El robo al Banco Río de Acasuso, una historia de película
En enero de 2006, cinco delincuentes saquearon 145 cajas de seguridad y huyeron en dos gomones por los desagües subterráneos; hoy comenzó el juicio a cuatro de los presuntos protagonistas de lo que se conoció como El Robo del siglo. Por Sol Amaya
Eran cinco. No entraron vestidos de pintores, como en la película El Plan Perfecto, pero sí estaban disfrazados. Dos se cubrían con capuchas. Otro llevaba un traje gris, otro un delantal de médico y por último, uno lucía una peluca rubia y se hacía llamar "Susana".
El de traje gris parecía demasiado seguro para la circunstancia en la que se encontraba. No se lo notaba nervioso. Tomó el handy de uno de los guardias del local y se dirigió a uno de los 200 policías que rodeaban el banco. "Sacame la gente que tenés en el techo porque te mato un rehén en vivo y en directo", dijo, al mejor estilo Al Pacino en Tarde de Perros. Así comenzó una odisea de casi ocho horas.
El cinematográfico robo ocurrió el 13 de enero de 2006 en la sucursal del Banco Río de Acasusso, San Isidro. Unas 23 personas fueron tomadas de rehenes durante toda una tarde. Afuera, 200 policías y el Grupo Halcón elaboraban planes para desbaratar a la banda. Nadie se imaginaba lo que ocurría adentro. Parecía un robo frustrado, pero lo cierto era que los delincuentes sí tenían El Plan Perfecto: escapar en dos gomones por los desagües subterráneos.
Durante todo el tiempo que permanecieron adentro del local, pidieron pizza y gaseosas y le cantaron el feliz cumpleaños a una de las rehenes.
Cuando la policía se decidió a entrar al banco, sólo encontraron a los rehenes, el túnel por el cual huyeron los ladrones, armas de juguete y una nota que decía "En barrio de ricachones, sin armas ni rencores. Es sólo plata, no amores".
Los asaltantes ya estaban lejos de ahí, con nada menos que 8 millones de dólares de las 145 cajas de seguridad saqueadas.
Detenidos y procesados.
Cuatro años después de lo que fue denominado El Robo del Siglo, comenzó el huicio oral a cuatro de los procesados en la causa. Se trata de Alberto de la Torre, Sebastián García Bolster, Fernando Araujo y José Julián Zalloechevarría.
De la Torre, alias "Beto", está sindicado como uno de los líderes de la banda. Se sospecha que "el hombre del delantal blanco", uno de los que ingresó al lugar y tomó los rehenes. Su mujer fue quién lo acusó.
En cuanto a García Bolster, alias "Marciano", se cree que fue quién construyó el túnel y esperó al resto de la banda para huir en el bote.
Se sospecha que Araujo es el ladrón que entró último a la sucursal. Fue detenido el 10 de abril mientras acampaba en San Juan.
Por último, Zalloechevarría sería el que condujo la combi que los esperaba a 14 cuadras del banco, en una de las salidas del desagüe.
Los cuatro están acusados de robo doblemente calificado y agravado por el uso de armas de fuego.
También fueron investigadas otras personas en la causa, aunque las pruebas no son suficientes como para llevarlas a juicio. Entre estas personas se encuentra Luis Mario Vitette Sellanes, alias "El Urugayo". Vitette está sospechado de ser el líder de la banda, "el hombre de traje gris" que negociaba con los policías.
El destino del botín.
De la investigación llevada a cabo se pudo saber que los ladrones llegaron a gastar "apenas" un 1% del dinero robado, mientras que ocho kilos de joyas y más de 2.215.000 dólares, en billetes norteamericanos, pesos y euros, fueron recuperados por la policía y los fiscales de San Isidro que investigan el gran golpe.
Fuentes de la investigación habían indicado a LA NACION que gran parte de los seis millones de dólares que aún resta hallar, podría haber sido remitida a cuentas en el exterior.
Al que más gastos le encontraron, presuntamente de dinero del robo, según los investigadores, fue a Beto De la Torre. En un departamento de Flores, descubrieron una mochila con $ 78.900, una cartera con 28.700 euros y otras dos con 2950 euros. En otra mochila había 678.850 dólares. Además, en otro departamento, hallaron el recibo de compra de una camioneta Hyundai Galloper, además de $ 14.450 y US$ 60.550."
Vitette Sellanes, días después del robo, pagó 39.900 dólares de contado por una cupé Hyundai 2006.
También le descubrieron sendos gastos a García Bolster: compró un predio en 20.000 pesos y repartió una importante suma de dinero entre amigos. Se compró una camioneta Toyota por $ 20.000 y le encontraron 20.000 pesos en una casa que había alquilado en Villa Gesell.
Zalloechevarría pagó 56.000 pesos por una Ford EcoSport. También le encontraron 10.000 pesos y un gasto de 18.481,52 pesos en reparaciones de su vivienda.
Hoy, el Tribunal Oral Criminal N° 1, de San Isidro, comenzó a juzgar a los imputados. El juicio, que se estima que durará poco más de tres meses, definirá si el robo de película tiene o no un final feliz para sus supuestos protagonistas.
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