El documental que denuncia el trabajo infantil detrás del mate llegó a Cannes y emocionó al mundo
La iniciativa desarrollada por Posibl. y Un sueño para Misiones cobró impulso tras participar del festival internacional de cine; crecen las firmas on line para lograr una bebida sin intervención de chicos en los yerbales de la provincia
El documental “Me gusta el mate sin trabajo infantil”, que denuncia la cruda realidad que vive el norte argentino detrás de la elaboración de la infusión nacional desde hace décadas, participó del festival internacional de cine de Cannes y emocionó al mundo.
La iniciativa, que cosechó desde su difusión un impacto significativo a nivel global, cobró aún más impulso al visibilizar fuera del país el día a día de los más pequeños en Misiones -casi desde su nacimiento- en la producción y en las plantaciones junto con sus familias tareferas.
“Es un claro ejemplo de lo que somos capaces de hacer si trabajamos juntos, y de lo importante que es activar y elevar nuestra conciencia ante las injusticias de cada día”, señala a LA NACION Martín Parlato, CEO y fundador de Posibl., la organización argentina que produce y distribuye contenidos, iniciativas y eventos de impacto social, al evaluar el paso por Cannes.
Fue a partir de esta experiencia que miles de agentes de cambio se conmovieron y unieron sus voces para poner fin a un flagelo que condena a un alto porcentaje de niños argentinos y los obliga a transitar una infancia en condiciones inhóspitas y vulnerables.
Tenemos que dejar de ser indiferentes al dolor ajeno y rebelarnos contra nuestra propia indiferencia
Parlato, quien pone el énfasis en la necesidad de generar un compromiso colectivo en vistas a erradicar esta práctica centenaria, recuerda que “la extrema pobreza y la desidia por parte de quienes tienen responsabilidades directas en la industria de la yerba mate abruman”, pero advierte que también “forman parte de una realidad que no sólo entristece a Misiones, sino a todo el país".
“Tenemos que poder dejar de ser indiferentes al dolor ajeno y rebelarnos contra nuestra propia indiferencia. Juntos podemos cambiar la realidad. El mate es nuestra infusión nacional, nos une y nos representa en el mundo. Para que el mate represente lo mejor de nosotros, tenemos que ponerle fin a aquello que esconde”, reflexiona en voz alta.
En paralelo al documental exhibido, aumentaron a casi 70 mil las firmas de la petición on line subida a Change.org, que apunta en ese sentido a frenar la desigualdad asociada al mate y que se convierte en esta cruzada en una aliada estratégica. “Estamos a 5000 firmas de alcanzar la meta de 75.000 para que nuestros líderes consideren este pedido”, cuenta entusiasmado.
Un corto recorrido para una antigua causa
“Me gusta el mate sin trabajo infantil” fue presentado en 2016 ante la Cámara de Diputados de la Nación, en el Congreso argentino, para respaldar un proyecto de ley impulsado por la ONG Un sueño para Misiones, que busca elaborar una yerba que certifique la inexistencia de niños detrás de su producción y que sea de venta libre en comercios y supermercados por un costo similar al de un paquete tradicional.
Durante el mismo año el documental se coló en la Cumbre Mundial de Jueces, organizada por el papa Francisco, para debatir cuestiones relativas al tráfico de personas y al crimen organizado, y allí se compartieron testimonios recogidos en visitas a las plantaciones.
Hemos logrado mucho, pero debemos ir por más. El costo de la inacción es más caro
Las acciones concretas desempeñadas por Posibl., Change.org y Un sueño para Misiones tuvieron una amplia repercusión en medios locales e internacionales, entre ellos, la BBC, CNN, El Mundo de España y Sputnik de Rusia. De hecho, el alcance fue estimado en 60 millones de personas.
“Hemos logrado mucho, pero debemos ir por más. Es importante que los funcionarios comprendan que el costo de la inacción es más caro que el de la acción. No les pedimos que pasen a una situación perfecta, sino a una mejor”, plantea Parlato. Y describe de memoria, casi como si tuviera un yerbal frente suyo con la realidad que encierra: “Sería ilógico pensar que un problema de 150 años se soluciona de la noche a la mañana, pero es urgente que entiendan algo muy simple: por cada minuto que pasa, hay un chico que no come, que no estudia, ni tiene la capacidad de soñar o proyectarse”.
La cosecha, en números
El 90 por ciento de la yerba mate que se consume en la Argentina y el 60 por ciento de la que se puede adquirir en el exterior se cultiva en Misiones, con trabajo infantil. El 16 por ciento de los menores, hijos de tareferos, nunca concurrió a la escuela y se dedica al trabajo rural para ayudar a sus familias. En ese contexto, el 80 por ciento usa letrinas y casi el 50 por ciento no tiene agua potable.
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