El primer portazo que da una mujer en el gabinete
Inestabilidad: Decibe firmó la tercera renuncia al gabinete por diferencias con Menem, que ya suma 36 cambios de ministros.
Susana Decibe se sumó ayer a la lista de los ministros que tuvieron una salida traumática, casi escandalosa, del gabinete de Carlos Menem.
Fue el tercer funcionario (funcionaria, en este caso) en decir no al Presidente para privilegiar, al menos públicamente, sus principios a la comodidad de un lugar en el gabinete.
La negativa de la ahora ex ministra de Educación sólo tuvo dos precedentes. El primero fue propiedad de Gustavo Beliz, cuando en 1993 dio un portazo al Ministerio del Interior, al exclamar que ya no quería estar en el seno de un nido de víboras ni seguir ensuciando sus zapatos con barro. Por esta segunda explicación, el ahora legislador porteño se ganó el mote de Zapatitos Blancos.
Lo emuló luego Armando Caro Figueroa, en diciembre de 1997, al renunciar a la jefatura del Ministerio de Trabajo por discrepancias con la reforma laboral impulsada con igual fuerza y en el mismo sentido por el Gobierno y sectores sindicales, una tarea que concretó su sucesor, Antonio Erman González.
En los (hasta ayer) 36 cambios de gabinete que debió afrontar el jefe del Estado en los casi 10 años de su gestión (se cumplirán en julio próximo), Decibe se convirtió en la primera mujer que esgrimió su negativa por sobre los intereses del Presidente. Es lógico, fue también la responsable exclusiva de quebrar con una tradición que apareció como machista en el gabinete de Menem.
De las 36 modificaciones sólo una se hizo por razones contundentes: fue la salida del elenco ministerial de Roberto Dromi, una vez que el Presidente disolvió el Ministerio de Obras Públicas, en enero de 1991. Entonces, el funcionario se convirtió en asesor presidencial.
Sin embargo, pese a los múltiples cambios, Menem sólo encabezó el cartel del elenco principal con 45 funcionarios diferentes, ya que la mayoría de los hombres que ocuparon durante su gestión puestos clave en alguna cartera, incluida la Secretaría General de la Presidencia, pues tiene rango ministerial, supo desempeñar tareas polifuncionales.
Figuras repetidas
Como el mejor botón de la muestra podría citarse al ministro González, quien se sentó en los sillones más importantes de Economía, Salud y Defensa, para regresar, luego de un período al frente de la embajada en Italia, al edificio de Trabajo.
Otros ejemplos son el senador Eduardo Bauzá (PJ-Mendoza) y Alberto Kohan. El primero pasó del Ministerio del Interior al de Salud, luego a la Jefatura de Gabinete y hoy ocupa una banca en la Cámara alta. El segundo comenzó su carrera en la administración de Menem como secretario general de la Presidencia, para continuar al frente del Ministerio de Salud y regresar otra vez a la Secretaría General.
En verdad, las idas y venidas en el gabinete no fueron beneficios de unos pocos ni exclusivas de los primeros niveles de cada cartera. El actual ministro de Justicia, Raúl Granillo Ocampo, fue secretario de Legal y Técnica y embajador ante los Estados Unidos.
Y aunque ya dejó de pertenecer al Gobierno, Domingo Cavallo también puede citarse. El ex ministro de Economía se desempeñó también como canciller de la gestión menemista.
Sólo dos hombres del gabinete fueron compañeros permanentes, una especie de aliados incondicionales, del Presidente: Carlos Corach y Guido Di Tella. El ahora ministro del Interior debutó en 1989 como secretario de Asuntos Institucionales, carrera que prosiguió en la Secretaría Legal y Técnica hasta que, en 1995,obtuvo un ascenso a la jefatura de la cartera política.
Di Tella, quien además batió el récord de permanencia al frente de la Cancillería, llegó al Palacio San Martín tras ser embajador en los Estados Unidos y ministro de Defensa.
Entre tantas rotaciones, hubo dos funcionarios que murieron en sus cargos. Angel Roig, quien fue durante una semana ministro de Economía, y Julio Corzo, titular de Salud.
Debieron retirarse, en cambio, bajo la sombra de escándalos que tiñeron de sospechas al Gobierno, los ex ministros de Trabajo Jorge Triaca y de Defensa Humberto Romero, a causa del denominado Swiftgate. Por la misma razón, se disolvió el Ministerio de Obras Públicas y Kohan dejó por un tiempo la Secretaría General. Otros fueron José Luis Manzano, que ocupó la cartera de Interior; Rodolfo Barra, por su pasado en Tacuara; Oscar Camilión, por la venta ilegal de armas a Ecuador;Elías Jassan, por sus presuntas vinculaciones con el desaparecido empresarioAlfredo Yabrán, y Domingo Cavallo, cuya dimisión se precipitó a causa de sus diferencias con Menem.
Con todo, las marchas, contramarchas y cambios de rumbo de los ministros parecen reflejar a las claras cierta inestabilidad en la primera línea del gobierno de Menem.
Ascenso
Llegó a la jefatura del Ministerio de Educación en abril de 1996, luego de haberse desempeñado como viceministra de Jorge Rodríguez, quien dejó la cartera para convertirse en jefe de Gabinete, en reemplazo de Eduardo Bauzá, ahora senador.
Hasta hoy, Susana Decibe fue la única mujer que ocupó el cargo de ministro y sus enfrentamientos más repetidos fueron con su par de Economía, Roque Fernández y, casualmente, con su ex jefe Rodríguez.
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