El dilema de lo ambiguo
A nuestra sociedad le cuesta aceptar lo diferente, muchas veces a causa de la desinformación y a la falta de un debate serio sobre una problemática tan compleja como el cambio de sexo. Operamos clasificando a las personas; manejamos una lógica binaria de blanco o negro. Por ejemplo, casi no se conocen los casos de ambigüedad sexual (bebes que no se sabe si son varones o mujeres) que plantean serios dilemas tanto a los equipos de salud como a sus familias.
En ocasiones, algunas personas sienten que sus cuerpos no reflejan sus sentimientos ni su sexualidad. Todas estas situaciones generan terribles sufrimientos. Una ley como la propuesta les permitiría superar algunos de ellos. La intervención quirúrgica les posibilita cumplir el deseo de conciliar el cuerpo con su sexualidad. El cambio de género en el documento les evita la denigración de "lucir" de cierta forma, pero tener una identificación con un sexo discordante. Se debe señalar que la bioética defiende el respeto por las personas, por sus valores y creencias (aun cuando estos no sean los tradicionales), siempre que no dañen a terceros. La bioética también aboga por una sociedad tolerante e imbuida por principios de justicia. Así, desde la perspectiva de la ética secular, se trata de una ley que debe ser bienvenida, ya que es tolerante y respetuosa de estas minorías.
La autora es directora del Programa de Bioética de Flacso e investigadora del Conicet
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