“Ella podría haber muerto”: por un accidente en una paradisíaca playa brasileña, a una joven argentina tuvieron que amputarle el antebrazo derecho
Brenda González Dimanche, de 31 años, trabaja como fotógrafa en un barco que transporta turistas; el sábado pasado en un tramo de la navegación, cayó al mar y sufrió graves heridas; hoy está fuera de peligro; su familia busca acceder a una prótesis
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Brenda Gisel González Dimanche tiene 31 años, nació en Mar del Plata y desde hace ocho vive en Arraial do Cabo, una ciudad costera ubicada a tres horas de Río de Janeiro. El sábado pasado tuvo un accidente mientras trabajaba en un barco y tras sufrir graves heridas, los médicos tuvieron que amputarle la mano y el antebrazo derechos.
La joven llegó a Brasil hace diez años. Viajó en busca de nuevas aventuras, pero se enamoró de sus playas y decidió armar su camino allí. “En un principio tuvo muchos trabajos, uno de ellos fue como camarera, pero actualmente se desempeñaba como fotógrafa”, contó su hermano mellizo, Braian, en diálogo con LA NACIÓN. Y destacó: “Ella tiene mucha voluntad. Entonces, fue aprendiendo con la práctica”.
Según detalló su pareja, Federico Baldino, a quién conoció en Brasil y con quien tuvo una hija, Caliza, de cinco años, Brenda hacía regularmente paseos en barco por el mar, para retratar postales paradisíacas.
Subirse a embarcaciones rodeada de turistas era parte de su rutina. El sábado pasado, la joven emprendió otro viaje por el mar, pero en un tramo de la navegación, en un gomón cayó al agua y la hélice del motor le provocó serias heridas en el brazo derecho.
Baldino explicó que Brenda no recuerda exactamente cómo fue el accidente, sino que se acuerda de momentos, pero muchos de quienes estaban en el barco aportaron datos sobre lo que sucedió.
“Ella trabaja como fotógrafa de playa a playa y para bajar a la costa utilizan un gomón, en el que entran unas 30 o 40 personas. Ya en Ilha Do Farol habían presenciado una ola grande y casi se caen. Esto me lo contó Brenda y me dijo que hasta sostuvo a unas personas con la compañera para que no se caigan”, contó la pareja.
Y siguió: “En la segunda parada que fue en Pontal do Atalaia vino una ola y rompió en la parte de atrás del bote en el que estaban. Esto sucedió en la orilla. Fue entonces cuando Brenda intentó ayudar y asegurar a los turistas, más que nada a un pequeño, para que no se caiga arriba del motor del barco, según cuentan los testigos. Fue así como ella se terminó cayendo y ahí se le enganchó el brazo derecho en la turbina. Por casualidad, ella tenía una campera y un buzo abajo del salvavidas y eso le frenó la hélice, pero se le podía haber ido la hélice hasta la cara y podría haber muerto”.
Según detalló Baldino, en esa playa nunca hay guardavidas, pero ese día había dos. Cuando vieron lo que estaba ocurriendo en la orilla, los rescatistas corrieron a ayudarla, pero el brazo ya tenía heridas muy graves. “En el paseo también había una enfermera, pero de casualidad, y pudo asistirla. Cuando llegaron hasta el puerto la subieron a una ambulancia que hay permanentemente y la trasladaron al hospital”, detalló.
Y completó: “Me habló por teléfono desde la ambulancia para decirme que cuide a nuestra hija. Así me enteré”
Brenda fue operada ese mismo día de urgencia. Aunque el personal médico hizo todo lo posible por salvarle el brazo, no pudieron lograrlo: “Ahí le amputaron hasta el codo, abajo del codo”, contó.
La madre de Brenda, Virginia, viajó desde Mar del Plata para estar junto a su hija: “Tratamos de que mi madre viaje lo antes posible porque el shock emocional que tenía era importante, tenía que estar con su hija, estaba muy angustiada”, reveló Braian.
Y transmitió tranquilidad: “Ahora está muy bien cuidada, muy bien atendida, estamos muy agradecidos con los médicos de allí. Ella hoy está fuera de riesgo, está junto a mi madre y junto a Fede, que se está haciendo cargo de Cali”,
Sus amigos y su familia la describen como una mujer fuerte y muy querida: “La comunidad brasileña y la argentina la están ayudando mucho, por eso se movió tanto su caso”, destacó Braian. Y expresó emocionado: “En estos momentos uno se da cuenta cómo vuelve el amor. Yo le digo a mi mamá que sienta todo el amor que nos está llegando, toda la gente compartiendo, ayudando y difundiendo el caso para que mi hermana pueda salir de la mejor manera de esto”.
Su amiga Brenda Priede Pantaleon, expresó en diálogo con LA NACIÓN: “Nos conocemos desde los siete años. Yo me estoy comunicando con ella a través de su mamá. Sé que está tratando de sobrellevar todo con el mejor ánimo, sobre todo por su hija, juntando fuerzas para salir adelante”.
Macarena Broglieri, que conoce a González Dimanche , dijo: “Es un amor de persona: pacifica, tranquila, un ser muy dulce. No se merecía lo que le paso”. Y describió: “Toda la ciudad está muy conmocionada con lo que sucedió, esperando que ella tenga fuerzas para salir adelante ya que es superjoven y tiene una hijita que es maravillosa y la necesita fuerte”.
Sobre el estado anímico de la joven argentina, su pareja aseguró: “Brenda es un toro, es fuerte. Está un poco caída, lógico porque es normal, pero seguramente va a tener un tratamiento psicológico como yo, como la hija, que el estado de Brasil también nos da, gracias a Dios”.
“Ella es fuerte, es joven, es hermosa, y va a salir adelante, vamos a ayudarla, siempre que necesite vamos a estar”, cerró.
Cómo ayudar a Brenda
La familia de Brenda empezó una colecta solidaria en la plataforma brasileña Vakinha, donde se puede aportar desde cualquier parte del mundo. El dinero, según contó su familia, se usará para comprar una prótesis que cuesta 40.000 dólares
Además, las personas que quieran colaborar pueden enviar dinero a través de la cuenta argentina de la madre. El alias es: Todos.por.bren, caja de ahorros a nombre de Virginia Natalia Dimanche.
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