El sicariato, desde la visión de un periodista colombiano
Héctor Veloza Cano, redactor especializado en justicia de El Tiempo, describió cómo operan estos asesinos a sueldo; en diálogo con lanacion.com advirtió que, junto con el narcotráfico, el fenómeno se está extendiendo a otros países de la región, incluida la Argentina
El asesinato de un ciudadano colombiano cometido ayer en San Fernando volvió a colocar en el centro de la escena la aparición de asesinos a sueldo relacionados con el narcotráfico.
"En Colombia es común el sicariato. Existen lo que acá se llama «oficinas de cobro», que no son más que bandas al servicio del narcotráfico y tienen como misión hacer ajustes de cuentas", relató a lanacion.com Héctor Veloza Cano, periodista del diario El Tiempo, especializado en temas de justicia.
Según indicó, los sicarios comenzaron a cobrar fuerza en los años 80, cuando Pablo Escobar Gaviria era el barón de la droga colombiana.
De hecho, Escobar tenía su propio grupo de sicarios con un escalafón según el cual se asignaban los blancos.
Entre las "oficinas de cobro" más renombradas, Veloza Cano señaló la de Envigado, que estuvo dirigida por Diego Fernández Murillo, un narco de Medellín que hoy está detenido en los Estados Unidos.
"Los sicarios son personajes que no saben ni quieren saber quién es su víctima ni quién encargó el trabajo. Sólo reciben una orden y una paga por el crimen. Una vez que se les señala el blanco, investigan su rutina y buscan el momento adecuado para matar a su víctima", agregó.
Menos crímenes. Veloza Cano aseguró que en la actualidad ha descendido la cantidad de crímenes cometidos a manos de sicarios, porque los barones de la mafia han perdido margen de maniobra. Sin embargo, advirtió que el fenómeno seguirá "latente" mientras exista el narcotráfico.
"El sicariato está irremediablemente ligado al narcotráfico. Es posible que se lo utilice para cobrar un seguro o para venganzas, pero en el 99% de los casos, los sicarios están al servicio del narcotráfico", manifestó.
En ese sentido, aseguró que junto con la instalación del narcotráfico en otros países de la región, llegan los crímenes por encargo.
Como "ejemplo más vivo", citó a México, aunque también mencionó el asesinato en julio último de dos ciudadanos colombianos en Unicenter.
"La Argentina, Perú, son los lugares de refugio que han buscado los narcotraficantes porque no ven en Colombia margen de maniobra. A esos países también llegan los sicarios por la necesidad que tienen los narcos de silenciar a los que saben mucho de ellos", expresó.
De acuerdo con Veloza Cano, los sicarios colombianos son reclutados entre la población de bajos recursos y especialmente entre menores de edad.
"Suelen tener poca formación académica. La mayoría de ellos no ha terminado el colegio secundario. La moto es el vehículo más utilizado para cometer los crímenes", dijo.
Por ese motivo, en Colombia, los motociclistas tienen que usar chaleco y casco con el número de patente obligatoriamente.
"La policía para a los que no los usan. Esta medida ha contribuido a bajar el número de delitos cometidos por sicarios", concluyó
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