El Monumento a Belgrano cumple 120 años
En 1821, cuando se cumplió el primer aniversario de la muerte de Manuel Belgrano, las autoridades propusieron que que el próximo pueblo que se fundara en el sur llevaría el nombre del prócer. Luego de 34 años, y de varios pueblos fundados, se cumplió la promesa. Pero al norte de la ciudad. En 1855 se fundó el pueblo de Belgrano que, años más tarde, se anexaría como barrio a la Capital Federal.
En 1875 se colocó un monumento de Belgrano en la plaza principal (actuales Juramento y Vuelta de Obligado), pero pocos días después algunos vecinos hicieron justicia por mano propia y lo demolieron.
En marzo de 1899, Antonio Santa María, vecino del Pueblo de Belgrano, le escribió a las autoridades para ofrecerles un obra escultórica que había encargado. Se trataba del busto del general Belgrano, que había encargado al escultor italiano Luis Fontana, quien vivía en la ciudad de Rosario, tan vinculada con la historia del prócer.
Los Santa María, arribaron a Potosí en tiempo de los virreyes y una rama se estableció en Buenos Aires, donde instalaron un saladero. Luego sumaron establecimientos en Paysandú.
La generosidad de Santa María tuvo eco en las autoridades municipales y comenzaron los preparativos. Santa María había propuesto el lugar -la intersección de 11 de septiembre y Echeverría, en Barrancas de Belgrano- y la fecha: 25 de mayo. Cabe acotar que la casa de los Santa María quedaba en la misma esquina en donde proyectaban la obra.
En medio de los preparativos, el donante le escribo a Adolfo P. Carranza, director del Museo Histórico Nacional, para consultarle cuál sería la inscripción que debería contener el asta de la bandera que formaba parte del grupo escultórico, junto con la columna que sostenía el busto del prócer.
En la carta, cuya copia nos facilitó la familia Garrido, emparentada con los Santa María, el historiador Carranza sugirió una frase que escribió en letras mayúsculas: "Fue su numen y la ungió con la victoria".
La agenda del 25 de mayo ya estaba completa y resolvieron trasladar el acto. Por fin, el 28 de mayo de 1899 a las dos de tarde se inauguró la columna. Participó el Batallón 8° de Línea. Esa mañana fue embanderada la calle Echeverría, desde Cabildo hasta las Barrancas. La obra ocupa un espacio circular, protegido por cadenas que se apoyan en dieciséis pequeñas columnas de hierro.
Luego de que se descubriera la figura y de que todos los presentes interpretaran el Himno Nacional Argentino con toda la solemnidad del caso, el intendente Bullrich dio un pequeño discurso. Luego fue el turno del donante, quien destacó las virtudes de Belgrano. Por último, un joven (J. A. Martínez) enalteció la figura del gran patriota.
Cuando culminaron los discursos, las autoridades concurrieron a la casa de Santa María a realizar varios brindis, mientras el pueblo siguió celebrando la llegada de Belgrano a Belgrano, con estruendos y baile callejero hasta la noche.
Desde entonces, Belgrano está en Belgrano. Salvo por un corto período, en agosto de 2014, en que el busto fue retirado y repuesto a los pocos días. Los restauradores del gobierno de la Ciudad lo limpiaron para preservarlo de las inclemencias del tiempo y de las palomas.
Su entorno ha ido cambiando con el tiempo: llegaron los edificios, los colectivos y hasta el viaducto. Pero el Belgrano de Fontana se mantiene. Ya es un símbolo del barrio.
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