Su pasión era volar. Pero el estándar de altura que se requería para ser piloto no se correspondían con la suya, por eso optó por su otra debilidad: la música.
Roque Narvaja nació Córdoba, en el seno de una familia melómana. Sus padres escuchaban todo tipo de música, especialmente clásica y folklore. Pero a Roque le tocó ser adolescente en una época en la que la juventud tenía su propio estilo: el rock.
En los años sesenta llegaban a la Argentina, no sin dificultad, los sonidos del Rythm & Blues y del Soul: Otis Redding, Wilson Picket, Aretha Franklin. Esta era la música que escuchaba Roque en su temprana juventud. Hasta que una amiga le prestó un disco de Los Beatles y todo cambió. Las canciones de los Cuatro de Liverpool lo impulsaron a querer ser como ellos, a gritarle al mundo, a través de la música, que esa generación, su generación, quería cambiar el mundo.
En la mitad de la adolescencia y, con una guitarra, Roque formó, junto con sus amigos Hiacho Lezica, Félix Pando y Enrique Masllorens una banda a la que llamaron: La joven guardia.
Una tarde, Masllorens le acercó a Narvaja una melodía. Al otro día, Roque le llevó a sus amigos la letra.
Los Beatles habían impuesto la moda del pelo largo en los hombres, algo que parece normal hoy en día pero que resultaba contestatario en aquella época. La canción que escribió Narvaja, con apenas 17 años, hablaba de un chico común, que iba por la vida con su pelo largo, tratando de llevar una vida normal y de encajar en una sociedad que lo juzgaba por su apariencia. Escondida entre la letra, también, aparecía la pena de amor del muchacho: "…por esa mujer, que siempre quiso y nunca pudo amar. Jamás."
Fueron con El extraño del pelo largo a la discográfica CBS. La canción fue rechazada. Entre otras cosas, les dijeron que no se decía "pelo" sino "cabello". Pero los músicos no se dieron por vencidos. En RCA Víctor fueron escuchados y, a fines de 1968, pudieron grabarla. Se editó como simple en 1969. En el lado A, El Extraño del pelo largo y, en el B, Motores de Pastel.
La Joven Guardia pasó el verano del 69 tocando en Mar del Plata, a cambio de alojamiento y comida, y al volver se encontraron con un éxito absolutamente inesperado. La voz expresiva y personal de Roque Narvaja, sonaba en todas partes. Radios, programas de TV, gente que la silbaba por la calle. Batieron récords de ventas y recorrieron el país con su hit.
El éxito fue tal que, ese mismo año, 1969, la banda actuó en la película que se llamó como la canción y que fue protagonizada por Lito Nebbia y Liliana Caldini.
En aquel momento, en tiempos del gobierno de facto del general Onganía, se había prohibido el pelo largo. La productora Argentina Sono Films tuvo que emitir una certificación, tanto para los actores como para los integrantes de La Joven Guardia, en la cual se especificaba que portaban pelo largo porque estaban filmando una película. De lo contrario, eran blanco fácil para que la policía los "invitara" a pasar una noche en alguna celda de alguna comisaría. Y les cortaran el pelo, claro.
La canción rinde un pequeño homenaje a Los Beatles. Al finalizar, antes de los últimos acordes, se escuchan bocinazos, ruidos de calle, la voz del propio Narvaja emulando a un vendedor de diarios. Algo que los Beatles ya habían hecho en su álbum La banda del Sargento Pepper, en 1967.
El extraño del pelo largo se convirtió en ícono de lo que más tarde se llamaría Rock Nacional. En tres años vendió 1,8 millones de copias. Toda una generación se sintió identificada con La joven guardia, esos jóvenes que trataban de abrirse paso, con sus sueños e ideales. Como aquel "melenudo", que sólo vagaba por las calles mirando la gente pasar.
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