Alfredo Cahe, el médico personal de Diego Armando Maradona, nació en Santos Lugares hace 60 años, se recibió en la Universidad de Buenos Aires y actualmente ejerce su profesión en el Hospital de Clínicas, donde también es profesor de clínica médica.
Este hombre, que acompaña al ex futbolista desde que éste tenía 16 años y estuvo junto a él en cada momento difícil de su vida, se define como "futbolero de alma, aburrido y apasionado por la música".
Cahe está vinculado con el espectáculo desde que se casó con María Marta, hermana de la actriz Cristina del Valle, con quien tiene tres hijos. Además de Maradona, cuenta entre sus pacientes a más de una veintena de famosos, como Enzo Viena, Irma Roy, Alejandra Pradón y Susana Giménez.
El médico dijo en una entrevista concedida a LA NACION en enero de 2000 que desde chico quiso tocar bien el piano y que en sus tiempos libres se da el gusto de golpetear las teclas del piano que le regaló Giménez y que había pertenecido a su abuela, que era concertista.
Vitaminas
Corría 1977 cuando Jorge Cyzterpiller, primer representante de Maradona y paciente de Cahe, llegó al consultorio del médico en la calle Díaz Colodrero.
En ese momento Cyzterpiller le presentó a un joven llamado Diego, a quien le recetó vitaminas porque lo veía muy flaco. Desde ese día Maradona y Cahe mantienen una estrecha relación, a pesar de las largas estadas del Diez fuera del país.
Tanto es así que el ex futbolista le confió a su médico, en 1994, que era adicto a las drogas y entonces comenzaron con "miles de tratamientos. Algunos muy exitosos, otros no", según relató Cahe.
Ya en septiembre de 2000, el médico personal y amigo de Maradona estuvo a su lado durante los días previos al lanzamiento del libro autobiográfico -escrito por Daniel Arcucci y Ernesto Cherquis Bialo- para administrarle sedantes que lo ayudaran a dormir y estar tranquilo el día de la presentación.
Cahe había vuelto a atenderlo a principios de 2000, cuando Diego sufrió una descompensación cardíaca en Punta del Este. Meses después lo acompañó en la rehabilitación de la rodilla izquierda, luego de que le practicaron una artroscopia de meniscos en Colombia, a causa de una lesión sufrida en un accidente automovilístico en La Habana, Cuba.
En noviembre de ese mismo año Cahe lo preparó para que estuviera a punto físicamente y pudiera jugar el match de despedida con el que Diego cerró su carrera futbolística en un partido homenaje, en la Bombonera. Y estuvo junto al futbolista el domingo 18 en que se descompuso, tras ver un partido en la cancha de Boca.
