El desesperado pedido de una madre para que la obra social asista a su hijo enfermo
Neuhen tiene 8 años y sufre una encefalopatía grave desde que nació; Oschoca, dirigida por la pareja de Hugo Moyano, dejó de prestarle servicio sin previo aviso; durante varios días fueron consultados por LA NACION, pero evitaron dar una respuesta
Nehuen Chimenti nació prematuro hace 8 años, lo que le provocó una encefalopatía crónica no evolutiva. Con el tiempo, el cuadro se volvió cada vez más complejo: no camina, no mantiene la cabeza erguida, se alimenta por botón gástrico con Nissen, padece EPOC, epilepsia y es oxígeno dependiente. Tampoco habla, aunque sí logra balbucear algunas palabras cariñosas a su mamá Romina Kirchherr y sus hermanos Rodrigo y Santiago. "Es un guerrero con muchas ganas de vivir", cuenta Romina a LA NACION desde la casa familiar en Lanús.
A lo largo de estos años pudo seguir los tratamientos indicados a través del servicio que le prestaba Oschoca, la obra social de camioneros que ya tenía su papá, quien desapareció cuando Nehuen nació.
"Los servicios médicos siempre fueron prestados por las gerenciadoras de la obra social, Proyecto Salud y Medical System. A través de estas prestadoras, Nehuen logró tener una atención integral con equipos médicos que fueron siguiendo su evolución", cuenta Romina.
Según el relato de la mujer, desde hace dos años a esta parte, cuando Oschoca cambió el gerenciamiento a la empresa Irarai S.A, la situación se complicó drásticamente. "Oschoca cambió de empresa gerenciadora y, en consecuencia, de equipos médicos. Pasó a ser Iarai S.A, cuya presidenta es Liliana Zulet, actual pareja de Hugo Moyano, y desde entonces el servicio es insostenible, no brindan médicos ni enfermería adecuada", denuncia.
"Hace más de 10 meses mi hijo se quedó sin pediatra de cabecera, ni medicamentos. Empezaron los incumplimientos de las guardias de la internación domiciliaria y todo eso, según me explicaron los médicos, llevó a mi hijo una descompensación que terminó con Nehuen en terapia intensiva y con respirador durante 28 días", relata Romina.
La sorpresa de Romina fue aún mayor cuando regresó con su hijo a casa de aquella internación: la prestación que ya Oschocha le brindaba en forma deficiente fue dada de baja sin notificación alguna.
Desde entonces Romina lidia con abogados y presentaciones en la justicia. A través de acciones de amparo logra que, en cuenta gotas, Nehuen sea asistido.
Ni Oschoca ni Iarai quisieron hacer declaraciones a LA NACION sobre la situación de Nehuen. "No estoy autorizada a responder preguntas. Voy a transmitir el mensaje", dijo una empleada del área de internación de Iarai todas las veces que se la consultó en forma consecutiva durante una semana. La directora de la prestadora, Anabel González Villa, tampoco respondió los llamados.
Mientras tanto, la vida de Neuhen corre riesgos y se debilita cada vez más.
La carta
Romina Kirchherr envió una carta de lectores a LA NACION para pedir ayuda para Nehuen.
Ayuden a mi hijo
Soy la mamá de Nehuen, de 8 años, quien padece de nacimiento una encefalopatía crónica no evolutiva. Tiene botón gástrico Nissen. Epilepsia. EPOC. Escoliosis. Todo a raíz de su enfermedad de base. Este último año, su enfermedad neurológica avanzó y su hipotálamo está sumamente dañado, con gran riesgo de vida. Desde sus ocho meses, el hospital Garrahan solicitó la internación domiciliaria. Mi hijo es beneficiario de la obra social Oschoca, de Camioneros, que contrata a la gerenciadora Iarai SA para que brinde el servicio en salud. Su presidenta es Liliana Zulet, actual esposa del señor Hugo Moyano. Hace dos años este servicio es insostenible: no brindan médicos ni enfermería adecuada para el cuidado de mi hijo. No entregan medicamentos ni insumos. Me he cansado de reclamar por todos los medios, sin obtener respuesta alguna. Mi hijo hace más de diez meses no tiene pediatría de cabecera en neurología, eso lo llevó a no ser tratado como corresponde y a entrar en terapia intensiva durante 28 días en respirador y, luego, pasar por una cirugía, por lo cual estuvo internado desde el 16 de agosto hasta el 25 de septiembre, cuando salió de alta con más requerimientos para su mejor calidad de vida. Dicha prestadora dio de baja el servicio desde el 1° de octubre sin notificarlo por ningún medio, por lo cual mi hijo hasta ahora no cuenta con enfermería pediátrica las 24 horas, como tiene indicado, ni con especialistas para su rehabilitación, como kinesiología respiratoria y motora, ni servicio de fonoaudiología, ni medicación, ni insumos descartables.
Estoy desesperada, no sé qué más hacer para poder ayudar a mi hijo. Cada día que pasa, más riesgo corre su vida. Necesitamos que alguien nos escuche. Él merece ser feliz y tener una vida digna. Pero es una dura batalla.
Romina Kirchherr
DNI 28.801.112
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