El secreto de sus ojos , dueña del premio soñado: el Oscar
Fue elegida como mejor película extranjera; "Es un orgullo para el país", dijo Campanella
LOS ANGELES.- En la ciudad de los sueños, el anhelo más preciado de los últimos tiempos para el cine argentino se hizo realidad: El secreto de sus ojos ganó anoche el Oscar a la mejor película extranjera y convirtió a Juan José Campanella en el segundo realizador argentino consagrado con el premio más importante de la industria cinematográfica, un cuarto de siglo después de que Luis Puenzo recibiera la misma estatuilla por La historia oficial.
Campanella, con una emoción contenida y visibles nervios, agradeció en inglés a todo su equipo y sobre el final envío un saludo en castellano para "los hermanos de Chile", en solidaridad por el terremoto que asoló a ese país.
El anuncio de la distinción, a cargo de los laureados directores Pedro Almodóvar y Quentin Tarantino, se produjo a la 1.15 de esta madrugada, en un momento muy avanzado de la ceremonia realizada en el teatro Kodak, de Hollywood.
A esa altura ya se habían entregado varias distinciones, entre otras, a Christoph Waltz, quien ganó el premio a mejor actor secundario por Bastardos sin gloria, mientras que Mo’Nique obtuvo el de actriz secundaria por Preciosa. Los dos principales contricantes de la noche, Avatar, de James Cameron, y Vivir al límite, de su ex mujer Kathryn Bigelow, esperaban los grandes anuncios mientras disputaban uno a uno los rubros técnicos (al cierre de esta edición, la primera se había quedado con mejor dirección de fotografía y mejor dirección de arte).
"Es un reconocimiento que enorgullece a los argentinos. Llegamos con todas las expectativas y ninguna esperanza, porque la competencia era muy pareja y los otros nominados son grandes películas. Gracias a la Academia por haber comprendido y valorado una historia de genuino sabor argentino, pero que tiene temas y planteos universales", manifestó a La Nacion Campanella, que subió al escenario junto con el actor Guillermo Francella y los productores Vanessa Ragone y Gerardo Herrero.
El director pudo saborear con este premio una sensación bien distinta de la que tuvo que vivir en 2001, cuando otra película suya, El hijo de la novia, estaba nominada pero perdió frente al film bosnio El último día.
En el mismo momento en que director español Pedro Almodóvar anunciaba al ganador desde el escenario del teatro Kodak, no muy lejos de allí se escuchó un único y poderoso grito de celebración.
En uno de los salones del hotel Mondrian, ubicardo en el corazón de Sunset Strip, el resto de la delegación argentina (que siguió el desarrollo de la ceremonia a través de una pantalla gigante) festejó el lauro.
Fue el cierre más feliz para una jornada que todos vivieron con muchísima ansiedad. Quien más intentó alejarse de toda esa tensión previa fue Juan José Campanella, que aprovechó buena parte del día para disfrutar en familia. "Es que en todo este último tiempo estuve absorbido por las reuniones y las actividades previas al Oscar y no pude estar con mi hijo de tres años, que se quedaba con la niñera", dijo el director de El secreto de sus ojos, que a media tarde se unió con sus compañeros para dirigirse al teatro.
Guillermo Francella, por su parte, paseó, hizo un almuerzo liviano y aguardó con nada disimulada ansiedad el esperado momento de transitar por la alfombra roja. "Es que toda la vida soñé con este momento. Encontrarme con mis ídolos absolutos del cine. Todavía no lo puedo creer", dijo, aunque su felicidad no era completa, ya que no pudo conseguir una entrada para que su esposa pudiera acompañarlo durante la ceremonia. De hecho, las exigencias del protocolo organizativo hicieron que los cuatro representantes argentinos en la ceremonia estuvieran en butacas separadas entre sí.
El talismán
La esposa de Campanella, Cecilia Monti, era una de las más felices. No sólo porque el premio la involucra directamente, ya que ella es la responsable del vestuario de El secreto de sus ojos, sino además porque es la hija de Félix Monti, el Chango, uno de los más prestigiosos directores de fotografía del cine de habla hispana, que cumplió esa tarea en la película ganadora y también lo hizo en La historia oficial. Algunos ya lo ven como una suerte de talismán. Con la estatuilla en la mano, partió junto a su esposo y el resto de los argentinos presentes en el Kodak al Mondrian, donde el festejo siguió hasta la madrugada.
Desde muy temprano la alfombra roja, casi blindada por los organizadores, resultó ocupada por un verdadero ejército de cronistas, presentadores de televisión, camarógrafos y técnicos que trataban de poner todo a punto y transformar el lugar en una auténtica Babel. Al menos una veintena de idiomas podía escucharse recorriendo los 150 metros aproximados de extensión de ese paso por el que transitan las estrellas en su camino hacia el teatro Kodak, ubicado en la esquina de Hollywood y Highland, todo un símbolo del poder industrial de la meca del cine. A las 8 de ayer ya estaba lleno casi todo el graderío en el que se sitúan los afortunados fans que cada año pugnan por ganar un lugar desde el cual pueden saludar el paso de las grandes figuras del cine y comentar cuál de ellas resulta la mejor vestida, toda una tradición de esta gran jornada del cine y del glamour holywoodense.
Había, como era de esperar, tantos policías y vigiladores privados como personal afectado a la organización. Desde muy temprano el tránsito vehicular se cerró en varias cuadras a la redonda y el propio teatro Kodak quedó en las últimas horas previas a la ceremonia completamente inaccesible.
EL FILM EN CIFRAS
2,4 millones
de personas vieron la película en la Argentina
Es el film nacional más visto de los últimos 35 años. Pasó 18 semanas consecutivas desde su estreno como el número uno en la taquilla local y el camino continúa ahora en su versión DVD.
9,3 millones
fue su recaudación en dólares en nuestro país
A esa millonaria cifra deben sumársele los 7 millones de dólares adicionales que ganó en las boleterías españolas, donde también obtuvo muy buenas críticas.
6
la cantidad de films argentinos que fueron nominados al Oscar
El secreto de sus ojos es la sexta película argentina en recibir una nominación a los premios Oscar. Antes la obtuvieron La tregua (1974), de Sergio Renán; Camila (1984), de María Luisa Bemberg; La historia oficial (1986), de Luis Puenzo; Tango (1998), de Carlos Saura, y El hijo de la novia (2002), también de Juan José Campanella, hasta ahora el único director local en repetir el honor de ser nominado por la Academia del cine norteamericano.
24 años
el tiempo que pasó desde el triunfo de La historia oficial
Si Campanella gana la estatuilla, se convertirá en el segundo cineasta local en ganar un Oscar, después de Luis Puenzo.
13
la cantidad de premios Sur que obtuvo El secreto de sus ojos
El film arrasó en diciembre con los premios de la academia de cine local, llevándose los lauros a la mejor película, mejor director (Campanella), mejor actor protagónico (Ricardo Darín), mejor actriz protagónica (Soledad Villamil), actor de reparto (Guillermo Francella) y revelación (José Luis Gioia), entre otros.
80.000
copias vendió el film en DVD, en sólo dos meses
La excelente respuesta de público también se extendió al formato hogareño.