En acción: así funcionan las bombas termobáricas que usó Rusia para atacar a Ucrania
Anteayer, el Ministerio de Defensa ruso confirmó el uso del sistema de armas TOS-1A en Ucrania, que aprovecha el poder de los cohetes termobáricos, informó en Twitter el Ministerio de Defensa británico
Según describió la agencia Reuters, una bomba de vacío o termobárica es un arma capaz de absorber oxígeno del aire circundante para generar una explosión de alta temperatura, que normalmente produce una onda expansiva de una duración significativamente mayor que la de un explosivo convencional y es capaz de “vaporizar cuerpos humanos”.
La bomba de vacío consiste en un contenedor de combustible con dos cargas explosivas separadas que pueden lanzarse como un cohete o como una bomba desde un avión.
Cuando alcanza su objetivo, la primera carga explosiva abre el contenedor y dispersa ampliamente la mezcla de combustible en forma de nube, la cual puede penetrar cualquier abertura o defensa de un edificio que no esté totalmente sellada. Luego, una segunda carga detona la nube, lo que da como resultado una enorme bola de fuego, una onda expansiva masiva y un vacío que absorbe todo el oxígeno circundante y tiene efectos devastadores.
En el caso puntual de la invasión de Rusia a Ucrania, la Corte Criminal Internacional investigaba hace una semana una denuncia del gobierno de Zelensky contra Rusia por la utilización de este timo de bombas en el marco de la invasión que inició en el país el 24 de febrero.
Anteayer, el Ministerio de Defensa ruso confirmó el uso del sistema de armas TOS-1A en Ucrania, que aprovecha el poder de los cohetes termobáricos, informó en Twitter el Ministerio de Defensa británico. “Crean efectos incendiarios y de explosión”, añadió.
“Una bomba de vacío fue utilizada en el día de hoy”, denunció la diplomática el lunes y recordó que dicha práctica se encuentra prohibida por la convención de Ginebra. “La devastación que Rusia está tratando de infligir en Ucrania es grande”, agregó.
El uso de este tipo de explosivos fue denunciado por organizaciones defensoras de los derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, que además alertaron por el posible lanzamiento de municiones de racimo ampliamente prohibidas.