El "gigoló" Javier Bazterrica se entregó en Rosario, entre gritos y selfies
Javier Bazterrica se presentó ante la Justicia, pagó una caución de $10.000 y quedó en libertad; está acusado de estafa
"El gigoló" Javier Bazterrica, acusado de engañar con fines económicos a mujeres adineradas e investigado por estafas, se presentó hoy en los tribunales de Rosario y pagó una caución de diez mil pesos para evitar su detención.
Vestido de polista, el hombre aceptó presentarse periódicamente ante el tribunal que investiga el caso. Contra el acusado hay una causa iniciada en 2013 por una mujer, en la que se le imputan los delitos de estafa, hurto y abuso de confianza.
Gritos y selfies
Tras abonar la caución, Bazterrica se reunió con la jueza de Instrucción N 8 de Rosario, Delia Paleari, en los tribunales de Rosario, donde un grupo de mujeres le gritó "estafador", aunque otras que pasaban por el lugar se sacaron fotos con él.
La magistrada había solicitado a la defensa la constitución de un domicilio legal de Bazterrica en Rosario y otro de su residencia en la ciudad de Buenos Aires.
Por tal motivo, los abogados Paul Krupnik y José Nanni fijaron domicilio en Rosario de su defendido, y además fueron notificados de que Bazterrica no puede salir del país.
Antes de ingresar a la sede judicial, "El gigoló", en un breve contacto con la prensa, reiteró que "la Policía pudo corroborar que yo no tenía los 80 mil pesos", que supuestamente le había robado a la mujer denunciante. "La relación duró un par de meses, comenzó por Facebook, la fui a buscar al aeropuerto, después vine a Rosario, todo fue muy bien", contó.
Luego expresó: "Fuimos al registro civil para casarnos, nos habían fijado fecha, habíamos pasado los registros médicos, y de un día para el otro fui un estafador".
Personaje
La irrupción de este hombre en los medios de comunicación, luego de que fuera denunciado por al menos tres mujeres ante la Justicia por impostar su identidad y lograr así beneficios en su nivel de vida y dinero, fue unos de los temas resonantes de la semana.
Bazterrica, sobre quien pesaba un pedido de captura internacional, admitió en varios programas televisivos haber utilizado nombres falsos cuando conocía a mujeres por Facebook y luego iniciaba con ellas relaciones sentimentales.