Elena Cruz juró como diputada porteña
Lo hizo a la 1.20 de ayer; le gritaron "fascista" y la insultaron; ocupará la banca de Alberto Fernández, jefe de Gabinete
La actriz Elena Cruz dijo, hace un par de años, que "desgraciadamente" el ex presidente Jorge Videla estaba preso. Agregó que, durante el último gobierno militar, habían desaparecido sólo "2400 personas" y no 30.000, como denuncian las organizaciones de derechos humanos. Ayer, en medio de insultos y agresiones movilizados por aquellos comentarios, Elena Cruz juró como nueva diputada de la Ciudad.
A la 1.12 de la madrugada, después de más de siete horas de debates y declaraciones mediáticas, los legisladores votaron en contra de la impugnación al pliego de Cruz, propuesta que hace más de dos meses habían impulsado los diputados porteños Vilma Ripoll, Patricio Echegaray y Beatriz Baltroc, todos representantes de la izquierda.
Por lo tanto, alrededor de la 1.20, la actriz juró como nueva legisladora. Eso sí: la presidenta del cuerpo, Cecilia Felgueras (UCR), se negó a tomarle juramento por "profundas convicciones", por lo que fue el vicepresidente tercero, Ricardo Busacca, quien le leyó las condiciones ante una veintena de militantes de izquierda que gritaban "fascista", "traidora" y algunos insultos más fuertes, de más compleja transcripción.
Tras la votación en la que se trató la impugnación a su pliego, en la que hubo 21 votos negativos, 10 positivos y 13 abstenciones, y mientras un grupo de peronistas agitaba una bandera con la inscripción "los desaparecidos compañeros peronistas", Elena Cruz apareció desde el salón Eva Perón, donde esperó desde la tarde, luego de que ella y su marido, el actor Fernando Siro, fueran agredidos a la salida de un bar.
"No sé cómo se enteraron de que estábamos allí, pero aparecieron varios militantes con carteles de la Izquierda Unida y del MST y nos tiraron huevazos. Después, nos golpearon. Me asusté mucho cuando vi a Siro (Fernando, su marido) con sangre, pero por suerte él ya está bien", confió Elena Cruz a LA NACION.
Un despacho sin muebles
Ayer, a la nueva diputada le fue asignado su despacho. "Pero no tiene muebles. El lunes (por pasado mañana) voy a ir a verlo. Yo no necesito mucho. Siempre tuve camarines chicos, así que me arreglo con una computadora y una mesita", señaló.
Como diputada, Cruz cobrará un salario de 4500 pesos y podrá contratar un máximo de diez asistentes. Ocupará la banca de Alberto Fernández, quien en mayo último dejó la Legislatura para convertirse en el jefe de Gabinete del gobierno nacional.
Cruz ocupó el 22° lugar en la lista de Encuentro por la Ciudad, la alianza que el ex ministro de Economía Domingo Cavallo y el actual ministro de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos, Gustavo Beliz, conformaron para las elecciones de 2000. En aquellos comicios, la coalición de Cavallo y Beliz consiguió 20 bancas en la Legislatura. Finalmente, las partidas de Víctor Santamaría y Alberto Fernández le permitieron a Cruz ocupar uno de los espacios legislativos.
Sin embargo, su pliego fue impugnado y su ingreso se dilató. Tras algunos meses, los diputados rechazaron la impugnación y Cruz pudo jurar como nueva legisladora.
"Yo pedí perdón varias veces por si mis declaraciones hicieron sufrir a alguien. Qué se le va a hacer... cada uno dice lo que siente", insistió ella ayer (ver aparte).
¿A la Comisión de Cultura?
A pesar de que ingresó por Encuentro por la Ciudad, como ese bloque se disolvió hace ya un buen tiempo, desde la próxima sesión -el jueves- Cruz será la única integrante de un nuevo monobloque. Su idea es ocupar un espacio en la Comisión de Cultura, pero sabe que no le resultará sencillo, porque son los mismos diputados los que aprueban o desaprueban la conformación de cada una de las comisiones.
"Las comisiones ya están formadas. Para que entre ella tenemos que sacar a alguno, y no creo que nadie esté dispuesto a hacerlo", confió anoche uno de los legisladores que el 10 de diciembre mantendrá su banca.
La poca predisposición hacia ella puede sintetizarse con una frase de Julio Crespo Campos (Ucedé), que fue el último que habló antes del juramento de Cruz: "Fue elegida por el voto popular y, por lo tanto, le corresponde la banca. Pero una vez que se haya votado sobre la impugnación a su diploma, yo me retiro porque no quiero verla jurar".
En cuanto Cruz juró y fue a tomar asiento en su nueva banca, casi todos los demás diputados se retiraron, con lo que la sesión debió levantarse por falta de quórum.
Una militante no identificada de izquierda apoyó sobre la mesa de la flamante diputada un afiche que decía "Nunca más". Inmediatamente, le mostró un pañuelo blanco de una de las Madres de Plaza de Mayo, mientras una veintena de personas insultaba y gritaba en contra de la asunción de Cruz.
"Casi le pido el pañuelo a esa mujer. Yo tengo mucha piedad y pena por lo que se sufrió en mi país. Pero ahora tenemos que aprender a seguir hacia adelante. Lo que pasó conmigo en la Legislatura es muy negativo", concluyó.
Agresión
- Así como la mayoría de los diputados criticó anteanoche la agresión sufrida por Elena Cruz y Fernando Siro, un llamativo número de lectores de LA NACION se comunicó ayer con la Redación para oponerse al uso de la violencia como método de disentimiento. Muchos, además, señalaron que no estaban de acuerdo con las opiniones políticas de Cruz, pero que ello no avalaba la agresión.
Todos contra Elena
Cristian Caram
- "En el país en el que se anularon las leyes de impunidad y se evaluaba extraditar a los militares genocidas, que Elena Cruz sea diputada es un retroceso."
Jorge Enríquez
- "Por más que yo esté en las antípodas de su pensamiento político, no puedo fundar en la diferencia ideológica un rechazo a su pliego. Así es la democracia."
Vilma Ripoll
- "Un dirigente político no tiene las mismas responsabilidades que un ciudadano. Y en este país hubo un genocidio, que Elena Cruz avaló."
Alicia Pierini
- "No podemos ser antidemocráticos en nombre de la defensa de la democracia. Aunque me repugne lo que dijo Cruz, tiene que prevalecer la libertad de expresión."
Jorge Giorno
- "Es lamentable que haya formado parte de una lista democrática, pero tenemos que respetar los mecanismos legales. Si no, haríamos lo mismo que ella."
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