El Paraná volvió a perder el caudal que había recuperado y genera múltiples problemas
El río volvió a niveles muy bajos en toda la cuenca; hasta cuándo seguiría la situación
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ROSARIO.— Con niveles de altura que volvieron a perforar el cero en el hidrómetro del puerto rosarino, la bajante del Paraná encendió todas las alarmas en el Litoral argentino, otra vez bajo fuerte presión por la pérdida de caudal del río. En pocas semanas el río en esta ciudad santafesina pasó de medir 1,56 metros (el 8 de noviembre) a -0,15 hoy, con una proyección que indica peores niveles aún para la semana que viene. Una baja de caudal considerable que se da en el marco de una bajante prolongadísima que comenzó a finales de 2019 y que todavía no parece llegar a su fin. A esta altura del año, según los promedios históricos, el río debería medir 3,14 metros en Rosario.
La escasez de agua genera múltiples problemas tanto para los usos humanos del río, como la navegación comercial y deportiva y la provisión de agua dulce para potabilizar, como para el propio ecosistema, afectado por incendios interminables que en los dos últimos años destruyeron el 40% del territorio del Delta.
A esto hay que agregarles las altas temperaturas propias de los meses de verano, que vienen acompañadas de una suba del consumo de agua y de mayor presencia de personas en las costas y en la zona de Islas.
Pronósticos desalentadores
Según el Instituto Nacional del Agua (INA) toda la zona del Litoral está en alerta por bajante. “Prevalecerá próximamente una condición general de disminución de los caudales entrantes al tramo argentino del río Paraná y los niveles fluviales continuarán en la franja de aguas bajas. La tendencia climática al 28 de febrero es aún desfavorable”, dice el último pronóstico, que fue actualizado el pasado 29 de diciembre.
Juan Borus, subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico de ese instituto, explicó que lo que ocurre ahora es la continuidad de lo que empezó en marzo pasado. “Esto va a continuar en niveles bajísimos y no hay muchas razones para ser optimistas en el corto plazo. No se pueden esperar cambios significativos ya que en la alta cuenca en Brasil las perspectivas hablan de lluvias con suerte normales, y precisaríamos que sean superiores al promedio histórico para normalizar algo”.
Para el experto, la bajante muy probablemente seguirá “todo el verano y hasta principios del otoño”, aunque la alta variabilidad climática “hace difícil hacer previsiones con certezas absolutas”.
“Toda la Cuenca del Plata está en situación de aguas bajas, algo muy poco frecuente. En casi todos lados estamos tres metros y medio por debajo de los valores promedio”, agregó.
Desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) tampoco llegan buenas noticias: el último pronóstico trimestral, que cubre hasta marzo de 2022, habla de lluvias inferiores entre un 40 y un 50% a los valores normales para todas las provincias que comparten la cuenca del Paraná (Misiones, Corrientes, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires), con temperaturas esperadas que serán entre un 40 y un 50% más elevadas que los promedios históricos.
A eso hay que sumarle que prevalece en el sur de Sudamérica el fenómeno de La Niña, lo que se traduce en condiciones para el clima más secas que las normales.
Un verano complicado
Ir al río o a las Islas del Delta durante los meses de verano es una actividad recreativa muy habitual a lo largo de todas las ciudades ribereñas del Paraná. Frente a Rosario hay decenas de paradores a los que se accede en kayak o en lancha, y la ciudad cuenta también con playas en su costanera norte. Pero la escasa cantidad de agua puso en alerta a las autoridades, que recomiendan máxima precaución a la hora de ingresar o transitar el río.
Desde Defensa Civil recomendaron a los bañistas bañarse en aguas permitidas que estén dentro del boyado y con presencia de guardavidas: “Los lugares no permitidos generan un riesgo muy grande porque, en este momento, a poca distancia de la costa, se encuentran grandes profundidades”, explicaron.
Para los navegantes, a las recomendaciones habituales como el uso del chaleco salvavidas se sumó el consejo de manejar a una velocidad prudencial: “Hay que evitar las altas velocidades y navegar cerca de la costa para no chocarse bancos de arena o troncos de árboles, que a causa de la bajante empiezan a aparecer y a generar riesgo”, agregaron desde esa dependencia.
Consumo responsable de agua
Los problemas para la provisión de agua dulce han sido una constante en la región en el último año. De hecho, una parte importante del monto que le correspondió a Santa Fe por la declaración de la Emergencia Hídrica por parte de Nación en julio pasado (unos 170 millones de pesos) fueron usados para mejorar los equipos de captación de agua.
Aún así, en un escenario de bajante renovada y de altísimas temperaturas, durante los últimos días desde Aguas Santafesinas y desde el Gobierno provincial lanzaron recomendaciones para un uso responsable del servicio: “Aguas Santafesinas recuerda la necesidad de realizar un uso responsable y solidario del agua potable, ya que la alta demanda puede llevar a un consumo por encima de su capacidad de producción. La empresa está trabajando con toda la disponibilidad de sus sistemas de captación, potabilización y distribución de agua potable”, avisaron desde esa empresa.
También pidieron postergar actividades que consumen mucha agua, como lavado de autos y veredas, regado de jardines, lavar la ropa o llenar o renovar el agua de piletas. Una pileta de lona llena de 3000 litros equivale al consumo diario de agua potable de 25 personas.
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