder de respuesta a la crisis que siguió a la masacre de 12 estudiantes y un profesor a manos de dos alumnos, que luego se suicidaron, en la escuela secundaria Columbine en el estado de Colorado.
La masacre, la primera de su tipo, puede tener puntos de contacto con lo sucedido en la escuela Islas Malvinas de la ciudad bonaerense de Carmen de Patagones.
"Yo estaba en la escuela Columbine la mañana del 20 de abril de 1999. Ciertamente fue brutal. Durante varios días tratamos de entender qué había pasado y cómo podíamos seguir. Y estoy seguro de que la comunidad en la Argentina experimenta hoy una situación semejante", dijo Kaufman a LA NACION en un diálogo telefónico desde Golden, a pocos kilómetros de la ciudad de Littleton, donde está situada la escuela secundaria Columbine.
La comunidad de Carmen de Patagones "querrá saber por qué un joven fue a la escuela, disparó y mató a tres de sus compañeros e hirió a otros. Es la misma pregunta que nosotros nos hacíamos cinco años y medio atrás: ¿por qué? No tenemos las razones y nunca las tendremos porque los dos atacantes en Columbine se suicidaron. En la Argentina, el joven se lo podrá decir a las autoridades", agregó.
El respeto a la vida
"Ellos perdieron el respeto por la vida y nos hemos preguntado por qué. La similitud de Columbine con esa comunidad en la Argentina es que las escuelas son el reflejo de sus comunidades y su sociedad. Y cuando uno tiene acciones violentas y criminales en la sociedad es sólo una cuestión de tiempo que los estudiantes o los adolescentes se recuesten en la violencia como una forma de llamar la atención, como respuesta a la ira o al dolor", señaló el profesor de la escuela secundaria, cuya tragedia fue el eje central del documental en contra del uso de las armas "Bowling for Columbine", del polémico director Michael Moore.
Kaufman, que hoy trabaja en la oficina de supervisión de las escuelas del condado de Jefferson, Colorado, donde está Columbine, donde el 20 de abril de 1999 se produjo la masacre, dijo que a partir de esa tragedia "se trabajó en la identificación de los estudiantes con problemas, o que viven en hogares divididos o sufren pobreza, o que tienen problemas en la escuela porque sus expectativas son muy altas y se sienten fracasados".
Dijo que la tragedia cambió para siempre la vida de la sociedad dela ciudad de Littleton.
"Somos una comunidad estrechamente vinculada, que entendió la importancia de marchar juntos para ayudar a los estudiantes y a la escuela que vivió esta dramática experiencia. Tenemos un objetivo: ayudarnos entre todos a superar ese trauma", comentó.
"Cinco años y medio después es todavía doloroso. Pero estamos en un mejor lugar, nos enfocamos en qué necesitábamos hacer para continuar avanzando", señaló Kaufman, que sigue viviendo en la ciudad donde se produjo la masacre.
El docente explicó que muchos de los estudiantes testigos de la tragedia están en la universidad y algunos permanecen en la ciudad. Y muchas de sus familias, incluidas las de los asesinados, siguen viviendo en Littleton, aunque otras se mudaron para siempre.
"El hecho básico es que tanto nosotros, educadores y adultos, debemos encontrar las formas de ayudar a los estudiantes a que se encuentren consigo mismos y puedan razonar sobre la violencia. Tenemos que poner atención y hallar las formas, tanto en los Estados Unidos como en la Argentina o en cualquier parte del mundo, para detener la violencia de estudiantes que matan a otros estudiantes."