El Luna Park fue declarado monumento histórico nacional
El estadio es considerado "un lugar central en el imaginario de los argentinos"
El mítico estadio Luna Park fue declarado monumento histórico nacional por la Secretaría de Cultura de la Nación, mediante el decreto 123/2007 publicado ayer en el Boletín Oficial. Esto significa que, a partir de ahora, cualquier intervención o modificación que se quiera hacer sobre el edificio necesitará la autorización de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos. Como se trata de un bien privado, el inmueble no pierde esta condición y eventualmente podrá ser vendido por sus dueños si así lo desean.
Desde la Comisión explicaron que a la manzana delimitada por la avenida Corrientes y las calles Bouchard, Lavalle y Eduardo Madero se le reconoce un valor en cuanto a la historia social y se la considera un lugar significativo en donde se desarrollaron actividades de toda índole. En este sentido, el decreto establece que, "como escenario de encuentros deportivos, espectáculos artísticos y convocatorias políticas por más de ochenta años, el Luna Park ocupa un lugar central en el imaginario de los argentinos".
En sus inicios ubicado en la avenida Corrientes al 1000, el Luna Park, que carecía de techo, fue centro de kermesses, teatro de verano y feria de diversiones. En 1923, y con la autorización de la municipalidad, empezó a funcionar como espacio para la realización de combates de boxeo, costumbre que desaparecería en 1988. Con la muerte de su dueño, el italiano Domingo Pace, la empresa pasó a ser dirigida por Ismael Pace, su hijo, y por José Antonio "Pepe" Lectoure. Tras la demolición del estadio original, en 1932 ambos reubicaron al Luna Park en el terreno que actualmente ocupa. En los años 50, y con la muerte de sus dueños, la empresa pasó a manos de Juan Carlos "Tito" Lectoure, que expandió las actividades del Luna Park, incorporando una larga lista de espectáculos artísticos.