[Video] Puede ocurrir en viajeros frecuentes o trabajadores con horarios rotativos; es por la alternación biológico producida por el desfase horario
Si somos viajeros frecuentes de aviones o trabajamos en horarios nocturnos, no solamente deberíamos descansar bien, sino también preocuparnos por no generar con el tiempo obesidad y un potencial cáncer de hígado.
Esto es debido a que investigadores descubrieron que la alteración del reloj biológico producida por el desfase horario o "jet lag" puede causar obesidad y aumentar el riesgo de cáncer de hígado, según los resultados de un estudio científico en EE.UU. y publicado en la revista Cancer Cell.
El biólogo e investigador principal del Conicet Diego Golombek indicó en PM que si constantemente se cambia el horario de encendido y apagado de las luces, se producen efectos. "El jet lag puede generar un tumor espontáneo, los animales se vuelven hasta obesos y el que más se ve afectado es el hígado; la etapa previa es el hígado graso. Si los cambios de horarios se vuelven crónicos, generará mayor estrés", sostuvo el especialista.
Además, Golombek remarcó la gravedad de no contar con un buen descanso y la posibilidad de adquirir enfermedades cuando existen constantes cambios en los horarios laborales: "El trabajo rotativo es un factor para desarrollar cáncer, el horario en el que hacemos las cosas no es inocuo”.
El profesor David Moore, quien lideró el estudio realizado en Estados Unidos, explicó: "Queríamos saber si el 'jet lag' crónico era suficiente para inducir cáncer en ratones bien alimentados, sin manipulación genética, sin radiación".
Los investigadores ya conocían varios factores de riesgo para el cáncer de hígado, entre los que se encuentran el consumo de alcohol, el virus de la hepatitis o el hígado graso.
También sabían que el "jet lag" provocaba alteraciones en el ritmo circadiano, una especie de reloj por el que se guían los ciclos biológicos de los seres humanos, como los patrones de sueño o de la actividad cerebral.
Cambios en el metabolismo
Estos cambios en el ritmo circadiano pueden provocar alteraciones en el metabolismo, lo que lleva a un incremento en la obesidad.
Los investigadores recrearon en un laboratorio los efectos del desfase horario. Cada semana encendieron y apagaron en horarios diferentes las luces de las salas en las que estaban los ratones. Así descubrieron que los animales habían perdido el control de su metabolismo, por lo que subían de peso, comenzaban a tener más grasa y desarrollaban hígado graso. Con el tiempo, algunos casos llegaban al cáncer de hígado.
“Encontramos otro factor, la producción elevada de ácidos biliares, que el hígado produce para ayudar a digerir las grasas. Potencialmente pueden ser tóxicos", dijo Moore. Según el experto, esta anomalía, esta mayor producción de ácidos, "parece ser clave para el cáncer de hígado", pues no solo así lo sugieren estudios previos, sino que también fue un efecto observado en esta investigación.
Los científicos se han enfocado ahora en examinar si hay medicamentos que puedan evitar este efecto en los niveles de ácido biliar, para saber si pueden ser utilizados para prevenir el cáncer hepático en los seres humanos.
No sólo en aviones
El "jet lag" no es solo un desequilibrio en el reloj biológico provocado por un viaje largo que atraviesa distintas zonas horarias, sino también un trastorno que pueden experimentar las personas que trabajan en un horario nocturno, pues su exposición a la luz del día también se ve alterada.
Este desfase provoca fatiga, problemas para conciliar el sueño, confusión y dificultad para concentrarse e irritabilidad, entre otros síntomas.