El hombre que sufrió el ataque en carne propia
La discriminación no es sólo cuestión de palabras. Daniel la padeció en carne propia la semana pasada, cuando una persona lo atacó en la puerta de una sinagoga por el solo hecho de ser judío. Con un palo, lo golpeó y le cortó una oreja. Tuvieron que darle cinco puntos de sutura. Ocurrió el jueves último, en Argerich al 300, en Flores.
Daniel, junto con otros miembros de su comunidad, hicieron la denuncia ante la comisaría 50a. Pero todavía no han tenido novedades del agresor. "Queremos que se investigue si esto fue un acto aislado, producto de una mente enferma, o si hay un antisemita de guantes blancos que envía a personas a atacar a miembros de nuestra comunidad . Después de analizar el caso, llegamos a esa conclusión, porque hace cuatro meses un rabino sufrió una agresión similar", explica el hombre, que tiene 45 años y se dedica al comercio de carne kosher.
"Ojalá que haya sido sólo producto de una persona fuera de sus cabales, porque, si no, quiere decir que hay alguien que se ocupa y se dedica a discriminar y a hostigar a nuestra comunidad. Allí estamos hablando de algo muy serio", dijo Daniel, que prefirió no dar su apellido.
El día del ataque, Daniel estaba en el templo y un miembro llegó con sus dos hijos y advirtió que había una persona que lo estaba persiguiendo y que lo insultaba por ser judío . Daniel salió, intentó hablar con el joven, de unos 25 años, según calculó. El agresor le decía que a alguien tenía que pegarle. Daniel le dijo que le pegara a él. El joven quiso salir corriendo, pero tropezó con una madera. Entonces, se dio vuelta, tomó el palo y golpeó a Daniel. Después se escapó corriendo.
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