El turno de los de marzo...los que más esperan para las vacaciones
Los pros y contras de elegir el último mes del verano; precios accesibles, tranquilidad y buen clima, una combinación que cada vez atrae más
Desde hace algunos años, marzo dejó de ser el mes en el que vacacionan sólo los jubilados. Cuando la televisión ya no tiene móviles en vivo en las playas, cuando en Capital Federal el tránsito vuelve al caos y parece que el verano se apagó...para ellos recién comienza. Son los de marzo, los que ríen último. ¿Ríen mejor?
Pablo tiene 30 y a fines de marzo viajará con su novia, Natalia, al norte de Brasil. Es el cuarto año seguido que ellos eligen esta época del año para salir de vacaciones. Las vacaciones en las puertas del otoño se están convirtiendo en costumbre para ellos.
"Nos gusta esa época porque es una manera de cortar el año más adelante y que luego no se haga tan largo. En verano, enero o febrero, uno se puede hacer una escapada de fin de semana y dejarse más días para marzo o abril. Además, son épocas en las que viaja menos gente y se abaratan los costos, ya sea de alojamiento o de pasajes", dice Pablo. Natalia acota: "Obvio que es fundamental no tener hijos que vayan al jardín o al colegio para poder hacerlo. Ahí ya se complicaría".
Que hay menos gente, que se viaja más tranquilo, que es más barato todo, que el clima en los principales destinos turísticos del país es ideal, que sirve para acortar el año, que el que vive en Buenos Aires disfruta enero y febrero de una ciudad tranquila y cuando llegan todos emprende sus vacaciones, que la playa o el río se aprecian mejor sin la invasión de turistas. Y la lista de los enamorados de marzo sigue.
Juan Pablo Pizarro siempre recuerda una frase que escuchó hace años. "Los que se van en enero y febrero son los que no pueden irse en marzo". Le quedó grabado y cree haberlo visto en una gigantografía en la avenida 9 de Julio. "Es mi sueño. Lamentablemente no puedo porque tengo chicos en edad escolar, pero me encantaría, sobre todo por dos variables: el clima es más regular y los precios son más bajos", dice. A eso le suma una tercera, no menos importante para él: "Buenos Aires en enero y febrero, sobre todo enero, es encantador: no hay tránsito, no hay que hacer colas para comer y la gente en general está de mejor humor".
Natalia García es mamá de dos hijos en edad escolar y, sin embargo, eso no la detiene para que la familia vacacione en marzo. "Desde siempre salimos en marzo. Preferimos que los chicos falten unos días a la escuela", dice. Como ella y su marido trabajan por cuenta propia y son sus propios jefes pueden elegir cuándo tomarse licencia. "Me gusta esa época porque es más barato y, lo más importante, porque me gusta disfrutar con mi familia, pero en la soledad de las playas, donde pueda escuchar el sonido del mar, sentir la textura de la arena, conectarme con ese paisaje en el que estoy sin tener que estar amontonada y procurando no pisar a nadie".
Entonces, entre que no tiene ganas de compartir la playa con millones de personas y que no le hace ninguna gracia "pagar el doble porque es enero", no tiene mucho más qué pensar. "En marzo todavía hace mucho calor y podemos disfrutar de las mismas cosas que en pleno verano, pero más tranquilos", insiste García. Ella y su familia son de Río Cuarto, al sur de Córdoba, y les encanta el mar. "Nos gustan las playas de Uruguay, pero con esto del dólar estamos medio frenados. Creo que terminaremos yendo a las sierras de Córdoba, probablemente a Villa General Belgrano, Yacanto y San Javier", cuenta.
El clima, un aliado para los de marzo
El climatólogo José Luis Stella, del Servicio Meteorológico Nacional, repasa las estadísticas históricas de marzo y confirma a LA NACION que, en general, la primera parte de marzo tiene un comportamiento similar al del pleno verano. "Es un mes de transición que tiene temperaturas agradables", afirma. Consulta las planillas de registros y precisa: "El promedio de temperaturas máximas de marzo para la costa atlántica varía entre 22 y 24 grados y, en el centro del país, como Córdoba, está entre 26 y 28". Las mínimas rondan los 14 grados.
Stella aclara que sus declaraciones no deben tomarse como un pronóstico para este marzo, ya que el verano 2014 "está lejos de lo normal" y por lo tanto "no hay un patrón claro para marzo aún". Ya sobre mediados y fines de marzo, con el ingreso al otoño, hay mayores probabilidades de que las temperaturas sean más bajas.
Los feriados
Claudio Godoy, porteño, de 52 años, una de las cosas que más disfruta de viajar en marzo es que no hay que hacer reservas. "Al no tener horarios escolares de por medio es lo ideal: todo es más barato, las rutas están vacías, no hay que hacer reservas, lo que permite improvisar sobre la marcha. Y uno conoce los lugares tal como son, sin la invasión turística", relata a LA NACION.
Pero ya no es tan fácil "improvisar", decidirse sobre la hora y salir, sobre todo cuando en marzo hay varios días no laborables, como en este año. Primero están los feriados de carnaval -lunes 3 y martes 4, que conforman un fin de semana extra largo- y el lunes 24 es feriado inamovible por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Un dato de referencia: en los carnavales del año pasado más de un millón de turistas se movilizaron en el país.
María y Jorge son dos cordobeses que pasaron los 60 años y hace ocho que vacacionan en marzo. Siempre en La Falda, en las sierras de Córdoba; siempre en el mismo hotel. Como todos los años, quince días antes de viajar llamaron para hacer la reserva. Tarde. Las 250 plazas del hotel del sindicato estaban ocupadas para la primera semana de marzo. "Algo inédito nos dijo la recepcionista", cuenta María. "A nosotros nunca nos había pasado". Eso los descolocó y se pusieron a llamar a hoteles de la zona. En Villa Giardino tampoco había lugar. Consiguieron en el pequeño pueblo de Huerta Grande. "Tenían dos habitaciones y me pidieron que confirmara en el acto".
María dice que le gusta marzo por varios motivos: le permite darle vacaciones a sus empleadas en enero y febrero, porque les resulta más tranquilo, siempre los atienden mejor en el hotel y en los restaurantes porque que hay menos gente, no hay que hacer cola para nada, no hay tantos chicos dando vueltas en la pileta y por todas partes. "Pero este año no sé cómo será. Con esto de los feriados sale mucho la gente y los hoteles ya no están vacíos casi nunca", opina.
Precios bajos en marzo: ¿mito o realidad?
En Punta del Este, en la costa atlántica, en el centro y norte del país, marzo se considera en el inicio de la temporada baja. Por ejemplo en Mar del Plata, por los feriados de carnaval, marzo promete un arranque a ritmo de temporada alta, como ya ocurrió el año anterior, y un transcurrir posterior más tranquilo.
El Colegio de Martilleros y Corredores Públicos ya anticipó que se mantiene la costumbre de aplicar rebajas del 50% para marzo con respecto a los valores de enero. A veces, como es el caso de este año, los beneficios pueden ser algo superiores si se tiene en cuenta que hubo propietarios que no lograron alquilar períodos completos durante los primeros meses e intentarán en el último tramo del período estival mejorar su rentabilidad. Esto significa ocupar para no perder de ganar, aunque sea para empatar o, si la cosa no fue de lo mejor, perder lo menos posible.
- Monoambientes para tres personas que en enero cotizaban a 4500 pesos la quincena y que hoy se ofrecen a 3000, cuando acaben la espuma y las serpentinas del carnaval estarán en las vitrinas a razón de 2300 a 2500 pesos.
- Dos ambientes rondarán los 3000 pesos y por 4000 se podrán conseguir los que tienen dos dormitorios.
En balnearios también los valores retroceden:
- Una carpa que en enero se pagaba 350 pesos y que hoy vale entre 250 y 280, rondará los 200; las sombrillas, desde 150 pesos por día.
El rubro gastronómico es el único en el que los valores pueden ser superiores por la inflación, pero la tendencia es mantener precios para seducir a más clientes.
Para Uruguay también el carnaval, que en aquel país dura una semana, es una apuesta turística fuerte. Respecto de las tarifas, los primeros cuatro días son a precios de enero y el resto precios mucho más bajos, tanto como si fuera en el invierno mismo, cuando Punta del Este parece una ciudad fantasma.
Para algunos turistas eso hace que marzo sea una alternativa especialmente considerable. Tiene generalmente muchos días aprovechables para playa o para pileta, para paseos al aire libre, pero a un precio sensiblemente menor que en los picos de verano. Esto rige para hoteles y alquiler de departamentos; en los restaurantes no hay variación de precio por cuestiones estacionales.
- La habitación de un hotel de cuatro estrellas para un matrimonio tiene un precio de 350 dólares en los días más caros del año (desde Navidad hasta Día de Reyes), de 230 dólares para el resto de enero, de 190 dólares en febrero y de 150 dólares para el resto del año.
En los días de Carnaval, que en este año van del primero al 4 de marzo, la tarifa es 320 dólares, como si fuera enero.
- Un departamento para tres personas cuesta 350 dólares en el momento pico, 230 dólares durante el resto de enero y en esos primeros días de marzo (por carnaval), 190 dólares en febrero y 150 dólares en el resto del año.
Con la colaboración de Darío Palavecino y Nelson Fernández, corresponsales de LA NACION en Mar del Plata y Uruguay
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