El factor de riesgo que afecta a uno de cada diez pacientes con cáncer
La diabetes es una condición frecuente en los pacientes oncológicos, que condiciona la inmunodeficiencia de los pacientes y muchos de los tratamientos
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Una investigación del Instituto Oncológico Henry Moore advierte que en la Argentina al menos uno de cada diez pacientes con cáncer tiene diabetes como condición asociada. En el marco del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora hoy, el informe basado en datos de más de 25.000 pacientes atendidos durante 10 años arroja datos alarmantes.
De los 25.989 pacientes asistidos en esa institución entre septiembre de 2012 y octubre de 2023, 3181 tenían diabetes, es decir, el 12%. “La diabetes es una condición frecuente en los pacientes oncológicos. Dado que aproximadamente uno de cada diez pacientes oncológicos adultos al momento del diagnóstico tiene diabetes, es probablemente la comorbilidad endócrina más frecuente en nuestra práctica seguida por el hipotiroidismo”, indicó Ernesto Gil Deza, director de Investigación y Docencia del Instituto Oncológico Henry Moore.
El Tercer Informe de Síntesis del instituto, titulado “Diabetes y Cáncer: Una Oportunidad para Mejorar”, también resalta la necesidad de abordar ambas condiciones simultáneamente. “La evidencia de que la diabetes es un factor de riesgo para desarrollar cáncer genera campos de acción conjunta entre diabetología y oncología”, subrayan en el estudio, al tiempo que señalan que existe una correlación entre la severidad de la diabetes y la aparición de tumores, con una edad promedio de diagnóstico de cáncer de 63 años.
De acuerdo a la investigación, tanto los tumores digestivos (especialmente cáncer de páncreas) como los ginecológicos (cáncer de endometrio) están aumentados entre los pacientes diabéticos. De hecho, esa población tiende a tener tumores más avanzados en la primera consulta, especialmente tumores digestivos.
Otro dato clave que se desprende del estudio es que el 60% de los pacientes con cáncer y diabetes no registra a su diabetólogo como médico de cabecera. “Esta falta de coordinación en la atención médica resalta la necesidad de mejorar la educación sanitaria y fomentar controles preventivos que pueden salvar vidas”, dice Gil Deza.
Y agrega: “En un mundo hiperconectado, muchas veces los médicos permanecemos incomunicados. La relación entre colegas de diferentes especialidades es complicada y eso debemos mejorarlo. El rol del clínico o diabetólogo es crucial en el diagnóstico y tratamiento del cáncer. El hecho de que seis de diez pacientes no registren un médico de cabecera debería hacernos reflexionar a todos, porque todos los médicos –independientemente de nuestra especialidad– deberíamos incorporar la prescripción de medidas de prevención primarias y secundarias que prolonguen la sobrevida y mejoren la calidad de vida de nuestros pacientes”.
Condicionamientos
La investigación también destaca que la diabetes condiciona la inmunodeficiencia de los pacientes y muchos de los tratamientos contra el cáncer: “En nuestra institución vemos un nuevo paciente con cáncer y diabetes por día. Por lo tanto, las interacciones medicamentosas deben formar parte de nuestro conocimiento fundamental y el contacto con el endocrinólogo tratante debe ser fluido”.
Los expertos advierten que el cáncer y la diabetes están entre las denominadas enfermedades crónicas no transmisibles. Se trata de afecciones relativamente infrecuentes en jóvenes o poblaciones cuyo promedio de vida es bajo, pero forman parte de nuestros padecimientos cotidianos cuando envejecemos. La prevención en ambos casos está vinculada con la modificación de hábitos o con la atención a los signos o síntomas que puedan llevar a un tratamiento precoz de esas dolencias.
En el caso de la diabetes, el tratamiento está relacionado con la gravedad y duración de la enfermedad. La diabetes tipo I requiere tratamiento con insulina, mientras que el tratamiento de la diabetes tipo II comienza el tratamiento con cambio de hábitos: dieta y actividad física, luego utiliza hipoglucemiantes orales (de los que la metformina es la más utilizada) y en el caso de no poder controlarse con medicamentos orales se emplea la insulina.
Asimismo, y si bien la diabetes y el cáncer están relacionados con la edad, la investigación demuestra que la severidad o gravedad de la diabetes juega un rol en la génesis del cáncer porque los tumores tienden a presentarse un año antes en la población tratada con insulina con respecto a los que reciben hipoglucemiantes orales y los que no reciben tratamiento.
Gil Deza concluye: “La diabetes no solo afecta la vida diaria de los pacientes, sino que también influye en la aparición y evolución del cáncer. En ese sentido, resulta fundamental el trabajo conjunto entre diabetólogos y oncólogos para optimizar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento”.
- Fundado en 1998, el Instituto Oncológico Henry Moore es referente en la Argentina y América Latina en la atención ambulatoria de pacientes con cáncer: asiste anualmente a 15.000 pacientes y administra 20.000 tratamientos quimioterápicos.
- El Día Mundial de la Diabetes se celebra cada año el 14 de noviembre, aniversario del nacimiento de Sir Frederick Banting, quien descubrió la insulina junto con Charles Best en 1922.
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