El consumo de determinados nutrientes puede prevenir patologías y desempeñar un papel beneficioso durante todo el proceso de intentar concebir; otros consumos, sin embargo, deberían evitarse por completo
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Si entras a cualquier foro sobre fertilidad en internet, verás que probablemente uno de los principales temas de debate gira en torno a qué comer para maximizar tus posibilidades de concebir. Además de la gran cantidad de suplementos que se promocionan como potenciadores de la fertilidad, también hay una variedad de alimentos que supuestamente ayudan a lograr un embarazo saludable.
Entre tanto mito y marketing, ¿qué evidencia hay de que ciertos alimentos mejoran la fertilidad masculina y femenina, y ayudan al desarrollo del feto?
Para empezar, cuando se trata de ayudar a un embarazo y un feto saludables, ciertos nutrientes realmente pueden marcar la diferencia, como el ácido fólico. Cuando se toma antes y durante el embarazo, se ha demostrado que ayuda a prevenir tanto la anencefalia, un defecto congénito del cerebro del bebé, como la espina bífida, que afecta su columna vertebral.
Debido a que estos defectos se desarrollan muy temprano en el embarazo, con frecuencia antes de que la mujer sepa que está embarazada, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan que todas las mujeres en edad reproductiva tomen 400 microgramos (mcg) de ácido fólico al día.
La fortificación de alimentos básicos como los cereales con ácido fólico puede ofrecer una protección aún más poderosa, porque muchos embarazos no son planificados. Se estima que en 2019 los programas de fortificación efectivos previnieron el 22% de los casos potenciales de espina bífida y anencefalia prevenibles con ácido fólico en todo el mundo.
El ácido fólico puede tener un beneficio adicional: cuando las mujeres que intentan concebir lo toman como suplemento, puede aumentar la posibilidad de quedar embarazada, aunque se necesitan más ensayos para confirmarlo.
Razones de la infertilidad
¿Qué pasa con otros alimentos y suplementos? ¿Existe algo así como una “dieta para la fertilidad” que maximice las posibilidades de concebir? Para responder a esa pregunta, analicemos las principales razones de la infertilidad.
En EE.UU., después de un año de tener relaciones sexuales sin protección, el 15% de las parejas no puede concebir. Hay muchas causas potenciales.
Del lado de la mujer, es posible que los ovarios no puedan producir óvulos sanos o que el óvulo no pueda moverse desde los ovarios hacia el útero, por ejemplo, debido a que las trompas de Falopio están bloqueadas. Incluso si el óvulo hace ese viaje con éxito, es posible que no se adhiera al revestimiento del útero o que no sobreviva una vez que se haya adherido.
Del lado masculino, la calidad del esperma es crucial para la fertilidad. Esto incluye la habilidad de los espermatozoides para moverse eficientemente (movilidad), su forma y tamaño (morfología), y cuántos hay en una cantidad dada de semen (recuento).
Una variedad de factores pueden amenazar la calidad del esperma, incluidos los problemas ambientales como la contaminación. Incluso después de las pruebas, es posible que la causa de la infertilidad no siempre esté clara: alrededor del 15% de los casos de infertilidad permanecen sin explicación.
Consecuencias adversas de la desnutrición
Si bien ningún alimento o suplemento individual funciona como una solución rápida para ninguno de estos posibles problemas, los expertos dicen que la dieta puede desempeñar un papel beneficioso durante todo el proceso de intentar concebir y más tarde.
Lo más obvio es que estar bien alimentado es crucial. Las consecuencias de la desnutrición pueden ser devastadoras para la salud prenatal.
Podría decirse que los hallazgos más conocidos en esta área provienen de un estudio de bebés concebidos durante el llamado “invierno del hambre holandés” de 1944; una hambruna de ocho meses que ocurrió cuando los nazis cortaron el suministro de alimentos a Países Bajos al final de la II Guerra Mundial.
Las mujeres embarazadas ingerían solo 400 calorías por dia, una fracción de la cantidad necesaria para un embarazo saludable.
Los bebés concebidos durante ese período enfrentaron una variedad de consecuencias adversas para la salud, que incluyeron ser más bajos y delgados que los bebés nacidos antes o después de ellos, y tener cabezas más pequeñas. De adultos, tenían tasas más altas de obesidad, diabetes y esquizofrenia, y tendían a morir más jóvenes.
Buenos nutrientes para ambos
Para aquellos que tienen acceso a suficientes alimentos, sigue siendo importante obtener la combinación adecuada de nutrientes. Si bien las discusiones sobre los alimentos beneficiosos se centran con frecuencia en la fertilidad femenina, ha habido hay ahora una mayor conciencia sobre cómo la dieta también puede afectar la fertilidad masculina.
Un estudio de 2015 de parejas que se sometieron a tratamientos de fertilización in vitro encontró que el consumo de carne en los hombres, y especialmente el tipo de carne que comían, afectaba el resultado, medido por las tasas de fertilización.
Comer más aves tuvo un impacto positivo en las tasas de fertilización, mientras que comer carne procesada (como tocino y salchichas) tuvo un impacto negativo.
Los hombres que comían la menor cantidad de carnes procesadas, con un promedio de menos de 1,5 porciones a la semana, tenían un 82% de posibilidades de lograr un embarazo con su pareja, mientras que los hombres que comían la mayor cantidad de carnes procesadas, con un promedio de 4,3 porciones a la semana, tenían solo un 54% de posibilidades.
Incluso después de la concepción, la dieta del padre puede afectar indirectamente al feto. Un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Queensland, en Australia, demostró que lo que comen los padres tiene un efecto duradero en la salud futura de sus hijos por nacer.
El equipo analizó datos de la dieta de casi 200 parejas que recibieron atención prenatal en el hospital de maternidad más grande de Australia, el Hospital Maternal Mater, en Brisbane.
El estudio encontró que la dieta de los hombres influyó fuertemente en la de las mujeres y eso, a su vez, afectó al bebé en desarrollo. Otros estudios sugieren que el peso del padre puede tener un efecto intergeneracional, afectando el peso del niño.
“La salud y la nutrición de los hombres para la fertilidad se pasa por alto, pero es muy importante”, dice Shelley Wilkinson, dietista que fue una de las autoras del estudio de la Universidad de Queensland y ahora trabaja en Lifestyle Maternity, una clínica privada en Australia que se especializa en apoyo a la fertilidad. “De hecho, puede afectar la salud de sus nietos”.
Wilkinson también destaca la importancia de afrontar cualquier cambio en pareja. “Si una persona cumple con las pautas dietéticas, es más probable que la otra también lo haga”, dice.
“Deberíamos centrarnos en apoyar tanto a las mujeres como a los hombres para que hagan cambios saludables. De lo contrario, estamos perdiendo la mitad de la batalla”.
Grasas buenas, plantas y cero alcohol
Un cambio beneficioso puede ser aumentar la cantidad de grasa en la dieta de la pareja, siempre que sea del tipo correcto.
Las grasas saludables se encuentran en las nueces, semillas, salmón, aguacate y aceite de oliva. Sin embargo, los ácidos grasos trans, que pueden provenir de fuentes naturales o industriales y se encuentran, por ejemplo, en la margarina, los dónuts, los alimentos fritos y otros alimentos procesados, están asociados con un mayor riesgo de infertilidad.
Una dieta rica en plantas también puede ser beneficiosa. Investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en EE.UU., evaluaron las dietas de un grupo de 18.555 mujeres durante ocho años, mientras intentaban quedar embarazadas o cuando lo lograban.
Descubrieron que consumir proteínas de origen vegetal como las legumbres, en lugar de proteínas de origen animal como la carne roja, se asoció con un menor riesgo de infertilidad ovulatoria (50% menor o más).
Los autores de una revisión de la investigación de 2021 sobre el posible vínculo entre la dieta y la fertilidad femenina concluyeron que, si bien sus recomendaciones se centraron en las mujeres, “la dieta y los patrones nutricionales son sin duda importantes para la fertilidad tanto masculina como femenina”.
Los investigadores dieron una descripción detallada de los efectos de los nutrientes individuales y los alimentos que los contienen. También enfatizaron la importancia de involucrar a un dietista clínico en el cuidado de las parejas que planean un embarazo.
A grandes rasgos, recomiendan alimentos como verduras, frutas, pasta y pan integral (para los hidratos de carbono); fuentes de grasas saludables como el pescado azul; y legumbres, huevos y carne magra como proteínas.
También señalaron el importante papel que cumplen ciertos nutrientes que a veces pueden pasarse por alto: entre ellos se encuentra el yodo, que ayuda al correcto desarrollo del feto y a la función tiroidea de la futura madre.
Respecto al alcohol, el consejo es claro y consistente a lo largo de la investigación. Los CDC afirman: “No se conoce una cantidad segura de consumo de alcohol durante el embarazo o al tratar de quedar embarazada”. Esto se aplica a todos los tipos de alcohol, incluidos todos los vinos y la cerveza. El consejo es evitarlo por completo.
Cuidado con exagerar
Si tienes alguna inquietud o pregunta sobre tu dieta y cómo podría afectar tu fertilidad, lo mejor es consultar a tu proveedor de atención médica. Y aunque ciertos alimentos parecen desempeñar un papel positivo en la fertilidad, es importante no exagerar su poder.
La infertilidad es compleja, como lo son sus causas. Preocuparse por la dieta puede causar estrés innecesario, así como sentimientos de culpa y vergüenza. Aquellos que tienen dificultad para concebir pueden estar seguros de que es poco probable que el problema se deba a una cosa específica que comieron o no comieron.
Wilkinson dice que las personas con problemas de fertilidad buscan a menudo un solo alimento que promueva la fertilidad, pero es mejor apuntar a un patrón general de alimentación saludable.
“En las salas de chat sobre fertilidad, se habla mucho de que la piña es una especie de alimento mágico si estás tratando de quedar embarazada. Sin embargo, no existe un solo alimento o suplemento que funcione así”.
Todo el contenido de este artículo consiste en información general y no debe tratarse como un sustituto del consejo médico de los profesionales de la salud.
Por Jessica Mudditt
BBC MundoTemas
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