La nueva área empezará a funcionar el próximo lunes, con un vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a Cancún; la obra había empezado en 2017
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El “Zeppelin” del Aeropuerto Internacional de Ezeiza ya está listo. El próximo lunes por la mañana, un vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a Cancún, México, será el primero en llevar a pasajeros que habrán utilizado esta nueva terminal, que se destinará a las partidas de vuelos internacionales y de cabotaje.
Estos pasajeros se encontrarán con un edificio con enormes ventanales, estructuras de acero y lo último en tecnología aplicada a la administración del flujo de personas en estaciones aeroportuarias. Una vez que los pasajeros realicen el check in y superen los controles migratorios, pasarán a las salas de embarque, que son las mismas que se utilizan en la actualidad.
Cuando termine el fin de semana y se inaugure la flamante terminal, los edificios del aeropuerto ya no serán identificados como A, B o C, sino que se dividirán en arribos internacionales, partidas internacionales o nacionales (concentradas en el nuevo edificio) y arribos nacionales.
La construcción del Zeppelin comenzó en 2017 y, según señalan desde Aeropuertos Argentina 2000, la empresa realizó una inversión de US$230.000.000. Cabe recordar que, en septiembre de 2019, durante la construcción de esta terminal, murió un obrero cuando colapsó un andamio.
“Todo aquí está pensado para que el pasajero tenga una experiencia sin fricciones”, explicó Sebastián Villar Guarino, gerente general del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en una recorrida a través del nuevo edificio. Una pregunta que surge es cuál será el destino de la actual terminal A, de donde salen actualmente los vuelos internacionales. “Los mostradores que están en la actual terminal de partidas van a tender a desaparecer y es posible que se extienda allí una zona de servicios. Toda la oferta gastronómica del aeropuerto se va renovar y los productos se ofrecerán al mismo precio que en la calle”, indicó Villar Guarino.
Algunos números
La nueva terminal de partidas del Aeropuerto Internacional de Ezeiza tiene capacidad para “procesar” 30.000.000 de pasajeros al año bajo sus 50.000 m². Habrá cinco islas de check in para las aerolíneas, con 150 mostradores en total y 68 puntos de self check in para acortar los tiempos de espera.
A su vez, para los que estén acostumbrados a la maquinaria de los aeropuertos, habrá 24 puestos de autogestión de equipaje (Self Baggage Drop-off) que permiten despachar la valija directamente al vuelo sin que el pasajero tenga contacto con un empleado de la aerolínea. Lo más novedoso es que cuatro de esos puestos se ubican en el parking subterráneo donde los pasajeros dejan el auto durante estadías prolongadas. De ese modo, se podrán bajar del vehículo y despachar la valija, siempre y cuando hayan impreso los papeles correspondientes para que la máquina los pueda escanear.
Otra novedad destacada es que toda la nueva terminal funciona con energía renovable. “La sustentabilidad es un pilar para nosotros. Con la inauguración, toda esta terminal será abastecida con energía renovable, mientras que el 90% de todo el aeropuerto ya funciona con energía renovable; eso es algo muy importante para la industria aerocomercial. Esa energía se compra a la empresa generadora de energía limpia, Genneia”, agregó Villar Guarino.
En un extremo de la terminal hay cuatro escaleras mecánicas que todos los pasajeros deben utilizar luego de hacer el check in para seguir con el paso a paso previo al embarque. Arriba se encontrarán con 14 lectores donde escanearán sus boarding pass. Luego, pasarán al control de la Policia de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Para este control de seguridad, donde los pasajeros deben quitarse todo elemento metálico y pasar su equipaje de mano por un escáner, se incorporaron unos mostradores de doble circulación que impiden que, si un pasajero lleva algo que no corresponde, frene el avance del resto.
“Los mostradores donde uno apoya el canasto con las pertenencias personales tiene dos vías. Si un agente ve algo indebido, aprieta un botón y ese equipaje de mano se deriva a otra cinta donde será analizada, pero el resto de los pasajeros puede seguir avanzando. Estos mostradores, funcionando al máximo, pueden procesar cerca de 2400 pasajeros por hora”, detalló Villar Guarino. Luego, pasarán a la sala de migraciones donde hay 64 puestos con agentes migratorios.
A pesar de la enorme cantidad de novedades que se ven en la superficie, la mayor parte de la inversión estuvo destinada a un sistema invisible para el pasajero. Se trata de los casi tres kilómetros de cintas que llevan las valijas hasta el lugar donde un operario las sube al avión. El sistema BHS (sistema de gestión de equipaje automatizado) cuenta con cuatro tomógrafos que ofrecen una imagen en tres dimensiones del interior de cada valija. A su vez, el recorrido está repleto de sensores que leen las etiquetas de las valijas para que en todo momento el equipaje sea fácil de rastrear.
“Este sistema tiene cinco niveles de seguridad y eleva el estándar de la Argentina en cuanto a la seguridad de los vuelos despachados. Hay cinco tipos de alerta distintas que puede disparar un operador, que van desde ver algo que no corresponde o que requiere de una explicación por parte del pasajero, hasta la activación del protocolo por una alerta de bomba”, señaló Villa Guarino.
“Esta obra es el símbolo de nuestro fuerte compromiso con el país y con la modernización de los 35 aeropuertos que operamos en la Argentina, un faro que nos guía desde que tomamos la concesión, hace exactamente 25 años”, dijo el presidente de Aeropuertos Argentina 2000, Martín Eurnekián.
Y destacó: “En estos 25 años llevamos invertidos más de 2500 millones de dólares, en más de 300 obras que alcanzaron 21 provincias, la ciudad de Buenos Aires y 35 aeropuertos”.
“Estas obras tienen que ser política de Estado, porque une a los argentinos en un país que se desarrolla e integra a ciudadanos del mundo entero”, declaró Diego Giuliano, ministro de Transporte de la Nación.
Por su parte, Daniel Ketchibachian, CEO de Aeropuertos Argentina 2000, afirmó que la nueva terminal de partidas incorpora tecnología de punta que mejorará la experiencia de los pasajeros, al hacerla más ágil y accesible, y también suma equipos de última generación que otorga al aeropuerto los mayores estándares de seguridad en la operación. “Para nosotros es un orgullo enorme inaugurar una terminal que será abastecida en un 100% con energía renovable, y que desde hoy se convierte en el aeropuerto más moderno de América Latina”, concluyó.
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