El crimen de Morena: las familias evitan que los chicos salgan solos y cambian horarios para llevarlos a la escuela
En Villa Diamante, donde sucedió el asesinato de la chica de 11 años, algunos establecimientos estuvieron cerrados por duelo; en otros pidieron a los padres que acompañen a los alumnos en el ingreso y la salida de clases
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“¿Viniste solo?”, le preguntó alarmada una docente de la Escuela Primaria N°59 Gabriela Mistral –en Villa Diamante, Lanús–, a un alumno que tocó el timbre para entrar al colegio pasadas las 9. “No, mi mamá me está mirando desde allá”, respondió el chico, mientras señalaba hacia la esquina de Yatay y la avenida 25 de Mayo. Luego, ingresó al establecimiento y la maestra cerró el portón.
En Villa Diamante, un barrio en el partido de Lanús, a los vecinos hoy les tiembla el cuerpo de la impotencia al hablar. Tienen bronca, angustia y miedo porque ayer, Morena Domínguez, de 11 años, fue asaltada por dos motochorros a metros de la escuela Escuela Primaria N°60 Almafuerte, ubicada en Molinedo al 3200. Cerca de las 7.30, los delincuentes la interceptaron para robarle sus pertenencias, Morena cayó al piso, se golpeó la cabeza y murió a las pocas horas en el Hospital Evita de esa localidad bonaerense.
A partir del caso, una vez más, en el barrio se habla de una tragedia anunciada, una frase que se repite cada vez que se conoce un caso de inseguridad. Los vecinos dicen que se sabía que los alrededores de la escuela eran un “pasillo de robo”. Los testimonios se reiteran: familias que, por temor a los robos, no dejan que los chicos salgan solos a jugar, a andar en bicicleta o se trasladen a estudiar.
“Se puso muy heavy el barrio. Te roban en cualquier horario, no importa la edad que tengas. Los vecinos nos cuidamos entre nosotros, pusimos cámaras que pagamos de nuestros bolsillos porque por acá no hay cámaras ni patrulleros”, indicó Diego, un vecino y comerciante de Villa Diamante, a quien el crimen de Morena lo impactó fuertemente. Tiene miedo por su hija de 16 años que va a una escuela secundaria pública de la zona y suele ir y venir a clases con un grupo de compañeros. De acuerdo a Diego, el gran tema detrás de este hecho es el consumo y la venta de drogas. “Venden cerca de las escuelas y las plazas”, dijo.
Al igual que él, los vecinos consultados por LA NACIÓN durante una recorrida por la zona, afirmaron que ya no hay zonas seguras, los delitos ocurren en cualquier lugar y a cualquier hora, incluso a metros de las escuelas. Y la zona en la que se registró el robo es, justamente, una zona de establecimientos escolares.
Además de laN°60, donde también funciona la secundaria N°57, en la misma manzana está el jardín de infantes N°921 y a 100 metros, el Instituto Mariano Moreno. Estos establecimiento hoy se encontraban cerrados por duelo. En otros, como la Escuela Municipal Bilingüe N°1 y las primarias N°59 y N°72, hicieron minutos de silencio y realizaron jornadas de reflexión. Los docentes afirmaron que se prepararon para una jornada “muy difícil”.
Esta mañana, Soledad, de 32 años, que es madre tres chicos, tuvo una reunión en la escuela del más pequeño, de 12 años, en la que le informaron y le hicieron firmar un consentimiento para que, a partir de ahora, los alumnos no puedan retirarse del establecimiento sin la supervisión de un adulto. Además, le recomendaron hablar con los chicos para que no saquen los celulares en la calle.
“Trabajo como barrendera y cambié los horarios de trabajo para poder acompañarlos, tanto al de 12 como al de 14. No se puede estar tranquila. Es tierra de nadie la zona de Acuba. Siento miedo”, dijo Soledad. Ella se refirió a un asentamiento situado a 15 cuadras del lugar del ataque, sobre terrenos en los que hubo un basural. Allí, según contó a LA NACIÓN, opera una banda de motochorros que sale a robar por las zonas de Villa Giardino, Villa Fiorito y Villa Diamante. Según trascendió, los dos delincuentes detenidos como los presuntos autores del crimen vivían en este barrio.
“Después de lo que pasó ayer, uno queda mal. Esta mañana, por ejemplo, vi a un chico que estaba llegando solo a la escuela. Frené y lo acompañé”, dijo Mirna, otra vecina de Villa Diamante. Ella es otro ejemplo de una residente a la que le resulta imposible no pensar en su propia hija de 11 años, a quien no deja sola nunca, justamente, por miedo.
“Vivo en este barrio desde los 19 años y camino en esta plaza cada mañana. Es una plaza hermosa, pero los fines de semana vienen desde Acuba a fumar, a drogarse y los chicos ya no pueden venir. Estamos a la deriva”, dijo la mujer.
En esa misma plaza llamada Giardino, ubicada frente a la escuela a la que asistía Morena, esta mañana Alicia Barraza rezó por la niña junto a su nieto de 10 años en un pequeño altar. “Él tiene la edad de la nena que murió. Tengo miedo cuando venimos a esta zona, más miedo que en la villa. No se puede salir ni a las 3 de la tarde. Yo lo traigo todos los días a la plaza para que se acostumbre a la vida sana”, dijo.
De acuerdo a Barraza, su nieto le dijo: “Abuela, Morena no era mi compañera, pero tenía mi edad, le podría haber pasado a cualquiera”. Y eso la atravesó. “Es muy triste todo. La nena era del mismo barrio y la mataron igual. Desde que está Acuba, el barrio ya no es el mismo”, indicó la mujer.
El crimen de Morena quedó registrado por una cámara de seguridad de la cuadra en donde ocurrió el hecho. Las imágenes muestran la parte final del robo y cómo la víctima fue arrastrada unos metros por la moto de los delincuentes. Cuando la chica cayó al asfalto, el delincuente que viajaba como acompañante se bajó de la moto para robar las pertenencias de la víctima y luego volvió a subir al rodado para escapar. Una vecina intentó asistirla, un auto amagó a cerrarles el paso a los motochorros y un hombre intentó correrlos, pero los asaltantes escaparon a toda velocidad.
Ayer, calificadas fuentes judiciales confirmaron a LA NACIÓN que dos delincuentes mayores de edad habían sido identificados y detenidos como autores del delito. Por su parte, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, aseguró que el caso ya estaba cerrado.
Mientras tanto, la puerta de la Escuela N°60, en la que, según fuentes de la Dirección de Educación y Cultura bonaerense hoy no hubo clases, pero estuvo abierta para acompañar y contener a la comunidad educativa, se convirtió, improvisadamente, en el punto de referencia para recordar a Morena. Sus compañeros colgaron globos blancos, fotos y carteles en los que piden: “Volá alto, More”.
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